Sergio Sinay.
He seguido a River por todas las canchas del país y algunas del exterior. Hace un tiempo que no. Desde que un tal Aguilar y un tal Israel lo convirtieron en un pozo hediondo. Lo de Passarella es patético. Lo anterior a él, imperdonable. Hoy estoy triste. Los finales anunciados no son menos dolorosos. Pero esto no es la muerte. Es un dato de la vida. Uno más.
River (por historia, por incidencia, por representatividad) puede verse también como una metáfora. Corrupción, violencia, soberbia, improvisación, prepotencia, ineficiencia, ausencia de planes, negación de la realidad, patoterismo, convicción de que con las banderas se somete al más débil, falta de memoria, dirigentes deshonestos elegidos y reelegidos por una masa societaria despreocupada del destino del club mientras la dejen seguir consumiendo los servicios del mismo. River se parece mucho al país. Demasiado. Ojalá el país deje de parecerse a Ríver. Porque cuando un club se va a la B no es la muerte de nadie, aunque sea mi amado River Plate. Pero cuando un país desciende al último escalón (y de eso no lo salva ni un consumo salvaje, ni un modelo de prepotencia) se arruinan las vidas de varias generaciones.
1 comentario:
Ahora escriben todos, porque no denunciasta antes a Aguilar?. Ahora decís que Passarella es patetico, pero vos sos socio?. Es fácil escribir "con el diario del lunes"
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