Balban Ortiz
A la inestable relación subterránea existente entre el gobierno provincial y las bases estatales se agregó en la víspera un inesperado pico de tensión. En una reunión reservada en la sede de un gremio que mira con ojos de preocupación los movimientos de la Casa de Gobierno, se escucharon quejas y reproches en contra de los principales dirigentes que representan al proletariado santiagueño.
Los insistentes rumores de que se “timbó la caja grande” provincial en los paraísos de Estados Unidos, la venta presurosa de algunos entes recaudadores del erario provincial, y el inminente pago con bonos, primero a proveedores que tienen parada la obra publica y luego a los empleados públicos, está produciendo un tembladeral en las estructuras de la calle Rivadavia.
La tan poco disimuladas “agachadas” del “chueco” Carlos Corbalán ante lo más alto del poder provincial, el oro que cuelga generoso de la mano de algunos jefes gremiales y los coqueteos permanentes del concejal y diputado provincial electo (“dueño” de Quimsa, Gerardo Montenegro, ponen más que nerviosos a los dirigentes de bases que a diario dialogan con sus pares, quienes no consiguen con sus magros haberes cubrir la mínimas necesidades de su ámbito familiar.
Se comenta que las remanidas excusas de que los “no podemos” o “ya no somos gobierno” que vienen ensayando desde hace más de cuatro años los representantes de los gremios en mayoría estatales, de nada sirven.
Las bases reclaman mejores condiciones de vida y estabilidad laboral que permanentemente se ve amenazada ante la prepotencia de algunos ministros y miembros del elenco gobernante, que amenazan con dejarlos sin trabajos a cualquier dependiente que se atreva a no pensar como ellos o que adhiera a la escasa oposición política en este medio.
Según altas fuentes consultadas, la posición de un funcionario del más rancio paladar zamorista, enfureció a los dirigentes de base, preocupados ante la negativa de aumentos de sueldos, cuando se sabe que otros sectores ya negociaron mejoras salariales después de los continuos tarifazos que desde la Nación envilecen mas a la pobre situación de la clase trabajadora local.
Permanente estado de nervios
Las mismas fuentes gremiales aseguraron a Arena Política: "Estamos ante un proceso que se muestra irreversible. Si no hay un aumento de emergencia empezaremos con la movilización pacifica hasta Casa de Gobierno y después veremos…".
En el gobierno se niega que exista el malestar que reseñamos. Y también negaron que hubiera habido tensión y críticas.
"Nuestros representantes gremiales parecen mudos o autistas cuando están al frente de Zamora", dijo un dirigente barrial que participó en el encuentro.
Mientras tanto, el gobierno sigue con el reparto generoso de fondos a las obligaciones contraídas que no aportan nada para solucionar la crisis instalada en el medio. En lugar de destinar recursos para los comedores gratuitos se dedican a gastar sumas siderales en hacer banderitas, para las escuelas, tal como se publicó en el Boletín Oficial, agregó una de las fuentes.
"Esto ya los está poniendo nerviosos, es como un mensaje de antemano que le estamos dando", argumentan las bases populares.
"Nosotros mantenemos la imagen del zamorismo", dicen en la Casa de Gobierno. En la intimidad reconocen que están nerviosos y que negros nubarrones se avecinan.
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