Fue la primera mujer en
hacerse cargo de la dirección de un diario de venta masiva en esta parte del
continente, conduciéndolo durante casi medio siglo.
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Ernestina
Herrera de Noble murió este miércoles a los 92 años. Fue la primera mujer en
hacerse cargo de la dirección de un diario de venta masiva en esta parte del
continente.
Se
puso al frente de Clarín el 21 de enero de 1969, apenas nueve días después de
la muerte de su esposo y fundador del diario, Roberto Noble.
Alguna
vez, Ernestina recordó cómo fue aquel día inicial: “Estaba angustiada, pero al
mismo tiempo llegué con una tremenda determinación: debía continuar la obra de
Noble. No imitándolo, porque las personas son insustituibles y cada uno tiene
su estilo. Pero sí teniendo presentes sus principios. Recuerdo que ese día todo
el personal del diario se reunió en la sala de redacción. Eran varios
centenares de personas. Alrededor de las siete de la tarde di un mensaje y
luego invité a todos a continuar con la edición, como todos los días”.
Ernestina
Herrera nació en Buenos Aires el 7 de junio de 1925. Su padre, Juan Herrera,
cordobés, era profesor de Filosofía y Letras y su madre, María del Carmen
Morales, una valenciana concertista de piano que nunca ejerció como tal.
Ernestina fue la menor, y la más mimada, de seis hermanos, cuatro de ellos
mujeres. Estudió la primaria en la escuela Guido Spano y la secundaria en un
colegio de Flores, Ana María Janer.
Sus recuerdos
Como
recordó alguna vez en uno de los escasos reportajes que concedió, conoció a
Noble durante un crucero por el río Paraná: “Fue en 1946. Yo iba en un barco
con un grupo de amigos y de pronto pasa el “Tenondé”, el primer barco que tuvo
mi marido. Alguien de mis amigos lo saludó y entonces Noble nos invitó a pasar
al barco de él. Allí surgió una simpatía que se acrecentó con el tiempo, aunque
no nos veíamos frecuentemente. Me impresionó de él su talento, no su belleza.
Un hombre se transforma en hermoso cuando tiene algo importante que decir. Y mi
esposo lo tenía”, reveló en 1970.
Se
casaron el 27 de julio de 1967, en una ceremonia oficiada por el entonces
cardenal primado de la Argentina, monseñor Antonio Caggiano. Un año y medio
después, ya viuda, Ernestina Herrera se hacía cargo de la dirección de Clarín.
“Con
el argentino y la argentina que pelean a brazo partido para llegar a fin de
mes, con quien tiene dos trabajos para poder darle una buena educación a sus
hijos, con esa mujer que renuncia a un vestido para hacerle la fiesta de quince
a su hija, con ese señor que hace el secundario de noche”, dijo en 1990.
“También pretendemos humildemente -agregó en un reportaje para la revista
Somos- presentarle al país nuestros puntos de vista, nuestra forma de ver el
país”.
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