¿Quiénes asesinaron a Raúl Domínguez?

Raúl Domínguez, el empleado de Rentas asesinado en democracia por denunciar a los corruptos.

Tres años de misterio y de intrigas lleva la investigación policíaco-judicial del único secuestro y asesinato en democracia que se registra en la provincia desde 1983, y que costó la vida al empleado de la dirección de Rentas, Raúl Domínguez. En la causa no existe la mínima sospechas de sus autores. El silencio cómplice, la actitud pasiva de la familia, y una llamativa inoperancia judicial, dominan todas las actuaciones.
Fueron nueve los días que permaneció secuestrado, ó bien ocultado su cadáver. Desde aquella tarde-noche que concurrió a la división Delitos Económicos a brindar su cuarto testimonio, todo continúa siendo enigmático. Como es un misterio el contenido de aquella declaración. Se dice que Domínguez había involucrado a jueces, empleados, funcionario y empresarios como responsables de la "mega defraudación" al erario público, a través de timbrados apócrifos.

Desparecido y silenciado

La única verdad es que Domínguez después de aquel testimonio fue desaparecido y silenciado para siempre. Como también fue desaparecido aquel "testimonio". Curiosamente, aquella declaración cual debió ser custodiada por la justicia, se encontraba en el domicilio particular y en poder del comisario Ramón Oscar del Valle Gorosito (ex jefe del D6). Este mismo uniformado, al mismo momento que desapareció el empleado, denunciaba haber sido víctima de un robo, donde además de la radio portátil de la policía, los ladrones le llevaron también aquél testimonio de Domínguez.
De esa denuncia de Gorosito, de la declaración y de los cacos, no se sabe nada.
Al cadáver lo encontraron sus vecinos a escasos 200 metros de su vivienda en avanzado estado de putrefacción. Llama la atención que fue encontrado en un lugar donde dos días anteriores se había desarrollado un campeonato de futbol amateur, y donde en las 24 horas previas la policía especializada de la provincia y la división Canes desplegaron un inusual "rastrillaje" con resultado negativo.

Todo un desastre

Se debió esperar ocho meses para confirmar la identidad del cadáver. Un tiempo desperdiciado por la justicia y bien aprovechado por los asesinos para borrar huellas y sembrar falsas pruebas en torno a la investigación.
Fueron los peritos de la Nación quienes certificaron el asesinato de Raúl Domínguez, al comprobar que su cadáver y prendas de vestir presentaban cortes con elemento filoso, descartando también que se haya descompuesto en el lugar donde fue encontrado.
Sus deudos y familiares parecen haberse contentado con las viviendas y locaciones de servicios que rápidamente el gobierno de la provincia les puso a disposición. Sus marchas por verdad y justicia fueron acalladas. Ninguna organización de derechos humanos, y hasta la Iglesia Católica, todavía no se involucró en los reclamos por esclarecer el horrendo suceso. Todavía la CGT no formuló ningún reclamo para esclarecer el asesinato de un trabajador público.
Nosotros, al menos, lo recordamos y exigimos justicia.