¡Qué bueno sería que alguno de los diputados provinciales exigiera informes sobre los viajes del avión Leartjet y las andanzas de sus pilotos! Sencillamente, porque la máquina es propiedad del Estado (de todos los santiagueños) y, sus comandantes, son pagados con fondos fiscales.
Aclaremos que es un avión comprado, específicamente, para trasladar enfermos. Se trata, entonces, un avión sanitario.
Las preguntas que podrían ensayar nuestros legisladores podrían ser: ¿cuántos viajes sanitarios realizo el avión Leartjet?, ¿cuál es la lista u hoja de ruta declarada?, ¿nómina de destinos y pasajeros? y ¿cuántas son las horas de vuelo?
Quizás nos encontremos con grandes sorpresas.
Y, de paso, se podría requerir información acerca de las razones por las cuales la autoridad nacional instruyó a Aviación Civil (en los últimos días) que debe revisar a todos los pasajeros del Leart Jet, incluso al gobernador Gerardo Zamora.
No vaya a ser cierta la versión que habla de que la máquina es empleada para viajes de placer o que fleta gente que va de compras a los shopping porteños.
También corre el comentario de que el avión habría salido de Santiago con rumbo declarado a Buenos Aires, pero los muchachos (pilotos) se mandaron viajecitos a Paraguay, Uruguay y Brasil.
Los diputados, si se creen “representantes del pueblo”, podrían interesarse, por ejemplo, de las actuaciones que realiza personal de Seguridad Portuaria, justamente por las supuestas andanzas de los pilotos.
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