“Si no tenés ejemplaridad de arriba, lo demás no cambia", sostuvo Eduardo Duhalde. |
Eduardo Duhalde taladra con el eslogan de su campaña presidencial: "Este país necesita orden y paz para progresar". Y lo repite una y otra vez, porque lo siente. Dice que el país "no tiene orden para nada", que el gobierno ignora qué es gestionar el poder y que el Estado "tiene el monopolio de la fuerza y que debe utilizarla".
"Nuestras leyes son muy permisivas", dice casi quejándose, lo que ejemplifica con los paros en los subtes o en Aerolíneas Argentinas, en los que, se lamenta, "gremialistas irresponsables" perjudican al resto de la comunidad. "Deben funcionar los trenes, los colectivos, el sistema educativo, para la mayoría de la gente, que necesita del Estado", dice el ex presidente. Eso es una muestra, acusa, de que el gobierno piensa en las violaciones pasadas de los derechos humanos, no en las que ocurren hoy.
Precandidato por el Peronismo Federal para las elecciones de octubre, Duhalde también quiere reformar el Indec, subir las tarifas y reducir los subsidios y las retenciones al agro, pero considera que apelaría a las reservas del Banco Central (BCRA) y que el Consejo de la Magistratura está bien como está, lo mismo que el Fútbol para Todos, que considera que llegó para quedarse.
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