La ciudad de Frías vive un anticipado clima político de cara a las elecciones del año que viene.
Por un lado, el oficialismo, navega en un mar de incertidumbres. Ocurre que no tiene contacto con el gobernador de la provincia, Gerardo Zamora, y la única relación del salimnismo es el ministro de Gobierno, José Emilio “Pichón” Neder.
“Es el único que, a veces, atiende el teléfono a Fernando (intendente) y a Humberto (presidente del Concejo Deliberante), porque ya nada es como antes para los Salim frente al zamorismo o Frente Cívico”, dijo un conocido analista de la política pueblerina friense.
Claro, el distanciamiento viene desde que los hermanos Salim fallaron en su estrategia de querer “imponer” a Zamora a Fernando, “Pimpi”, como vicegobernador. Gerardo no hizo caso a nadie y ungió a un correligionario, al añatuyense Ángel Niccolai.
Fue cuando los hermanos frienses no tuvieron resultados favorables pese a las operaciones que intentaron sus aliados nacionales como el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli y Juan Carlos “Chueco” Mazzón.
Hay que recordar que el salimnismo se embaló cuando la presidente Cristina Fernández visitó Frías y dijo públicamente: “Me encanta ver a Zamora junto a ‘Pimpi’ en el palco”.
Los muchachos se la creyeron y estaban convencidos de que fue “la bendición”. Por ello empezaron a “apretar” a Zamora buscando torcerle el brazo y que “Pimpi” le arrebatara el puesto a “Viruta” Niccolai.
Desde entonces, la desconfianza es mutua. Zamora aparece como “diplomático” y, vía “Pichón” Neder, trata de resolver parte de los intríngulis financiero-administrativos que padece la comuna a raíz del latrocinio que hizo y hace el salimnismo.
En cambio, los Salim son frontales y, bien informados de lo que pasa en el orden nacional, ya hace más de un año tomaron contacto con el duhaldismo y apoyan todo lo que aparezca como “antikirchnerista”.
Esta voltereta provocó, por ejemplo, que Zamora (alineado en el más acendrado kirchnerismo), no incluyera a ningún friense o salimnista en la lista de diputados provinciales. Debe ser la primera vez que el departamento Choya no tiene representante en la Legislatura.
Para los observadores o peronólogos frienses, “ya hay guerra” entre el salimnismo y el zamorismo, y revelan: “A ellos los atiende apenas ‘Pichón’, y Zamora mantiene una fluida relación con el antisalimnismo (referentes de la Unión Vecinalista Autónoma, ex Viables, y radicales disidentes)”.
Todos estos datos explican por qué que en las últimas elecciones legislativas nacionales, mientras el gobernador santiagueño acompañó al kirchnerismo catamarqueño, los hermanos Salim jugaron en contra y brindaron apoyo logístico, económico y político a la lista del gobernador Eduardo Brizuela del Moral.
En fin, Zamora y los Salim viven entre el truco y el retruco. Y, lo que importa, la gran mayoría de los frienses ya parece vislumbrar quién triunfará y quiénes perderán.
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