viernes, 27 de marzo de 2009

Martínez “controlará” para Alicia Kirchner, y a “Gado” Mansilla lo desplazó Zamora



Silenciosamente, el kirchnerismo ha comenzado a ejercer una “auditoría” al gobierno de Gerardo Zamora, sobre todo en áreas en las que se manejan fondos referidos a la Salud Pública y las ayudas a los desposeídos.

Por indicación de Néstor y Cristina Kirchner, la ministra de Desarrollo Social de la Nación, doctora Alicia Kirchner, le impuso al gobierno santiagueño la designación del cordobés-porteño y kirchnerista de la primera hora, Luis César Martínez, como ministro de Salud de Santiago del Estero.

Hay que recordar que desde hace más de dos años trabajan en nuestro medio personajes que ofician de espías sobre el desenvolvimiento de la administración local y que están bien informados de la serie de sospechas de corruptelas en distintas áreas. La designación de Martínez confirma el aserto.

Con Martínez, el kirchnerismo pretende detener el desorden administrativo, la adjudicación de las más grandes licitaciones (provisiones de medicamentos e insumos para los hospitales, así como las compras de colchones, bolsines, chapas, etc.), siempre a las mismas personas y amigos de altos y encumbrados funcionarios del gobierno provincial. Justamente, desde ese ministerio, en cuatro años, se ha generado a una serie de nuevos empresarios, nuevos proveedores y nuevos ricos.
 
“Gado”, afuera

Una hora antes del juramento de los ministros, el gobernador Gerardo Zamora convocó a su despacho al secretario de Planeamiento, arquitecto Julio Mansilla que, como se sabe, fue el “inventor” de proyectos faraónicos (en una provincia donde miles de comprovincianos siguen sin poder tomar agua potable) como el autódromo, la Terminal de Ómnibus, el circuito turístico Las Termas, Capital y San Pedro de Guasayán, y tantos otros emprendimientos en carpeta.

“Gado”, que fuera uno de los más leales militantes y funcionarios de José Zavalía, en su primera intendencia, al final terminó muy mal con el líder radical. Por supuesto, se quedó con Zamora, y desde la comuna se convirtió en su mano derecha, por lo que para muchos fue una sorpresa que ahora decidió desplazarlo del elenco de principales colaboradores.

Se sabe, de muy buena fuente, que Zamora está irritado por el manejo administrativo en muchas de las obras que proyectó y dirigió Mansilla. Al parecer, han desaparecido fondos (de varios millones de pesos) en un emprendimiento como el de la Terminal de Ómnibus, donde también al edificio le faltarían detalles de obra que figuran en el diseño original.

Otra de las causas sería que Zamora se cansó de repetir a “Gado” que deje de invertir y exponer tantas adquisiciones (por supuesto a nombre de familiares, como la finca de Carlos Juárez (en Maco) y galerías (como una en el centro de San Miguel de Tucumán).

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