Fernanda Gómez Macedo, hasta el jueves, inauguraba jardines de infantes con Zamora, pero se pasó de rosca con la diputada Abdala de Matarazzo, y fue echada. |
Dicen sus subordinados que Fernanda es de “carácter muy fuerte”, autoritaria y, sobre todo, con un vocabulario ordinario, grosero y atrevido. “Es una cloaca hablando”, describía hace algunos meses un docente del departamento Figueroa a quien (como a tantos otros), la Gómez Macedo lo jubiló con prepotencia violando todas las leyes vigentes.
Con ese autoritarismo vino avasallando derechos y conquistas de docentes bajo su órbita de ministra, y de eso hay material de sobra en el Consejo General de Educación.
Encontró la horma del zapato
Este viernes, la diputada nacional Norma “Chuchi” Abdala de Matarazzo fue a visitar a Fernanda por unos serios planteos de orden político-educativo.
Claro, parece que la ministra zamorista desconocía el perfil político de la peronista que fuera intendenta de Fernández, y que cuanto emprende la defensa de la gente del departamento Robles (de donde es la jefa política), se empecina y lucha hasta conseguir la justicia y la reparación.
La “Chuchi”, por esos “valores políticos”, y porque gobernó la ciudad de Fernández mejor que nadie (si no hay que hablar con los fernandenses), fue nominada por Bases Peronistas para que la alianza con Zamora la consagre diputada nacional.
En Buenos Aires, siempre actuando como una militante, se ganó el aprecio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que la llevó a la vicepresidencia primera de la Cámara de Diputados de la Nación, en un gesto político en el que la primera mandataria dejó de lado al gobernador Zamora.
Se sabe que Gerardo se enteró del “premio” a la Matarazzo cuando comenzaba la sesión preparatoria en Diputados de la Nación.
Contamos esto para confirmar que “Chuchi” es una “cristinista” y, aunque no parece, tiene fuerte peso en el Congreso y en el Poder Ejecutivo nacionales. Es que ella nunca muestra sus pergaminos o cargos porque no es de las que hace ostentaciones.
Sin embargo, este viernes, ante la ministra Gómez Macedo, dicen que enfureció. Es que fue a solicitarle a la ministra de Educación varias cosas: que no se inmiscuya con directores y docentes del departamento Robles a quienes los viene persiguiendo asiduamente, y que abra las puertas para atender los reclamos y necesidades de las comunidades educativas de esa zona. Le exigió, por supuesto, inmediatas reparaciones para los docentes perseguidos.
El planteo molestó a la Gómez Macedo que reaccionó con su vehemencia y mal palabrerío.
Dicen los empleados de la Casa de Gobierno que se armó una discusión de altísimo voltaje. En un momento, la Matarazzó habló de su móvil al gobernador Zamora y le hizo escuchar los improperios con los que lo estaba tratando la ministra.
¿Qué hizo el gobernador? Mandó una secretaria y le remitió el siguiente mensaje a la Gómez Macedo: “Que renuncie y que se retire de la Casa de Gobierno”.
(Hay que acordarse de que hasta ayer la ministra aparecía en todos los medios oficialistas al lado del gobernador en una “cadena de inauguraciones” de escuelas y jardines de infantes).