El intendente Néstor Humberto Salim no cumple con los fallos de la justicia. |
Con esa dinámica actual, en la que los grupos están más dedicados a debilitar los adversarios que en construir un proyecto propio, con acciones teñidas de venganza y rencor, se desmorona la convivencia y se abre un camino que conduce al abismo destrozando las relaciones humanas.
Destruir la convivencia es asegurar el fracaso de la política, es sepultar la democracia, es el olvido de los pueblos a los que se les anula lo único que los mantiene en pie, luchando cada día por su subsistencia: la esperanza. Sin esperanza no son posibles los sueños.
¿Qué otra cosa, sino el odio y el rencor, son el móvil de las acciones y actitudes que adoptó el Concejo Deliberante de Frías al negar a un concejal elegido democráticamente por el pueblo su acceso a su banca. Asumieron un día domingo y sin citar al concejal electo Alberto Villa. Decidieron que al día siguiente iba a ser la primera sesión para incorporar a otro concejal que no había sido electo.
La primera sesión fue para originar un conflicto. Es una tragedia. Nada de convivencias. Solo prima el revanchismo al que llaman político, pero esconde el rencor.
La justicia ya ha dado su veredicto: deben incorporar al concejal Alberto Villa. Pero lejos de aceptar los fallos jurídicos, se piensa en cómo dilatar esa sentencia. En como burlarla. Están especulando para no cumplirla.
Los Estados Unidos son un gran país porque desde su inicio juraron (y mantuvieron) respetar la ley y la justicia. Solo copiamos el preámbulo. También debemos
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