El conductor de Compromiso Social, Raúl Lorenzo (flamante diputado provincial), está convencido, junto a los otros tres legisladores compañeros que ingresaron a la Legislatura, que los votos que los ungieron el 20 de noviembre pasado les pertenecen. No se han puesto a pensar que como llevaban a Gerardo Zamora y a Ángel Niccolai como cabeza de lista, la gente votó a la fórmula radical-kirchnerista y, además, que la gran mayoría (por el “efecto confusión”) introdujeron la boleta de Compromiso Social en lugar de la del Frente Cívico por Santiago.
No hay caso. Entraron en una suerte de delirio militante (si vale el término) y repiten a los cuatro vientos que la gente comprendió sus propuestas y los premiaron por su trabajo político en toda la provincia. No abren sus mentes y entienden, de una vez por todas, que los votos fueron de la fórmula Zamora-Niccolai.
Por ello, se agrandaron y le exigen a Zamora una banca a diputado nacional. El gobernador, con cautela, les dijo que recién asumieron como diputados provinciales y que trabajen, como una forma de pedirles que hagan méritos. Pero no, insisten y buscan un lugarcito en la lista de los tres candidatos a la Cámara baja.
Además, se dieron el lujo de alertar que si el Frente Cívico no lo incluye en la legislativa nacional, van a concurrir con lista propia y, en ese sentido, se disponen a iniciar conversaciones con el sector de José María Cantos para unirse y recibir los favores de los multimedios del “fundador”.
¿Sueños? ¿Quimeras? ¿Delirios? Cualquier cosa. Los muchachos de Compromiso Social están subidos al caballo y quieren hacer valer su condición de “segunda fuerza de la provincia”. Además, están ensalzados por kirchneristas porteños como el piquetero Emilio Pérsico quien, como se recordará, fue el que operó, en su oportunidad, con el jefe de Gabinete de Zamora, Elías Suárez, hasta lograr que el Frente Cívico les autorizada lista de diputados como colectora de la fórmula oficialista.
Hoy, por una banca a diputado nacional, están a punto de estropear una relación política que los favoreció enormemente, porque si hubieran concurrido a las elecciones sin la fórmula Zamora-Niccolai, seguro, no iban a sumar mil votos.
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