Se aguarda un informe completo sobre la salud de la Presidenta. |
En un primer momento, la única actividad interrumpida por la mandataria se remitió al encuentro que debía mantener con el gobernador reelecto de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien últimamente se halló en el centro de la tormenta que él mismo provocó a partir de sus últimas declaraciones en las que intentó, no solo despegarse del gobierno nacional, sino también criticar la relación de este con el sindicalismo, pese a que Cristina Fernández venía impulsando su infraestructura política desde el año 2003.
Finalmente, fue el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien se reunió con el salteño en remplazo de la Presidenta.
Pese a las indicaciones médicas, Cristina insistió con su viaje a México programado para ayer a las 23 horas y el cual duraría hasta el día viernes en el marco de acuerdos comerciales bilaterales que incluían un encuentro con el magnate Carlos Slim. Trece horas de viaje a 2.000 mil metros de altura para una “hipotensa crónica”, como ella misma se atrevió a admitir, no hubiera sido precisamente un contexto recomendado por su equipo médico.
Hasta la mañana del miércoles, la reunión con Urtubey era la única actividad que había sido suspendida por Cristina, lo que provocó varias especulaciones sobre si la presidenta realmente padecía un cuadro de hipotensión o si se trató de una excusa para evitar un encuentro con el recién electo, luego de que este dejara en claro que no era un delegado del gobierno nacional, obligando al oficialismo a desmotivarse de la algarabía que le había provocado los resultados electorales de Catamarca y Chubut respectivamente.
Finalmente, y por recomendaciones de sus médicos de cabecera, Cristina suspendió su viaje a México.
La pregunta que sobrevuela por estas horas es si Cristina está somatizando el mal momento que Urtubey le hizo pasar, o si se trata de un cuadro casual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario