Zanini, el jefe del Peronismo Kirchnerista, junto a Abal Medina y Boudou. |
Es el nuevo sello y la marca registrada de los defensores del “proyecto” que encabezó Néstor y que ahora lo encarna Cristina. El que se proclame, a partir de hora, kirchnerista o cristinista, deberá pedir la bendición de Zanini y firmar la afiliación como miembro del “Peronismo Kirchnerista”.
Es el camino que tienen que transitar el ex transversal y gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. Echado de la UCR por traicionar los principios del radicalismo, está obligado a inscribirse a esta “locura ideológica” si es que decide seguir usufructuando los favores del gobierno nacional.
Ya no tiene el padrino, que fue Alberto Fernández (ex jefe de Gabinete nacional), que lo prohijó ante Néstor Kirchner y lo incorporó como un “radical transversal”. Además, la Presidenta no lo va a tolerar con sus indefiniciones al decir a “su” prensa de Santiago que sigue siendo radical y más tarde se proclama “kirchnerista”.
Tampoco Cristina lo va a esperar. Prefiere levantarle la mano (como ya lo hizo varias veces en nuestro medio), a su amigo y compañero leal intendente de La Banda, contador Héctor Eduardo “Chabay” Ruiz.
La pregunta es obvia: ¿cuántos funcionarios que todavía se dicen radicales están dispuestos a seguir acompañando a Zamorita en su vocación oportunista y mendicante de ejercer la política y se convierta en “peronista kirchnerista?
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