lunes, 11 de abril de 2011
Inundados, claro, no se hicieron las defensas
Hay un pueblo, Tacañitas, donde 32 familias luchan solitariamente contra los bañados del río Salado.
El comisionado del pueblo, Hugo Anriquez, dijo al diario Sur Santiagueño que el viernes concurrieron funcionarios de Defensa Civil, Recursos Hídricos y Desarrollo Social, a quienes se les informó pormenorizadamente sobre la delicada situación de estas familias.
Esta pobre gente “vive sobre el bordo” las 24 horas, en la localidad de La Paulina, echando tierra en las filtraciones que sufre “la defensa” que no realizó la empresa contratada por Recursos Hídricos.
Hay que imaginar la titánica faena de los pobladores de este recóndito paraje, porque tienen que controlar al río en un terreno difícil al que no tienen acceso las maquinarias. Ellos se encargan de limpiar el monte y de construir los bordos, cuidando todos los flancos.
Son santiagueños olvidados. Viven lejos de la ciudad. Por eso no están en la agenda de la interventora y de los técnicos de Recursos Hídricos, quienes recién ahora se arrepienten por no haber controlado a las empresas amigas encargadas de reencauzar el río y levantar defensas.
Ah, las familias reclaman alimentos para sus chicos, y plástico con los que cubren los techos de sus ranchos.
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