lunes, 30 de marzo de 2009

¿Cambio de gabinete?, ni fu, ni fa



Por Virginia Vulrrich

Para algunos analistas políticos, la ratificación cuasi plena del gabinete ministerial por parte del gobernador re-electo no despertó mayores suspicacias, pero en otros círculos de opinión primó el desagrado y la desilusión al observarse las mismas y repetidas caras prestando juramento de estilo ante el rostro de nada del primer mandatario.

Casi todos los viejos funcionarios fueron ratificados, durante la primera reunión.

El jefe de Gabinete Elías Miguel Suárez, el ministro de Justicia, Ricardo Daives y el ministro de Gobierno, José Emilio Neder, son los más cuestionados por la comunidad santiagueña, en base de las pésimas gestiones que a la fecha vienen realizando.

La única incorporación (como subsecretario de Coordinación de Gestión) del contador público Juan Manuel Beltramino, fue recibida con beneplácito aunque con ciertas reservas, atento a que una personalidad de valía como el nombrado debiera haber integrado el elenco ministerial, por ejemplo, en reemplazo del tan cuestionado recaudador al frente de los destinos de la economía provincial.

Todos se preguntan quién es el confirmado en su cargo licenciado Bernardo Abrúcese, al frente de la Subsecretaría de Representación Oficial de la Provincia en Buenos Aires. Claro, es que no se le conoce la cara ni se lo ve aunque sea de turismo por la provincia.

Por otro lado, no queda bien la malsana práctica de nepotismo con la designación masiva de parientes dentro de una misma área.

A lo ya denunciado en dependencias de Ministerio de Justicia, bajo el control del ministro Daives y su nutrida parentela en los juzgados del Crimen -tema sobre el que volveremos a reseñar- se suma ahora otra designación de familiares de los funcionarios que reasumieron, en una misma dependencia. Tal es el caso de la arquitecta Silvia Cambrini que figura como titular de la dirección general de Arquitectura.

Juró en un breve acto en el que participaron principalmente los empleados de dicho organismo y que estuvo presidido por el ministro-hermano de Obras Públicas, arquitecto Argentino Cambrini.

En fin, hay más desagrado que beneplácito en los círculos de la información tras la asunción de los compañeros de ruta del segundo mandato gubernamental. Por ahora, de cambios, ni fu ni fa.

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