Hondo pesar en el
peronismo provincial por la desaparición del dirigente justicialista “Lalo”
Clemente.
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Eduardo
Arturo Clemente, “Lalo” para todo el mundo, era un amigo buenazo, simpático,
lleno de vida y vivísimo para entender los intríngulis de la política, y se
destacaba toda vez que había que encontrar los secretos de las internas
peronistas.
Es
honda la pena de la ciudadanía de Las Termas de Río Hondo por su desaparición,
y sus amigos de toda la provincia, identificados con las viejas y bien
enarboladas banderas del peronismo, despidieron ayer miércoles sus restos en
una emotiva despedida.
Conocía
como nadie la interna del peronismo en todos los pueblos de la provincia, y
manejaba estos temas termenses con verdadera maestría. Era, fundamentalmente, un operador
eficaz que sabia buscarle la vuelta para conseguir el armado político que
dejaba a todos conformes.
Apareció
en la escena política provincial en la década del ’80, y brilló en los tiempos
en que Carlos Arturo Juárez armó el Congreso Nacional del PJ en el Centro
Cultural General San Martín (ese bastión de la cultura nacional que tienen Las
Termas de Río Hondo), quedándose con los mejores cargos de la agrupación. Allí “Lalo”
inició su carrera política al lado del dirigente Gustavo Adolfo “Chinga” Gauna,
consagrado en el cónclave como secretario general de la Juventud Peronista a
nivel nacional.
“Lalo”
Clemente, iniciado en el peronismo por el dirigente Luis Ceres, se pegó a “Chinga”,
y junto a otros referentes como “Quique” Ávila, integraron un grupo de
operadores peronistas que nunca perdieron vigencia, desde Carlos Juárez para
acá, por obra del trabajo de base, la habilidad de armadores y la picardía innata
para contagiar y recrear la militancia en la gloriosa Jotapé.
El
querido amigo desaparecido realizaba esa tarea política con alegría inmensa, lo
que le abrió un extraordinario campo de amigos por toda la provincia, a los que
conquistaba con su proverbial simpatía y don de gentes.
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