En el próximo juicio, el ex intendente Alegre se dispone a desenmascarar a los parientes políticos del gobernador Gerardo Zamora, empresarios del transporte y deudores de la comuna. |
Es que en el ámbito del Poder Judicial de Santiago del Estero las ficciones legales están al orden del día, aunque a diferencia de lo que ocurre en la sede de la industria del cine estadounidense en Los Ángeles, California, en el “nuevo Santiago” de Zamora siempre triunfan los malhechores.
En ese sentido, anticipamos que en poco tiempo los santiagueños vamos a asistir nuevamente a una parodia judicial, o mejor dicho con sentido técnico, al desarrollo de un “procedo aparente”.
Como en el triste “doble crimen de La Dársena”, los protagonistas serán nuevamente los mismos jueces (todavía en comisión y plenamente dependientes de la Casa de Gobierno), más otros actores de reparto (cuasi imputados) traídos a modo de rehenes al proceso y que complementarán la puesta en escena de la nueva “obrita” que cuenta con el guión de Zamora y sus dos principales co-autores: Ricardo Daives (ministro de Justicia e “instructor jefe” de los jueces dependientes) y Matilde O’Mill (“la preferida” del gobernador aunque no tenga idea de un proceso judicial).
Socios y proveedores, todos contra Alegre
La trama preparada por la Casa de Gobierno utilizará como fogoneros y acusadores a conocidos integrantes de una banda de socios de funcionarios, proveedores, escribanas amigas de las mujeres de altos jerarcas del Poder Ejecutivo, y otros prebendarios del zamorismo. A ellos les han prometido aplicarles la nueva figura legal que creó el genio de Daives: “sobreseimiento por agradecimiento”.
Todos van a ir a acusar al ex intendente Julio Fernando Alegre, olvidando que fueron sus amigos y proveedores bien favorecidos porque contaban con la bendición y el amparo de Zamora. Alegre les abrió las puertas porque los heredó de la gestión de Gerardo.
Alegre y su abogado
Mientras funcionarios y jueces zamoristas buscan repetir el show del “doble crimen de La Dársena” (resuelto a las apuradas y con el 99% de las actuaciones sospechadas como nulas), Alegre y su abogado defensor van a dar pelea y a desnudar a los “arcángeles Gabriel” y a las “carmelitas descalzas” que tienen la orden de sepultar al ex jefe comunal.
Alegre está entero y dispuesto a demostrar que pagó con creces sus errores, y que todo el circo que le armaron con una publicidad escandalosa es mentira. No va a quedar callado y dirá con lujo de detalles que lo destituyeron y lo encarcelaron “por celos políticos” que sentía su ex amigo Gerardo, dándose el lujo de brindar hasta fechas y textos de los discursos que le escribía.
La defensa del ex intendente va a ser muy fácil, si se tiene en cuenta que en las más de diez mil fojas de la Instrucción que redactaron los más obsecuentes jueces y fiscales, no se encuentra una sola escritura pública o informe dominial que certifique que Alegre sea dueño de aquellos lujosos departamentos y vehículos de alta gama, tan publicitad.
¿Es un rehén político? Anticipan que Alegre lo va a fundamentar, porque por alguna inquina es el único detenido que permanece en la cárcel federal de Colonia Pinto, mientras su hermano Gustavo Alegre Vega y Enzo Herrera son mantenidos en los “despachos de las comisarías”, degustando de asados, locros y vinos, todos los domingos.
El ex jefe comunal espera con mucho entusiasmo el turno del juez Juan Ignacio Coria Vignolo (ex empleado municipal y por ello no debió actuar en el caso contra su ex intendente y jefe), a quien va a denunciar que actuó por venganza, toda vez que Alegre se negó a firmar y declarar “patrimonio cultural” a la farmacia propiedad de la familia del juzgador, con lo que aspiraban a detener la ejecución de la propiedad por deudas.
Otro capítulo picante será cuando apunte los dardos al jefe de policía (el “preferido” de Zamora) Marcelo Pato, a la hora que Alegre lo denuncie que dirigió la rapiña a sus bienes, y que tanto el comisario general como su hijo andan “vestidos” con los trajes y camisas robadas al ex intendente.
Los ex parientes políticos
Julio Fernando Alegre también tendrá enfrente a los primos políticos del gobernador (o ex parientes), los mega-empresarios del transporte, la construcción, el gasoil, la piratería del asfalto, el robo de camiones y el negocio de autopartes.
Son los personajes que por orden de Zamora fueron beneficiados con 60 ómnibus 0 Km, a través de un fideicomiso que terminaron pagando todos los vecinos de Capital.
Alegre les va a hacer recordar, con día y hora, que les rescindió el contrato de la concesión y les secuestró los micros porque “se olvidaron de pagar”.
¡Ay mamita, cuando Julito hable de los proveedores del municipio y empresarios prebendarios que los heredó de Gerardo Zamora! Se referirá a ellos definiéndolos como “proveedores ladrones en la municipalidad”, pero “proveedores honestos en la provincia”.
El “doble crimen de La Dársena”
Gerardo Zamora le prepara “una cama judicial” a su ex amigo y correligionario, el que está dispuesto a defenderse y demostrar que está preso “por celo político” del gobernador. |
El zamorismo eligió, a su antojo, el escenario (sin importarle su competencia o incompetencia), la cámara de juicio. Es el mismo del “doble crimen de La Dársena”. Con los mismos actores (jueces), y el mismo libreto.
La pregunta es obvia: ¿va a conseguir esta vez el zamorismo hacer triunfar a los malhechores? A los que poseen grandes edificios en Santiago, el país y el extranjero. A los que tienen acciones en un importante hotel de Las Termas de Río Hondo.
El santiagueño común, entre tanto, ya comprendió la maniobra y no está dispuesto a tolerar otra farsa como fue el “doble crimen de La Dársena”, porque entiende que Alegre ya pagó sus culpas, y ahora faltan muchos otros “alegres” que deben rendir cuentas.