Todos los nuevos amigos del ministro de Gobierno José Emilio Neder (hombre de Loreto) han decidido impulsarlo para cargos de envergadura. No son otros que los intendentes, comisionados, jefes territoriales y toda esa dirigencia que sigue vigente en razón de que nunca dudaron en travestirse con tal de estar cerca del calorcito oficinista. Así, fueron juaristas, iturristas, mujiquistas, schiarettistas, (otra vez juaristas), ricardistas (por Ricardo Díaz), ninistas, lanussistas y zamoristas.
Pero resulta que ahora quieren pertenecer a dos tendencias: ser zamoristas y, sobre todo, nederistas.
Veamos. El viernes, unos cincuenta de estos traviesos ligeros de la política (y mal autodenominados peronistas), compartieron un almuerzo con extensísima sobremesa, donde llevaron a Neder la exigencia de comenzar a jugar fuerte con las también autodenominadas “Bases Peronistas”.
Neder, casi callado, actuando con mucha prudencia, se aguantó todo el entusiasmo de sus muchachos y chicas.
Así ven los ahora nederistas, el futuro de la nueva corriente:
-Tenemos buenos contactos en el kirchnerismo a través del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y ahora del muy influyente secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini.
-Contamos con buena representación político-institucional: una senadora nacional, dos diputada nacional, trece diputadas provinciales, toda la estructura de la CGT Santiago, dieciséis intendentes y treinta y ocho comisionados municipales.
- Tenemos, en tu figura, al “peronista mejor posicionado en estos momentos en toda la provincia”.
Luego de esta catarata de argumentos, Neder tuvo que intervenir y pedirles calma, porque ahora hay que pensar en la elección legislativa de junio y apoyar con todo al Frente Cívico y al kirchnerismo, obteniendo las tres bancas. En ese sentido, les informó que si el gobernador Zamora decide colocar dos hombres en la lista, la segunda será una mujer de su sector: la intendenta de Fernández, “Chuchi” Abdala de Matarazzo. Ahora -también les advirtió-, si Gerardo decide colocar a un hombre y a una mujer (primero y segundo lugar), Neder aceptará y en el tercer hay que poner a un hombre, el que todavía no ha sido escogido.
Pero no pudo. Los cincuenta dirigentes del almuerzo insistieron. “’Pichón’, nosotros ya queremos comenzar a hablar a la gente y concienciar a todos nuestros militantes de la provincia que queremos iniciar el trabajo para que vos seas nuestro candidato a gobernador, dentro de cuatro años y ocho meses, cuando llegue el post-zamorismo.
Neder se quedó callado. Sin comentarios.
Seguramente estaba pensando en cosas de real importancia. O preguntándose, por ejemplo, si el kirchnerismo queda en minoría en Diputado y Senadores, después de junio ¿a dónde pueden ir a parar sus amigos nacionales como Parrilli o Zanini? ¿O qué puede pasar en Santiago si el kirchnerismo pierde el control de Senado? ¿O si desde la mayoría opositora en el futuro Parlamento Nacional investiga las gestiones, los atropellos, las falencias, las irregularidades y la corruptela ocurridos en la Nación y en las provincias?
Dos preguntas que se formulan los analistas: ¿Qué va a hacer Zamora con esta movida de los denominados peronistas-zamoristas? ¿Y si los llama uno por uno y los opera? ¿Lo van a dejar solo a Neder?
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