Meteoritos. Buena iniciativa, al menos una, el recate de los cuerpos celestes que arribaron desde el cielo a tierras santiagueñas y que se encuentran diseminados por todo el interior provincial. Parece que estos hallazgos irán a parar al Centro Cultural del Bicentenario. Esperamos que la guardia ibarriana abra bien los ojos cuando lleguen las visitas, y que aguante el “Gallo” Fernández, por ahora…
Triángulo de las Bermudas. Le llaman al Enrese, porque nunca se encuentra a ningún funcionario, y si se presenta alguna nota o se inicia expediente, se sabe que pasó por allí, pero no se lo encuentra más.
Gendarmes. A diario se publica que la Gendarmería “se entera de casualidad” que algunos colectivos que pasan por Santiago traen ropa para vender. Claro, que la secuestran. ¿Y a dónde van a parar? Ayer comentaban que un fiscal tenía puesto un enterito americano de color rosa viejo, de esos que no se venden en la provincia.
Árbol de Mailín. Todos los años ante la proximidad de la fiesta mailinera se publican encendidas defensa en pro del mantenimiento del algarrobo histórico que tiene más de 400 años. Pasan los festejos y si te he visto no me acuerdo. Al año siguiente volverán las lamentaciones.
Esclavos. Siguen detectando bolsones de trabajo esclavo y no sólo en las vecinas provincias, ahora resulta que en sus propias casas esclavizan a los trabajadores santiagueños y bla, bla, bla. ¿Los inspectores son los mismos que los que mantiene con alto sueldo la Afip, que aun no encuentra a los publicistas millonarios que compraron suntuosos hoteles fuera de la provincia?
Indignados. La movida española que se está expandiendo por Europa parece que se viene moviendo rumbo hacia estos pagos. ¿Será que miles de jóvenes santiagueños tomarán las plazas públicas para pedir por el esclarecimiento de las tantas denuncias sobre corrupción que nadie quiere investigar? Hummmmm.
Centro cultural. Sigue sin transar la directora del Centro Cultural del Bicentenario con los “gorditos” de Cultura. “No los quiero ver ni pintados”, habría manifestado a un grupo de sus allegados. Yo no soy como Gerardo, que dio una orden y no le cumplieron, y los dejó pasar. (Le sacaron una foto junto a Elías Suarez y la publicaron).
No fue nadie. Al ciclo de conferencias para la comprensión de las Relaciones Internacionales que organizó el ministro Ricardo Daives desde su alicaído ministerio. Solo pudo observarse a empleados y funcionarios de la casa que no tuvieron alternativa y fueron arriados a la fuerza para hacer número. El repudio suele demostrarse de muchas maneras.
Vacunas. Todos se preguntan qué es lo que espera el inútil del Ministro de Salud Publica, para salir a vacunar en forma masiva a los santiagueños en contra del virus de la gripe. Año tras año se vencen los medicamentos que se envían desde la nación producto de la inoperancia de estos funcionarios, que aparte de foráneos, son inútiles. ¿Quién lo trajo?
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