martes, 6 de septiembre de 2022

Un atentado con final feliz

Por Antonio Calabrese, abogado constitucionalista, historiador, político.

Nos anotamos entre los que repudian los atentados contra la vida de cualquier persona. No hay vidas más valiosas que otras, porque la vida es el primero de los derechos sin la cual no existen los demás. Por las mismas razones rechazamos la pena de muerte para sancionar delitos aun cuando sean los más aberrantes. Los homicidios y las tentativas de ellos son por tanto, a nuestro criterio, las acciones más deleznables que puedan cometerse.
El atentado sufrido por la vicepresidente de la Nación Argentina está comprendido en ese repudio, por supuesto, sin dejar de considerar sus especiales circunstancias.
No somos afectos a las teorías conspirativas pero no podemos dejar de considerar que horas antes un juez, pero de la Ciudad, había dispuesto que la protección ofrecida por esta, en los tumultuosos días precedentes, debía cesar y ocuparse de la misma la Policía Federal y su custodia personal lo que se efectivizó inmediatamente, por más que su sentencia fuera apelada.
Casi de inmediato, sin pérdida de tiempo, un extranjero de dudosos y limitados antecedentes y recursos, en solitario, a menos de un metro de distancia, en las proximidades de la puerta de su casa, gatilla un arma apuntando la cabeza de la doctora, pero no salen las balas.
Según dice el periodismo, la juez interviniente manifestó que se trata de “un arma no conformada” (¿Qué querrá decir?), porque además se la encontró tirada por ahí, se supone que es la del atacante, (primero tendrán que probar que esa era el arma de la agresión y segundo si funcionaba, porque si no lo hiciera, ni tentativa de homicidio existiría).
 
Rol de la custodia
 

El sujeto, que se filtró entre el público, apunta con una pistola al rostro de la vicepresidente de la Nación, enfrente a la casa de Cristina Fernández de Kirchner, en el barrio porteño de La Recoleta.

La custodia profesional oficial actúa fuera de todo protocolo, aun del más elemental, sin impedir ni prever el ataque, y una vez producido en vez de retirarla del lugar, cubrirla con sus propios cuerpos tratando de advertir la presencia de otros atacantes de apoyo, no efectúa lo que se llama “un tren de fuga”, que consiste en introducir en un vehículo al objetivo resguardado y salir a toda velocidad del lugar con otro móvil atrás de custodia. No detiene al agresor al contrario es espectadora de la actuación de la propia turba, que no golpea ni agrede al atacante, sino que solo lo toma de los pelos y lo retiene para entregarlo mansamente a la autoridad. Mientras tanto, dicen, la victima sigue tan campante en el lugar del hecho firmando autógrafos por varios minutos.
El gobierno, empezando por el propio Presidente en cadena nacional, denuncia como causa del episodio al odio político provocado por la prensa, la oposición y la Justicia.
Se decreta un feriado nacional y se convoca de manera increíble a movilizaciones en todo el país cuando, justamente si de odio político se trata, lo prudente y adecuado hubiera sido todo lo contrario.
Lo cierto es que 1) la señora y su facción política habían perdido las últimas elecciones y estaban en las peores condiciones según las encuestas para las del año próximo; 2) desde lo personal tenía un pedido de condena a 12 años de prisión por asociación ilícita y administración fraudulenta en sus mandatos anteriores, entre otras causas pendientes a resolverse próximamente, con muchas posibilidades de ser condenada, por las dos o al menos una de las figuras penales en este caso, a tenor de las pruebas que ofreció el Fiscal y toda la ciudadanía vio por televisión; 3) su gobierno, que es el actual, va para una inflación anual de tres dígitos, con una pobreza que casi alcanza al 50% de la población con jubilaciones que en un 70% apenas superan los 100 dólares mensuales y los suelos básicos los 150.
 
Cuesta abajo
 
Es decir, va rodando cuesta abajo en el fracaso político, judicial y económico.
Solo le queda como último recurso el conflicto social, en las calles, infundir el temor y provocar el caos y la anarquía con la complicidad de un Gobierno decadente y claudicante que lo incita y acompaña desde el poder ¡¡¡vaya uno a saber con qué objeto!!! ¿Tal vez alterar el orden institucional?
La cuestión era tomarlo como pretexto, para tratar de resucitar, repetir la épica histórica del 17 de Octubre de 1945, igual que Perón y el peronismo naciente, a los que siempre repudió pero ahora en la desesperación perdedora recurre y abraza, eso sí, cruzando el puente de Avellaneda aunque esta vez con tropa adocenada, mercenaria, de intendentes y gobernadores adictos, no espontanea como entonces.
En un intento de cambiar las rejas de la cárcel por la gloria, nada menos. Algo que sería posible solo para una mayoría de inadvertidos.

lunes, 8 de agosto de 2022

Arrasó el Frente Cívico entre alternancias de UCR y PJ

El gobernador y conductor del Frente Cívico por Santiago del Estero, Gerardo Zamora, junto a su esposa la senadora nacional Claudia Ledesma Abdala, el senador nacional José Emilio “Pichón” Neder, el vice gobernador Carlos Silva Neder y otras autoridades, junto a la reelecta intendente de la Capital, ingeniera Norma Isabel Fuentes.

Radicales y justicialistas nucleados en el Frente Cívico por Santiago del Estero reafirmaron con votos el liderazgo de Gerardo Zamora en esta alianza que, el domingo, se impuso en 25 de las 26 municipalidades, ampliando una invencible senda victoriosa iniciada en marzo del 2005.
La ciudad de La Banda es la única excepción, donde el Frente Renovador mantiene la conducción del municipio.
Santiago del Estero, con la llegada de Zamora a la Gobernación, puso en marcha el Frente Cívico por Santiago, dentro del cual radicales y justicialistas (pese a sus diferencias) se animaron y  juramentaron a “militar por un proyecto de unidad y desarrollo provincial”, ensayando una verdadera rareza dentro del concierto de la política argentina.
Aquella iniciativa de políticos provenientes de la UCR (representados por Zamora) y los del PJ (conducidos por el loretano José Emilio “Pichón” Neder), recibió el apoyo incondicional de la Central General del Trabajo (CGT-Santiago), la que se sumó a la nueva coalición en la búsqueda de la “convivencia y la paz social” en la provincia.    
 
Competencia y fiesta con los mejores
 
Cada cuatro años, cuando las ciudades votan a sus jefes comunales, los radicales y los justicialistas del Frente Cívico por Santiago salen a la cancha de la democracia con sus mejores representantes. Los oficialistas por la reelección y los opositores por la alternancia.
Todo es competencia y fiesta, a sabiendas que el lunes vuelven a unirse detrás del amparo de la alianza provincial.
La fiesta es de la democracia. Cuando el vecino se convierte en ciudadano de verdad. Es el domingo que sale con entusiasmo, deseoso y con libertad a elegir.
En la jornada de este domingo, quien protagonizó el apoyo de todos, de radicales y de peronistas, fue la reelecta intendenta de la Capital, ingeniera Norma Isabel Fuentes, quien se alzó el porcentaje de 45 por ciento, con 65.070 votos.
Esa unidad capitalina la explicitó Zamora al final de la jornada, acompañado por el senador José Emilio “Pichón” Neder y la principal dirigencia de la coalición: “Lo importante es el mañana…para seguir trabajando y desarrollando el progreso de nuestra provincia”.
 
Las reelecciones y las alternancias
 
En el interior provincial, el sector radical del Frente Cívico por Santiago consiguió reelecciones en la ciudad de primera categoría de Las Termas de Río Hondo, con Jorge Mukdise, quien alcanzó el porcentaje de 56,84%, con 14.031 sufragios y en las comunas de segunda categoría de Fernández y Monte Quemado, donde el fernandense Víctor Araujo triunfó con 7.713 boletas (64,92%), y el copeño Felipe Cisneros obtuvo una victoria con 5.150 votos (49,14%), respectivamente.
En las municipalidades de tercera categoría, el radical Jairo Colaneri consiguió su reelección como intendente de Bandera, Rivadavia, con el mayor porcentaje de votos: 77,06%.
Le sigue Miguel Álvarez, en Beltrán, donde éste radical alcanzó su reelección con el 68,65 por ciento de los sufragios.
Otro dirigente de esta fracción que consiguió su reelección fue el pinteño Jorge Leguizamón, con 1.121 votos y un porcentaje del 48,79 por ciento.
Asimismo, los radicales seguirán conduciendo tres comunas con nuevas caras (por intendentes impedidos de la reelección por haber cumplido dos mandatos). Son los casos de  Sumampa, con el joven Fernando Bernasconi (3.230 boletas/60,63%); Ojo de Agua, con la médica Mónica Bustamante (4.026 votos/51,88%) y en Los Telares con Nora Roldán (1,491 votos/ 43,93%).
También en el rango tercera categoría, los radicales recuperaron cinco comunas: Los Juríes, donde Javier Carvajal triunfó con 3.523 apoyos (58,51%); Tintina, con Mario Cantoni (2.518 votos/59,60%); Pampa de Los Guanacos, con María Ferreyra, 1.927 sufragios/50,20%), (Pozo Hondo, con Alejandro Albornoz (1.465 boletas/49,38%) y Nueva Esperanza, donde el actual diputado provincial Arnaldo “Beto” Cazazola triunfó con un porcentaje de 48,66 por ciento.
 
Los justicialistas
 
A su vez los justicialistas del Frente Cívico por Santiago, triunfaron en dos intendencias de primera categoría.
En Frías, Humberto Salim volvió al triunfo y recuperó la comuna con 7.713 votos y un porcentaje de 35,62 por ciento. Y, en Añatuya, el médico Julio Castro alcanzó la victoria que lo devuelve a la intendencia, con 6.082 sufragios y un porcentaje de 35,95 por ciento.
En el rango de la segunda categoría recuperó dos ciudades. En efecto, en Quimilí ganó el médico Diego Ponti, con 5.501 sufragios y un porcentaje del 49,69%, mientras que en Loreto, Ramón González triunfo con 3.666 votos y un porcentaje de 36,44 por ciento.
En comunas de tercera categoría, este sector del Frente Cívico por Santiago recuperó y concretó la alternancia en cinco intendencias. En San Pedro de Guasayán el médico cardiólogo Oscar Juárez se consagró como intendente con 1.199 votos (55.72 por ciento).
A su vez, el joven William Cheeín ganó la comuna de Colonia Dora, con 2.681 sufragios y un porcentaje del 59,16 por ciento.
Otro que recuperó el cargo de intendente en Campo Gallo fue el ex diputado provincial Amado Tomás Chamorro (“Bochi”), quien alcanzó la victoria con 3.059 votos y un porcentaje de 50,24 por ciento.
En Forres, departamento Robles, la joven Belén Abdala logró llegar a la comuna con 2.487 sufragios y un porcentaje de 51,62 por ciento.
Por último, en Suncho Corral, el joven justicialista Francisco Vittar superó a sus dos contendientes, sustentando su candidatura en el Frente de Todos. Ganó  por 1.763 votos y un porcentaje del 59,60 por ciento.

Marcelo Nazar ganó con un candidato del Frente de Todos

El electo intendente de Suncho Corral, Francisco “Pancho” Vittar, junto a su tío, guía y consejero, el dirigente peronista Marcelo Antonino Nazar.
Un peronista, se suele decir, siempre juega muy fuerte en todas y cada una de las contiendas político-electorales. Fue lo que le pasó al ex diputado provincial Marcelo Antonino Nazar, integrante del PJ Santiago y consejero nacional del partido.
Ocurrió que un amigo del pueblo, dirigente y ex intendente de Suncho Corral por dos períodos, exigió una nueva postulación, pese a que su esposa terminará el mandato de jefa comunal el próximo 10 de diciembre.
Marcelo, viejo lobo de mar, frente a esa intransigencia, acudió a su oficio de estratega político y lo dejó en libertad.
El tal amigo viajó a la Capital y consiguió autorización partidaria para utilizar la sigla del PJ. Armó la lista de concejales y se puso a trabajar tras rebelarse a su conductor político.
Nazar, jefe del peronismo de Suncho Corral y del departamento Juan Felipe Ibarra, optó por cambiar la cara al PJ de su pueblo y sacó a la cancha a un tercer candidato para competir dentro del espacio del Frente Cívico por Santiago.
Acudió a un joven militante peronista y sobrino suyo: Francisco “Pancho” Vittar.
Con estos pasos, desorientó a la dirigencia provincial. Los popes del PJ Santiago no entendían y calificaron de “una locura” a la jugada arriesgada de Nazar.
“Marcelo, no podemos ir divididos en dos listas. Vamos a perder la intendencia de Suncho Corral”, se escuchaba a la cúpula partidaria en la sede de esta Capital.
“Permítanme llevar a mi candidato con el Frente de Todos y vamos a ganar, porque es la única estrategia que permite retener la intendencia para el peronismo, habida cuenta de que si tenemos dos candidatos competitivos vamos a polarizar la elección, quitándole margen al Frente Cívico", eran las razones de Marcelo.
Al final, como no se le podía negar un pedido a un dirigente de fuste como Marcelo Nazar, accedieron y apareció en escena el joven tercer candidato.
El domingo, alrededor de las 22, no faltó ningún dirigente a la hora de tomar el teléfono móvil para llamar y felicitar al dirigente con vuelo provincial y nacional del PJ, que merecía todos los halagos por no haberse equivocado al encarar tan arriesgada jugada política.
Por ejemplo, el presidente del PJ-Santiago, José Emilio "Pichón" Neder, con gran alegría, felicitó a Marcelo porque con su candidato retuvo para el peronismo una de las intendencias más emblemáticas de la provincia.
Lo cierto que Nazar protagonizó una jornada plena de alegría entre sus militantes; que 
seguramente será muy recordada en su larga trayectoria política.
(“Pancho” Vittar le dio el triunfo al Frente de Todos con 1.848 votos, superando a Hugo Roberto Cura, del Frente Encuentro Cívico, que obtuvo 1.671 sufragios, y al tercero, Jorge “Tala” Azar, que ocupó el tercer lugar).

miércoles, 2 de febrero de 2022

Schiaretti duro con los K: feudales y autoritarios

El gobernador Juan Schiaretti pronunció un discurso de alto contenido político y durísimo contra el kirchnerismo al abrir el período de sesiones ordinarias de la Legislatura cordobesa,  habló de pseudo progresistas y volvió a reclamar mayor federalismo.

El gobernador Juan Schiaretti ofreció su discurso anual en la Legislatura de Córdoba al dejar inaugurado un nuevo periodo de sesiones ordinarias.
Esta vez, invirtió el orden de lo dicho dejando el repaso de la gestión y los anuncios para un segundo plano arrancando directamente por el nodo político de su mensaje: una declaración de abierta y decidida incompatibilidad con el peronismo kirchnerista. Ellos, los unitarios; nosotros, los federales, se infirió del texto de seis páginas que leyó en el recinto.
El nivel de la crítica hacia la política de Alberto Fernández y Cristina Kirchner fue tal, que en un solo párrafo el mandatario se refirió al kirchnerismo cómo pseudo progresistas, feudales y autoritarios.
“Los que somos progresistas de verdad y defendemos la necesidad de la justicia social desde el inicio de nuestras vidas, los que peleamos en serio contra la dictadura y le vimos la cara a la muerte varias veces por eso, los que recibimos tiros en nuestro cuerpo por defender la libertad y la democracia, los que fuimos perseguidos o encarcelados, sabemos que gobernar recitando consignas pseudo progresistas mientras se degradan las instituciones y se profundiza la decadencia y la pobreza en el país, demuestran en realidad una actitud feudal y autoritaria que nada tiene que ver con el progresismo que recitan”, dijo.
“Los progresistas en serio, no queremos ni entramos en la grieta, no nos peleamos con nadie, respetamos y construimos con quienes piensan distinto a nosotros y defendemos a rajatabla la democracia y los derechos humanos”, agregó.
Si bien es cierto que desde las PASO del año pasado Schiaretti viene amasando su perfil de opositor pleno al gobierno central, con la vehemencia de sus palabras y los conceptos lanzados, el cordobés dejó en claro que está dispuesto a llevar sus reclamos al terreno que haga falta para obtener de la Nación lo que -demandó- es justo para Córdoba. Esa posición, se sabe, supone tensar al máximo el vínculo institucional y político con el Frente de Todos en la antesala electoral del ‘23.
El contexto de dónde salieron esas palabras también le imprime relevancia a lo pronunciado: Schiaretti eligió una vidriera de proyección nacional para abrir fuego contra el kirchnerismo y, en simultáneo, posicionarse en el tablero principal.
 
“Se gobierna para el Amba”
 
“Seguimos siendo un país unitario donde el estado nacional gobierna fundamentalmente para el AMBA, que tiene privilegios en detrimento del interior profundo de la patria”, disparó el cordobés.
Tras exigir por los subsidios nacionales girados al AMBA para el transporte, el agua, cloacas, la energía, la nafta y el GNC y mencionar la diferencia de los costos de esos servicios en Buenos Aires y Córdoba, Schiaretti se plantó: “nuestra provincia reclama también que la Nación nos pague los 210 millones de dólares que nos debe por incumplimiento de convenios de obras viales firmadas por el anterior Gobierno Nacional, el que no pagó prácticamente nada ni de la Circunvalación de Córdoba, ni de la bajada de Altas Cumbres, ni de la variante Costa Azul. Todas estas obras las tuvo que hacer la Provincia con recursos propios”.
Y luego disparó: “por eso los cordobeses no le debemos nada a la Nación, al contrario, es ella quien nos mete la mano en el bolsillo con las retenciones a las exportaciones desde hace más de 15 años y ni nos paga las obras que firmó hace seis”.

Los muchachos que fundaron el glorioso Club Atlético Mitre

Por el doctor Antonio Virgilio Castiglione.

Hacia el año 1900, ya se practicaba el fútbol en la ciudad de Santiago del Estero.
Aproximadamente en el año 1906, ubicaremos a dos grupos de jóvenes, que vivían en dos calles céntricas, paralelas y vecinas. Una era la calle Bartolomé Mitre (con nombre de un expresidente de la Nación), y la otra, la calle Mendoza (de una importante provincia argentina). Ambos grupos rivalizaban deportivamente entre sí.
Los jóvenes domiciliados en la calle Mitre, estaban liderados por Humberto Palumbo y tenían un equipo de fútbol denominado “Los Tigres de la Mitre”. Pertenecían a éste hijos de familias italianas como Palumbo, Balzaretti, Chernicharo, Fazio, Simonassi, Venturini, etc., más otros criollos por cierto, como Bravo, Cortés, Corvalán, Marcelo Gauna, Guzmán, Luna, Ramírez, Ruiz y Suárez.
Sus eternos y acérrimos rivales eran “Los Leones de la Mendoza”, de la calle paralela homónima, liderados por José F. L. Castiglione, quien estaba secundado por su hermano Antonio. A este grupo pertenecían los jóvenes de apellido Giuliano, Gargaro, Terrera, Falcione, Capelaccio, Gauna, Ledesma, Medina, etc.
Ingreso al estadio del Club Atlético Mitre “José y Antonio Castiglione”, en Roca y 3 de Febrero, de la ciudad Capital.
La histórica platea techada del Club Atlético Mitre.
Cierto día de ese año, Palumbo (del equipo de la calle Mitre), desafió a Castiglione (de la calle Mendoza) a un partido definitorio: -“Si Uds. ganan - le dijo - nosotros vamos a integrar el equipo de la calle Mendoza.
En cambio, si ganamos nosotros, ustedes vienen a integrar el equipo de calle Mitre”. Tanto el desafío como las condiciones impuestas fueron aceptadas.
Luego de un intenso y muy disputado encuentro, ganó el de calle Mitre (“Los Tigres”), y los perdedores (“Los Leones”) cumplieron con la palabra empeñada, y se incorporaron, fusionándose, con el equipo ganador.

Primeros partidos de la fusión de los muchachos de la Mitre con los de la Mendoza, que luego fundaron la gran institución. El segundo de los jugadores parados, de izquierda a derecha, es Antonio Castiglione y, el cuarto, de gorra blanca, José F.L. Castiglione.

A la hora de ponerle un nombre, eligieron el de la calle que los vio nacer: Mitre. Su sede social fue originariamente en calle Mitre 167. Y se adoptaron los colores amarillo y negro, pues eran los de la bandera del ferrocarril.
Los otros clubes de fútbol de la época eran: “Los Ingleses”, “Sarmiento” y “Gobernador Santillán”.
Participaron de la conducción del Club Atlético Mitre muchos hijos de inmigrantes italianos, como ser Humberto R. Palumbo (presidente en 1917), Antonio Castiglione (vicepresidente durante 1925/1930), José F. L. Castiglione (presidente en los años 1934/1936), Armando Zaccardi (presidente años 1941/1946) y Alfredo Bonacina (período 1948/1950).
(A su vez, el Dr. Alfredo Gargaro fue presidente del otro club importante, Central Córdoba).
Otros dirigentes que trabajaron con ahínco por el crecimiento de la entidad fueron Edmundo Raed y Federico Yocca, presidente y vice, respectivamente, entre 1964 y 1967.

La época de Oro de la Liga
 
Equipo de Santiago del Estero, campeón argentino de futbol de 1928.
Delantera del equipo de Santiago, que en 1928 salió campeón argentino de fútbol en River Plate, ciudad de Buenos Aires: Nazareno Luna, Luis Díaz, Ramón Luna, José Díaz y Segundo (Ita) Luna (olímpico en Amberes). Salvo Luis Díaz, todos eran jugadores del Club A. Mitre.
A los fines informativos de este artículo, muchos jóvenes eran no sólo ítalo descendientes, sino también de familias capracottesas, como José y Antonio Castiglione, Francisco Giuliano, Alfredo Gargaro y Alfredo Terrera.
Como una derivación de esta historia, agregaremos que José Castiglione durante trece años presidió la Liga Santiagueña de Fútbol, que en el año 1929 salió campeona argentina de ese deporte. Y debido a ello, al año siguiente le cupo presidir la delegación argentina que participó en el campeonato sudamericano de fútbol en Brasil.

El jugador Ita Luna, destacado goleador santiagueño y jugador olímpico, fue tapa de la conocida revista de futbol “El Gráfico”, en 1926. (El autor agradece a varias de la fotos provistas por el señor Lucas Serafini).

Transcribiremos una nota de Darío Patrizzi, de 1948: “Desde 1927 a 1930, Santiago del Estero tuvo su época de oro.
Aquella performance de los “pelos duros” (sobrenombre algo despectivo a los jugadores santiagueños por no tener su cabello lacio, insinuando más un origen en los pueblos originarios), en 1928 fue una verdadera bomba atómica estallada en pleno Buenos Aires. Ningún otro acontecimiento deportivo, fuera del match “Firpo vs. Dempsey”, en Nueva York, provocó mayores comentarios en todos los ámbitos de la República”.
“Y pareció que aquella tarde, en el campo de juego del Club River Plate, como si aquellos argentinos netos, venidos de las trágicas o heroicas leyendas de las selvas santiagueñas … eran once muchachos fuertes, de bronce o de roble, inspirados por la patria misma, los que en un esfuerzo extraordinario les adjudicó el título de campeones argentinos de futbol”.
“La delegación santiagueña rivalizó con todas las demás y las derrotó incuestionablemente”.
Concluía Darío Patrizzi: “Sea también nuestra palabra de elogios para el hombre admirable que dirigió todas las campañas de los ya famosos futbolistas. El triunfo no es solamente de ellos, sino en gran parte del Dr. José F.L. Castiglione, deportista intachable, que fue para sus muchachos un padre cariñoso y bueno. Sin su colaboración y sin su entusiasmo -podemos afirmarlo- el fútbol de Santiago del Estero no se habría perfeccionado ni sus representantes habrían logrado el Campeonato”.
Fuentes:
-Castiglione, Antonio V. (2006): “La Inmigración italiana en Santiago del Estero” (Argentina), pág. 221, nota al pie 231.
-Patrizi, Darío (1948): en “También el football cumple bodas de oro”, en El Liberal, Número del Centenario, 1948, pág. 367.
(Esta nota fue redactada por Antonio V. Castiglione, a pedido del centro Amici di Capracotta, una pequeña ciudad del centro oeste de Italia, arriba de los Apeninos, al solo efecto de que conozcan allí la obra de los hijos de los emigrantes de ese pueblo, en la ciudad que recibió a sus padres en el S. XIX, Santiago del Estero, Argentina).

sábado, 8 de enero de 2022

Se fue “El Gringo” Maidana: el periodista sin tachas

Por Oscar “Cachín” Díaz.
Foto de archivo del diario El Liberal, de la década del ’70, cuando el autor de esta semblanza realizó un reportaje a Eduardo José Maidana, por entonces director de la radio LV 11.
Como un buen laico de la Iglesia Católica, ajustó su vida y su carrera de periodista y escritor a la moral que predicó. Para Eduardo José “El Gringo” Maidana, quien dejó de existir ayer en esta Capital, esa palabra de Dios tuvo una importancia trascendental y fue la que lo condujo por el camino correcto hasta consagrarlo en un hombre de prensa prestigioso y sin tachas.
Por ello, en sus crónicas, comentarios y editoriales en el diario El Liberal propiedad de los doctores José y Antonio Castiglione, “El Gringo” jamás empañó su juicio y comportamiento; mucho menos su pluma valiente y filosa.
En esa redacción en la que los que teníamos 18 años llegamos con sagacidad para comprender “las cosas del diario”, aquellos periodistas gigantes nos apaciguaban y encaminaban a dominar lentamente la técnica del periodismo. 
¡Cómo no recordar al secretario de Redacción don Hipólito Noriega, al prosecretario don Francisco J. Giménez, al editorialista don Bernardino Sayago y a la tropa de nuestros maestros inolvidables: Amleto D’ Aloissio, Juanito Elli, Guillermo Juárez, Melquisedech López, Rogelio Moisés Díaz, “El abuelo” Rojas, Luis Corbalán,“El Gallego” López, Julio Boente y Eduardo José Maidana, quienes con sus ejemplos diarios, “en familia” (porque éramos eso “los del Liberal") consiguieron convertirnos en periodistas, armadores y editores...
En aquellos tiempos “El Gringo” Maidana fue el “hombre orquesta” de la Redacción, porque  simultáneamente trabajaba como periodista y entrevistador de Canal 7, donde llegó a integrar el equipo directivo.
Luego, desde 1969 condujo la privatización de LV 11 Emisora Santiago del Estero y dirigió la radio hasta fines de la década de 1980.
A nivel nacional ocupó los cargos de vicepresidente y presidente de la Asociación Radiodifusoras Argentinas.
Más tarde, en 1984, retomó su tarea de escribir los comentarios dominicales en El Liberal.
 
La gran obra de la Ucse
 
Desde adolescente, “El Gringo”, proveniente de su añorado Barrio Norte (Bolivia y La Plata), se integró a la Acción Católica de Santiago del Estero, convirtiéndose en un destacado activista junto a jóvenes que luego trascendieron en la vida política, social y educativa de la provincia.
Siendo joven, incursionó en la arena política y fue uno de los fundadores del partido Democracia Cristiana de Santiago del Estero, en la década de 1950.
Como representante de la DC ocupó el cargo de concejal del entonces Concejo Municipal de la Capital, en el período 1958 y 1960.
Más tarde se desempeñó como vicepresidente del Banco de la Provincia entre 1973  y 1976).
También Maidana fue uno de los fundadores de la Universidad Católica de Santiago del Estero (Ucse), ocupando entre 1985 y 2000 la presidencia de la Asociación Civil (Acucse); que sustenta económicamente ésta casa de altos estudios.
 
Ensayista de Santiago
 
“El Gringo” Maidana expresó como pocos su apego a la santiagueñidad; un sentimiento que desgranaba en las largas charlas del café de media mañana en el Centro de la ciudad.
Y, en los últimos 20 años, se dio el gusto de volcar esa sapiencia sobre la historia, las costumbres y el folklore de Santiago del Estero, en ensayos como: Derrotas y Esperanzas (1999. Editorial El Liberal); El Hilo de Ariadna (2007. Editorial Lucrecia); Pensar Santiago (2008. Editorial Lucrecia); Di Lullo. Un relato Fundacional. (2009. Editorial Lucrecia) y Nosotros ya estábamos (2016. Editorial Lucrecia).
Otro de sus libros fue Selección de trabajos periodísticos: Período 1973/2003, (2016) y, su última obra titulada, Perfiles, rescata a personajes de la vida social santiagueña.

Eduardo Maidana era un intelectual

Por Antonio Calabrese.

Eduardo José Maidana, evocado por el abogado y escritor Antonio Calabrese.

Una palabra que lo define, pero que es difícil de explicar.
Nace como un ataque, pretendidamente descalificador, a los defensores de Dreyfus (Zola, Anatole France, Claude Monet, etc.) o sea a los adalides, en ese caso, nada menos que de la justicia, todos ellos hombres de la cultura, de las letras, de las artes, pero culminaría, como no podía ser de otro modo, como un ícono del prestigio representado por ese minúsculo sector de la sociedad que sobresale por su pensamiento, sus estudios y su vinculación con la realidad.
Los intelectuales son tan relevantes a sus contemporáneos, que tanto los poderes religiosos como los políticos califican más alto cuando se les acercan.
Desde ese carácter, Eduardo Maidana en Santiago del Estero, estuvo presente, siendo aún muy joven, tanto en los grupos católicos como en los políticos que siempre lo reconocieron como un referente.
La verdadera dimensión de un intelectual en la sociedad podría entenderse con mayor precisión a partir de quienes integran el mundo de las ideas y en ese sentido hay coincidencias desde un extremo al otro del pensamiento.
Son los propios intelectuales quienes mejor se definen.
Teilhard de Chardin, por un lado, el sabio antropólogo y filósofo jesuita, seguramente más próximo ideológicamente a él, diferenciaba al ser humano del resto de los antropoides por siete sentidos con cuyo desarrollo llegaba al fenómeno central de la reflexión que es el poder de una conciencia de replegarse sobre sí misma advirtiendo no solo el saber si no a saber que se sabe y por eso su contacto con la realidad es imprescindible y trascendente.
Cuando esa condición se distingue a alguien sobre el común, se lo señalará como un intelectual.
Eduardo Maidana calificaba en esa dimensión.
Desde el polo opuesto, de ideas mucho más lejanas, desde el marxismo, aunque en singular sinonimia, Antonio Gramsci, en una de sus cartas fechada el 29/1/16 decía que la cultura “Es organización, es disciplina del yo interior, apoderamiento de la personalidad propia, conquista de superior consciencia por la cual se llega a comprender el valor histórico que uno tiene, su función en la vida, sus derechos y sus deberes”.
Maidana lo entendía muy bien y lo demostraba permanentemente en su acción, siempre gobernada por la prudencia y el equilibrio del juicio, fundamentando sus acciones y sus consejos, primero desde el periodismo que ejerció vocacionalmente, luego en sus libros, culminando, entre otras actividades, en la participación como fundador, en uno de los hechos más trascendentales en la historia santiagueña de los últimos 100 años como fue la creación de la Universidad Católica que transformó la vida y las esperanzas de un pueblo cuya expectativa de saber se encontraba en la emigración y ahora empezaba a poder estudiarse a sí mismo.
Su actuación política trascendió a la partidocracia y se recuerdan las expresiones laudatorias sobre su persona, que emitieran hombres de distintas extracciones políticas y que fueron muy importantes en la vida del Estado, cuya opinión requerían en más de una oportunidad, como los doctores Carlos Arturo Juárez y Carlos Jensen Viano, que la gobernaron en varias ocasiones y los doctores Francisco Cerro, que además de senador nacional fue maestro de numerosas generaciones de santiagueños y tucumanos en el derecho constitucional y político o Jaime Verdaguer González profesor también de Derecho, esta vez Civil y en su momento rector de la Universidad Nacional de Tucumán, entre otros personajes relevantes.
Porque como decía el mencionado Gramsci, “Todo es político, incluso la filosofía o “las filosofías” y la única filosofía es la historia en acto, o sea la vida misma.” 
Sus biógrafos, sus amigos, sus compañeros, se encargarán de retratar al hombre de la cotidianeidad, nosotros intentamos contribuir a hacerlo parcialmente recordando solo a un aspecto, al hombre del conocimiento al que la sociedad santiagueña le rendirá honores con su recuerdo como ejemplo.

lunes, 3 de enero de 2022

Ser porteño

Por Antonio Calabrese 

Siempre piensa que no podría sentirse parte de ningún otro lugar que no fuera Buenos Aires.
Tal vez será por haber nacido aquí, o porque cuando escucha a Gardel parece llevarlo como una escarapela, o porque la sonrisa de Perón cuando dice definiéndolo, con inteligente picardía, que no son buenos sino que los otros son peores, o cuando la gambeta de Maradona, que venía de Fiorito, dribleando ingleses, lo desquita un poco de tantas cosas, o porque cuando escucha a Piazzola, hasta puede lagrimear.
Es que la emoción y la sensibilidad, dibujan firuletes, como los bailarines de una milonga.
No es difícil oír, en la locura agitada de una urbe que se renueva todos los días, la melodía de fondo de un tango que la identifica.
Me parece que no es un sentimiento individual o personal, es colectivo, está más allá de uno mismo, se encuentra en los versos de Borges, las descripciones de Mujica o las novelas de Marechal, en los cuentos de Cortázar o Roberto Arlt.
Se percibe en todos ellos y en muchos más, en el bandoneón de Rubén Juárez o el de Troilo, en las voces aguardentosas de Rivero o Goyeneche, en el final reñido de algún “Nacional” en el hipódromo de Palermo que los deja roncos por gritar hasta que cruzan el disco.
Yo creo que es un espíritu que sobrevuela en las calles de cualquier barrio o en sus parques y plazas, enroscándose en los árboles, renaciendo con fuerza en las flores cada primavera.
Siente que son propios los teatros de la calle Corrientes, aunque no tenga dinero para pagar la entrada y ver sus espectáculos, también las pizzerías de la Boca pese a conformarme con los fideos que cocina la vieja, que son lo único que hay y cree que las arboledas de Belgrano forman un túnel que lo recibe triunfal camino de regreso a casa todas las noches.
Cuando uno va en el tren rumbo al trabajo o trepa al pescante de un colectivo, se hunde en las entrañas del subte, cruza las avenidas en el parpadeo de un semáforo, junto a la muchedumbre, en las máximas horas de actividad, es como la sangre que corre por las venas para dar vida a un ser inmenso, a un Goliat, que es la imagen de todos sus habitantes.
En las colas de las paradas del transporte público, en la de los bancos el día que pagan los sueldos o jubilaciones, en la puerta de los estadios cuando juega el clásico el equipo que los apasiona o en la tensa espera de las guardias de los hospitales, los porteños son todos iguales, ricos o pobres, por eso a los que gozan de algún privilegio, a los VIP, no los consideran propios. Son como turistas, ajenos, extraños, de otra parte.
No hay odio ni rencor, tal vez, desdén o desprecio o en algún caso envidia.
La vida sigue y pasa su zaranda dejando a alguno en el camino, cualquiera sea su condición, privilegiado o no, mientras la ciudad renueva y gasta sus energías, cada día en rutinas desparejas. 

Siempre en estado de superación

Pertenecer es saberse parte de todo eso que forma una colorida figura como la que el genio de un artista vuelca en la tela.
Las privaciones de una ciudad incompleta, siempre en estado de superación que a su vez, comparativamente, se distingue en el mundo, son como un espiral eterno de vanas ilusiones, de esperanzas sin concretar, de sueños que se pueden transformar en paraísos o en pesadillas.
Buenos Aires es generosa en los escasos triunfos que permite y en las malas horas, es como llevar un cilicio difícil de aguantar.
Sin embargo, aunque con el sello común, las individualidades sobresalen, aprovechando el talento natural o el mérito adquirido, se lucen, hay muchas estrellas y todos se sienten parte de ellas, ganando o perdiendo, como cuando Firpo sacó del ring a Dempsey o Ringo volteó a Casius Clay o Gatica provocaba a su adversario descubriéndose el rostro, bajando la guardia, seguro de su resistencia, hasta que el campeón de un solo trompazo lo noqueó.
La Sabiduría de Houssay, de Leloir o de Milstein demuestran hasta donde pueden llegar.
Así son, se dan el lujo de elegir un Papa en un mal momento de la Iglesia y tienen hasta dos premios nobel de la paz a pesar de que es la capital de un país que vive en la discordia.
Conquistadores contra originarios; criollos contra españoles; unitarios contra federales; conservadores contra radicales; peronistas contra todos. Con mucha sangre de por medio. No tuvo paz en los últimos 400 años.
Sin embargo allí están, estoicos y orgullosos, dispuestos a vender cara su identidad, la que se hereda, dado que es una construcción de la historia, pero que se debe ratificar o agigantar a cada momento, en cada encrucijada, de lo contrario desaparece.
Esa marca que nació en los que llegaron con Pedro de Mendoza, el granadino, que murieron a manos de los querandíes, cuyos sucesores tiempo después son los mismos que echaron a los ingleses con Liniers a la cabeza, que era francés, que crearon ejércitos con la leva, con hombres de todas las layas, creencias y orígenes, para luchar por la independencia y después contra los malones, que descubrieron sus tradiciones gloriosas con la pluma de Mitre que descendía de italianos, que conoció el martirio con Dorrego que era judío, que integró un país con Roca que era tucumano, que supo ganar finales por el hocico, de atropellada, con Irineo en la montura, que era oriental, con Peucelle que era de Barracas pero inventó “La Máquina” para ganar partidos por goleada.
Porque el que elige vivir aquí se integra, es parte de todo, se diferencia, se hace distinto.
Las épocas van pasando y de las carretas llegaron al subterráneo, de los burdeles a los pubs, de los almacenes a los supermercados, de los cuchilleros a los barra brava, de los arrabales a las villas, pero ahí están con sus defectos y virtudes, capaces de ganar el primer premio de cualquier cosa y después destruirlo u olvidarlo totalmente.
Pueden ser los mejores pero al mismo tiempo los peores, según les venga en ganas.
Como todo sentimiento es difícil definirlo, solo basta dejarlo estar, ser.
En su mochila llevan un pasado glorioso, un presente doloroso y un futuro incierto, además del bastón de Mariscal.

Casi el 60% de los porteños vive estresado por el ritmo acelerado que mantiene, pero igual conserva sus particularidades que lo distinguen en cualquier parte: ama el fútbol, nunca tiene tiempo, siempre te da una mano, es arrogante, es apasionado, sabe todo de todo, es verborrágico, ama los bares y ama discutir.