Fue un hecho ocurrido en diciembre de 2002. Dos niños observaron que en el cauce del río Dulce, cerca de la orilla y frente al cartódromo, una silueta humana flotaba en las aguas. Del susto pasaron al asombro cuando comprobaron que, enredado en unas ramas, era el cuerpo de una joven mujer totalmente desnuda.
Llegó la policía y extrajo el cadáver. En la banquina estaban las ropas y el calzado de la víctima.
Nadie sabía de quién se trataba. No hubo denuncia alguna sobre su desaparición.
Pasaron los días, hasta que se determinó que era una joven venida del interior de la provincia en busca de un mejor futuro, luego de desavenencias conyugales. Dejó a su esposo y a un pequeño hijo y vino a la ciudad Capital.
Las investigaciones policiales determinaron que la noche anterior al hallazgo de su cadáver, la víctima fue vista en compañía de otra jovencita (vinculada a los boliches) y de dos conocidos empresarios locales (uno del calzado y otro del transporte), en la ex confitería Saravah, recientemente destruida y que funcionaba en los piletones de los barrios del río Dulce.
Enredos
Aseguran abogados penalistas del foro local que el doble crimen de La Dársena vino a “enredar” a este crimen. Las actuaciones no fueron revisadas ni analizadas por nadie, sobre todo porque los dolidos familiares de la joven muerta en el río Dulce no impulsaron las investigaciones.
Luego, por casualidad, e investigando otros homicidios, se revelaron las identificaciones de los dos jóvenes cortesanos que acompañaron a la víctima casi hasta su deceso. Incluso, hubo allanamientos en los domicilios de los sospechosos y hasta detenciones de los empresarios.
De todos modos, la causa volvió a silenciarse. Han pasado siete años y ahora, algunos abogados penalistas están dispuestos a desempolvar el expediente y reabrir la causa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario