miércoles, 15 de enero de 2020

Se fue “Tono” Romano, un líder consagrado al gremialismo

Por Oscar “Cachín” Díaz.
Un amplio sector de los empleados públicos afiliados a Utepse están de luto ante el fallecimiento de su secretario general, Antonio Anselmo Romano, quien a los 63 años dejó de existir este miércoles 15 en el hospital Británico de la Capital Federal.
¡Cómo no extrañar a ese amigo obsesivo que buscaba sin pausa la perfección;
que siempre tenía la queja en los labios y que se parecía a la fuerza del mar…continuamente implacable…!
Ése fue el querido Antonio Anselmo Romano, conocido por todos como “Tono”, quien dejó de existir éste miércoles 15, (el 12 de enero cumplió 63 años) en un sanatorio de la Capital Federal, y con quien cultivamos una amistad desde que decidí preguntarle por qué era tan riguroso, disciplinado y duro. Me respondió con una refutación tajante: “¡Sabé…la rigurosidad es una exigencia que me impone mi condición de secretario General de Utepse (Unión de Trabajadores Estatales Provinciales de Santiago del Estero), a quien tengo la obligación de tenerla en regla y al servicio, sólo y exclusivamente, de los afiliados”.
Aunque muchas veces ya le di la razón, reitero en su despedida que mirando la sede gremial de Utepse, convertida en una institución modelo con todos y cada uno de los servicios a disposición de los trabajadores públicos, estoy convencido de que éste bicho raro de las clases política y gremial, terminó convenciéndome que estaba en la justa, demostrando que ocupar el puesto de dirigente social es sinónimo de una gran responsabilidad y de una presencia a toda hora para responder a los afiliados.

Un juarista de aquéllos

Nunca me respondió la pregunta, pero estoy seguro que como empleado de la dirección provincial de Rentas se fue a ver al caudillo justicialista Carlos Arturo Juárez para que lo apoyara a ingresar al sindicalismo, a través de Utepse, a donde llegó a convertirse en secretario General.
Creo que fue así porque cuando Juárez llamó a su despacho a la cúpula de la CGT-Santiago, también convocó a Romano, quien encabezaba un gremio provincial y no contaba con la pata nacional de una confederación con sede en la Capital Federal. En esa reunión, el hábil Juárez alabó en discurso enjundioso a los cegetistas y al final dio la explicación de la presencia de Utepse en ese encuentro: “Muchachos, creo que es necesario que integren en la conducción al amigo Romano y a su gremio Utepse…” El pedido fue cumplido de inmediato y “Romanito”, como lo llamábamos sus amigos de siempre, pasó a formar parte de la CGT. El caudillo despidió a los sindicalistas y quedó a solas con Romano. Le puso una mano en el hombro y le susurró con voz grave y amistosa: “Logré que te pongan en la comisión directiva y les puse un palo en la rueda…”

Un “laburante” del gremialismo

La última foto del gremialista fallecido en el bar de la Legislatura  junto a sus colegas diputados. Amado Tomás Chamorro, Romano,  Víctor Manuel Paz, Orlando Ávila, Juan Manuel Baracat y Néstor Humberto Salim.
“Tono”, con el apoyo de Carlos Arturo Juárez, le dio lustre a Utepse y un crecimiento impensado. Inquieto, marcó un hito con las fiestas anuales en el Día Empleado Público de Santiago del Estero, en encuentros inolvidables en la sede del Club Bancarios, en el parque Aguirre.
Y, por su militancia, fue concejal, diputado provincial, convencional constituyente y diputado nacional del juarismo. Llegó a la Cámara baja para reemplazar y cumplir el mandato de la mismísima Mercedes Marina de Juárez y, de paso, con viveza, se puso al lado de la banca del otrora máximo dirigente gremial de la Argentina, como fue Saúl Edolver Ubaldini, de quien se hizo amigo y lo recordaba con cariño, sintiéndose discípulo del sindicalista de los cerveceros argentinos.

Los nuevos tiempos, con Zamora

Antonio Anselmo Romano, junto al entonces senador nacional  Geardo Zamora y a la entonces gobernadora Claudia Ledesma Abdala de Zamora, en la celebración del Día del Empleado Público, en Utepse.
Con la aparición del Frente Cívico por Santiago, una coalición de dirigentes radicales, peronistas e independientes, Romano, junto a la totalidad de la CGT-Santiago se sumó al nuevo movimiento y acató el liderazgo del doctor Gerardo Zamora.
Como uno de los tres representantes cegetistas ocupaba hasta su fallecimiento el cargo de diputado provincial, dejando su sello indeleble en el recinto de la Legislatura siempre dispuesto y preparado para debatir, refutar y discutir con la oposición. Fue siempre duro e intransigente para discutir estos últimos años con la bancada de macristas y socialistas; defendiendo al gobierno provincial y criticando a la administración nacional de Mauricio Macri.
Tenía una virtud. Leía todo y esa información lo capacitaba para anticiparse a las jugadas de los del PRO de Santiago, quienes todas las veces quedaban a medio camino en sus críticas al zamorismos o a sus defensas al macrismos porque se les cruzaba “Romanito” para hacerlos retroceder con discursos fundados y convincentes.
Sus restos son trasladados por vía terrestre desde el hospital Británico de la Capital Federal a nuestra ciudad y arribarán alrededor de las 5 de la mañana de este jueves 16.