El gesto político de la noche: el apoyo de la Presidenta, de la gobernadora y del senador nacional, a la candidata a intendente de La Banda, la abogada Mariela Nassif. (Foto: Diario El Liberal). |
“La
década ganada está a la vista con tantas obras trascendentales como las que se
levantan a lo largo y a lo ancho de Santiago del Estero”, proclamó la
gobernadora Claudia Ledesma Abdala de Zamora.
“Cada
vez que usted viene, Señora Presidenta, la provincia es una fiesta grande, emotiva
y enriquecedora”, transmitió el senador nacional y líder del Frente Cívico por
Santiago gobernante, Gerardo Zamora.
A
esas dos bienvenidas, se sumó la algarabía de santiagueños y santiagueñas que le
dieron vivas y aplausos. Fue cuando Cristina Fernández de Kirchner comprobó que
Santiago del Estero y sus aliados políticos le prepararon el oasis de todas las
veces. Se olvidó entonces de la difícil realidad nacional: deuda, paro, dólar,
inflación y recesión, y se lanzó al baño de multitudes entreverándose entre
las mujeres, los hombres y la infinita cantidad de jóvenes que salieron a
abrazarla y a fotografiarse a través de los teléfonos móviles.
Vivísima,
Cristina les devolvió la gentileza a sus anfitriones, sabedora de que el
domingo vienen las elecciones comunales y no tardó en lanzar el apoyo explícito
a los candidatos zamoristas: “Vengo a apoyar esto, para que a Santiago no lo
detenga nadie. Vengo a apoyar para seguir progresando y a apoyar el esfuerzo de
hombres y mujeres, como Gerardo y Claudia creo que los sintetizan a todos
ustedes; por eso estoy aquí hoy junto a ellos y a todos ustedes”.
Siempre
dispuesta a dejar gestos políticos, escuchó de Claudia y Gerardo que la que
estaba estampando la firma es la ministra de Educación, la abogada Mariela
Nassif, candidata a intendente de La Banda. Muy diligente, Cristina la llamó a
su lado, se levantó y le dio abrazo y beso, al tiempo que la animó por su
incursión en la arena política, y le pronosticó un amplio triunfo “para cambiar
La Banda”.
Antes
de la inauguración de las torres que serán sede de los ministerios de
Educación y de Economía, la Presidenta lanzó una opinión consistente en "manejar" la agenda y ganarle, una vez más, la capacidad de iniciativas a la
oposición: “Hay que pensar en la ubicación de nuestra Capital Federal, tal vez más
al centro del país. Tal vez aquí, en Santiago del Estero”. Al margen del
aplauso y la ovación de la concurrencia, Cristina se gratificó porque sacó de
la galera un tema en el que, seguramente, servirá para “entretener” por un
tiempo largo a los criticastros opositores.
Y,
para que escuchara todo el país, ante tamaña obra, mandó otro mensaje irónico: “Pareciera que estamos en otro lado.
¿De qué estadísticas me hablan? ¿Ustedes se acuerdan de Santiago hace diez años
atrás? Basta salir a la calle para ver que estábamos en otra provincia o en
otro país”.
Encima,
metió el dedo en el ventilador cuando se notificó que el Complejo (sede de las
torres) fue bautizado como Juan Felipe Ibarra. La Presidenta, indicó: “Está este
complejo que hace honor a un patriota, un caudillo como Juan Felipe Ibarra”.
(Claro, no fue informada que los
santiagueños vivimos divididos a la hora de abordar nuestra autonomía y nuestro
federalismo, entre los que veneran al mártir Juan Francisco Borges,
considerándolo como “primer líder federal de nuestra provincia”, y los que
endiosan a Juan Felipe Ibarra; primer gobernador de Santiago del Estero).
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