domingo, 29 de diciembre de 2013

Se fue el subsecretario de Cultura, arquitecto Legname

Rodolfo Legname dejó el cargo de subsecretario de Cultura de la provincia.
Al otro día de la asunción de la escribana Claudia Ledesma Abdala de Zamora como gobernadora de Santiago del Estero, presentó su renuncia y se retiró de sus oficinas sin saludar a nadie, el ex subsecretario de Cultura, arquitecto Rodolfo Legname.
Estuvo más de 8 años en el cargo provincial, a los que se suman los otros en la municipalidad de la Capital, al lado de Gerardo Zamora.
Pese a ser uno de los funcionarios con más contacto fluido con la prensa, Rodolfo no habló con nadie y se fue. Tampoco no apareció noticia alguna sobre su alejamiento.
La calle sabe de esta renuncia rara y sorpresiva, y los hombres y mujeres de la Cultura capitalina no salen de su asombro. Más aún, están afligidos luego de anoticiarse,  por rumores, que el sucesor sería el director de la Biblioteca 9 de Julio, Jorge Rosemberg.

Víctor Paz le ganó a medio Ministerio de Gobierno


Víctor Paz barrió a la lista Verde en el Sindicato de Comercio que estaba bancada por parte de la CGT y que recibió más de 600 mil pesos que le suministró un sector del Ministerio de Gobierno. 

Pocos saben lo que realmente pasó en las elecciones del jueves 19 de diciembre en el Sindicato de Empleados de Comercio de Santiago del Estero, donde el secretario general Víctor Manuel Paz triunfó con más del 88 por ciento de los votos y logró su reelección.
Pasó que Paz se impuso a la lista Verde, armada en la CGT y pagada por un sector del Ministerio de Gobierno. Se sabe que lo que gastó esta cartera del Poder Ejecutivo provincial para derrocar a Paz ha sido obsceno, desprolijo e inexplicable.
Se habla de que Gobierno dispuso más de 600 mil pesos para la campaña de la lista Verde, distrayendo de manera escandalosa los dineros públicos y quién sabe qué van a hacer (mal, por supuesto) para justificar esta maniobra delictiva conocida como malversación dolosa.
Con esa plata (una fortuna) de los santiagueños, los dos o tres pícaros de la lista Verde pagaron las pintadas en todos los muros de la ciudad (¡qué raro, todas igualitas a las que pintan los muchachos de Bases Peronistas!) ; los pasacalles colocados en todos los comercios de la ciudad; los afiches; la publicidad callera; las estáticas  y en las tres pantallas digitales que exhibe la Capital. Cada una de las pantallas (ubicadas en Rivadavia y Ejército Argentino, en Independencia y Libertad y en Belgrano y Libertad), les salió 10 mil pesos a los platudos de la lista Verde.
Como el dinero era fácil y dulce, la lista Verde se dio el lujo de cerrar su campaña electoral en la esquina de Entre Ríos y San Martín (a metros de la sede central del Sindicato de Empleados de Comercio), en un acto similar a los que organiza Mauricio Macri en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Pagó un dineral a la empresa de sonido Dakar (la que hacer servicios en todos los actos del Gobierno provincial), y desembolsaron 10 mil pesos en la actuación de Los Quijanos. Asimismo, al estilo de los punteros políticos del aparato provincial, los muchachos de la lista Verde repartieron suculentos bolsines a todos los presentes en ese acto público.
El papelón lo soportan ahora dos o tres pícaros de la CGT y medio Ministerio de Gobierno, que creyeron en la improvisación de la dupla Bruno Díaz-Enrique Berna, que con toda la plata en sus bolsillos perdieron de manera rotunda a manos de Víctor Manuel Paz.
Los pocos votos que sacaron fueron producto de la compra que hicieron, a la luz del día. En efecto, Díaz y Berna trabajaron de 14 a 16 en las puertas de comercios  céntricos donde entregaban sobres a empleados mercantiles, conteniendo el voto y una suma que varió entre 300 y 500 pesos.
Si nadie hace nada para esclarecer esta tropelía de dos candidatos de una lista de un gremio, estamos en el horno. 

jueves, 26 de diciembre de 2013

Nelly Omar, “la cantora nacional” que reconforta al peronismo

Por Juan Elías Robles, médico justicialista de La Banda.
Murió a los 102 años la gran cantora Nelly Omar, que fue la “Malena” que inspiró a nuestro comprovinciano Homero Manzi. Su despedida no sólo pone de luto a los músicos, poetas e intérpretes de la música popular argentina, sino que nos toca íntimamente a los que militamos en el peronismo, ya que Nelly Omar estuvo ligada profundamente con las políticas y las figuras de dos figuras cumbres como son Juan Domingo Perón y María Eva Duarte de Perón.
Le gustaba que la llamaran la “cantora nacional”, y este nombre la define cabalmente porque fue la voz central del tango y la canción criolla en las décadas del ‘40 y el ‘50, y ya en su veteranía supo granjearse del cariño y el aplauso de los públicos jóvenes, que la admiraron a través de sus presentaciones periódicas en recitales y bien reflejados en programas especiales en las emisoras televisivas porteñas, en especial Crónica TV.
Los verdaderos seguidores de Perón y de Evita, debemos venerar a esta figura del arte popular argentino, porque fue una de las primeras que por adherir al peronismo fue proscripta y puesta en las “listas negras” y prohibida en radios y teatros luego del golpe de Estado de la autodenominada Revolución Libertadora.
 “Estuve 17 años sin trabajar porque me metieron en una ‘lista negra’ impuesta por la revolución fusiladora, por ser peronista de Perón y amiga de Evita, una mujer con gran personalidad que se fue demasiado pronto cuando tenía mucho por hace”, recordaba Nelly Omar.
En 1957 viajó a Montevideo para trabajar en radio y televisión y luego a Venezuela donde participó del programa de televisión “El show de Renny Otolina”, donde actuaba vestida de gaucho, pagando en su cuerpo su cercanía al gobierno popular y sus recordadas interpretaciones de “La descamisada” y “Es el pueblo”.
Fue bautizada en 1938 en Valentín Alsina “la Gardel con polleras”, gracias a una voz  espléndida con un fraseo claro
Una oración en su memoria y un fuerte “Viva Perón”, sirven para despedir a una excelente artista y a una inquebrantable militante del auténtico peronismo.
Nelly Omar, la gran voz argentina que falleció a los 102 años, y que fuera una ferviente peronista.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Rotundo triunfo de Víctor Paz-Silvia Cheeín, en el Sindicato de Comercio

Víctor Manuel Paz volvió a triunfar  Sindicato Empleado de Comercio, en representación de la lista Blanca y a expensas de la lista Verde. (Foto: Guillermo “Tuti” Uñates).
El sindicalista Víctor Manuel Paz fue reelegido como secretario general del Sindicato de Comercio de Santiago del Estero, durante las elecciones del jueves pasado, y las elecciones de este gremio fueron un ejemplo de transparencia, según los dirigentes de la lista Blanca (ganadora) y de la Verde (derrotada).
Esta victoria fue aplastante, pues el secretario general de los mercantiles arrasó con más del 80 por ciento de los votos, en una clara demostración de que se respalda su administración transparente y un trabajo tesonero a favor de la familia de los empleados de Comercio de nuestra ciudad.
Como subsecretaria fue elegida la dirigente Silvia Cheeín.
Durante los festejos de los integrantes de la lista Blanca, el reelegido Víctor Manuel Paz interpretó que “fue el apoyo del afiliado que está respaldando a un proyecto de sindicalismo puro, de plena defensa a los intereses y conquistas de los trabajadores, así como a un gremio que se esmera para cumplir con todos y cada uno de los servicios que favorecen la promoción humana de toda la familia mercantil”.
Ya en lo eminentemente electora, Paz agradeció el apoyo masivo a su gestión, y destacó el trabajo y la elección brillante que realizaron los dirigentes y afiliados de Las Termas de Río Hondo.
La Junta Electoral dijo que de los 1.889 votos emitidos, la fórmula Paz-Cheeín ganó con 1.174.

Buenos hospitales, pero sus plantas sanitarias son un desastre

La planta de tratamiento más un pozo ciego del monumental hospital de Lorenzo no funciona, en un hecho verdaderamente muy preocupante.
En su última gestión como gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora construyó hospitales monumentales en el interior de la provincia. Casi todos fueron inaugurados durante su segundo período de gobierno, que concluyó e 10 de diciembre de este año.
Los más grandes, cabeceras de una importante red sanitaria, son los hospitales de Añatuya,  Quimilí y Monte Quemado, con alrededor de 100 camas cada uno.
Están dotados de todos los espacios físicos necesarios que un hospital moderno require, y sobre todo tan alejados algunos de la Capital: Monte Quemado (350 km), Quimilí (220 km) Añatuya (200 Km).
El más cercano es el de Loreto, tierra del actual vice gobernador, José Emilio Neder, distante a solo 58 kilómetros de la capital.
Todos estos hospitales tienen dos quirófanos por lo menos, dos o tres salas de partos, espacios para equipos de rayos X o de mayor tecnología inclusive, modernas cocinas, cámaras frigoríficas y hasta morgues y capillas.
Salvo el hospital de Quimilí, los otros centros asistenciales, todos monstruosos están ya inaugurados.

Grave problema

Un lector de Arena Política hizo llegar una inaudita foto del pésimo estado sanitario del hospital de Loreto, donde el acoplado atmosférico de la municipalidad, todos los días del año, debe sacar dos viajes de líquidos cloacales, pues no funciona el sistema sanitario formada por una planta de tratamiento más un pozo ciego, donde se pretende volcar los líquidos de todo el hospital.
La planta en sí nunca funcionó. Dicen que le falta parte de la misma y que se encuentra en mal estado, pues la construcción data de hace cuatro años.
Este lector acercó una foto donde la playa de estacionamiento, situada frente a la cocina donde se elaboran todas las comidas de los enfermos, sirve de laguna de estancamiento de los líquidos cloacales.
Es de suponer que la solución de este grave problema que no consiguió Neder como ministro de Gobierno, la conseguiría ahora como vice Gobernador.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

$900: el bono de reyes de Claudia Zamora a empleados públicos

Claudia Zamora otorgará $900 a los empleados públicos, que se abonará el 4 de enero de 2014.
Antes de asumir su cargo de gobernadora de la provincia, la escribana Claudia Ledesma Abdala de Zamora convino con sus futuros colaboradores otorgar un bono de reyes a los empleados públicos de $900.
Esta ayuda se hará efectiva el 4 de enero, un día antes del Día de Reyes.
Asimismo, la provincia pagará el aguinaldo antes de la festividad de Navidad, y los sueldos en vísperas de la celebración de Año Nuevo.

martes, 3 de diciembre de 2013

Juárez lo mira y lo aplaude

Por Ernesto Picco.
En una de las pocas fotos en que aparecen juntos, Juárez lo aplaude. Es febrero de 2002 y Zamora acaba de dar un salto fundamental. Dos meses antes, mientras en Buenos Aires De la Rúa se iba en helicóptero, en Santiago la cúpula del gobierno municipal encabezada por Zavalía se reunía en el céntrico hotel Libertador. Tomaban la decisión de renunciar en bloque a sus cargos. Se iban todos, como pedían las cacerolas. Pero su viceintendente, un joven Gerardo Zamora, decía que no, que él no renunciaba. Él se quedaba. Los empleados municipales estaban de paro desde noviembre y el municipio estaba financieramente quebrado, pero él se quedaba a apagar el incendio. Nadie en el salón del hotel entendía nada. Algún testigo de esa noche dice que se fue a las piñas con Gustavo Zavalía, hermano del intendente y secretario de Gobierno. Afuera del hotel había una muchedumbre protestando. Zamora tenía 37 años. Y mientras los otros funcionarios se escapaban, unos por la puerta de atrás y otros por el techo, él se quedaba.
Con la renuncia de Zavalía, Zamora era el primero en la línea de sucesión de la intendencia. A las pocas horas se ponía al frente del municipio y Juárez liberaba el dinero para pagar los sueldos atrasados y normalizar la situación financiera. Los radicales fugados de la municipalidad después denunciarían un supuesto pacto preexistente entre el gobernador y el nuevo intendente. Zamora había dado un salto fundamental en su carrera política. En la foto, mientras Juárez lo aplaude, él le entrega las llaves de la ciudad al presidente Duhalde, que estaba de paso por Santiago en una recorrida por las provincias de un país sumido en la crisis total. Juárez mira al intendente detrás de sus anteojos negros, tal vez sin imaginarse que ante él está su indirecto heredero. Poco más de una década después, sentado frente al periodista Rogelio Llapur, Zamora dirá en una de sus últimas entrevistas como gobernador que nunca ha hecho política desde el agravio, sino desde el trabajo conjunto, “sin distinción de banderías políticas”, como reza una de las muletillas favoritas de sus discursos. Y no le miente a Llapur. El día que le sacan la foto con Juárez y Duhalde, Zamora se deshace en halagos para el octogenario gobernador. Le dice a un periodista de El Liberal lo mucho y lo bueno que ha hecho por la provincia y por la ciudad. Exactamente un año después, en otro verano de fuego, aparecen los cuerpos de Leyla y Patricia en La Dársena. Mientras en las calles se empiezan a organizar las marchas por el Doble Crimen, Zamora aparece en un cartelito chiquito, austero, con el dibujo de unas casas rosas de fondo, candidateándose para intendente por la Unión Cívica Radical. La protesta contra el juarismo crece en las calles y llegan las primeras misiones del Ministerio de Justicia de la Nación a analizar la situación de la provincia al mismo tiempo que Zamora, sin alardes, completa el mandato trunco de Zavalía y después gana las elecciones municipales con más del sesenta por ciento de los votos. Todas las miradas del país están puestas en la plaza Libertad. Zamora está muy cerca, las marchas pasan frente a la municipalidad, pero él se queda quieto en su despacho, mientras en las calles miles de santiagueños protestan contra el juarismo. El intendente aguarda, pasa inadvertido, calcula.
El resto es historia reciente. Pasadas las marchas y pasada la intervención federal, Zamora emerge como el máximo líder político de la provincia. Tiene 41 años y cara de bueno. Al lado de Juárez, casi una momia, el joven radical aparece como el cambio de una historia de medio siglo de miserias. La gente lo vota. El intendente le gana las elecciones por seis puntos a Pepe Figueroa, el candidato peronista. En 2005 el poder cambia de rostro. Juárezes desterrado del mapa, y el futuro es una hoja en blanco. Zamora va a gobernar ocho años y va a tener triunfos electorales superlativos: 53, 62,  85, 71. Todos puntos porcentuales que dejan en ridículo a la oposición y vuelven imbatible al Frente Cívico. En diciembre de 2013, once años después de la foto con Juárez y Duhalde, le va a pasar el mando a su esposa Claudia. El anuncio de su candidatura va a generar sorpresa, murmullos, insinuaciones de rimas con el pasado juarista. Pero nada de eso va a importar porque la van a apoyar. La presidenta está convaleciente tras una operación, pero en pocos días van a venir a bancar Abal Medina, Alicia Kirchner, De Vido y Capitanich. Y la gobernadora va a ganar con el 63 por ciento de los votos. No importará que sea uno de los triunfos menos exagerados del zamorismo, porque seguirá siendo un triunfo arrollador. Y sobre todo, no importará porque los triunfos más importantes del zamorismo nunca fueron los electorales, sino los tácticos. Las audaces apuestas de Zamora en momentos clave, como en el hotel Libertador. Esas han sido sus verdaderas victorias, las que pocos recuerdan, y que han sido muchas en sus ocho años de gobierno.

Demostraciones

El entonces intendente de la Capital, Gerardo Zamora, entrega las llaves de la ciudad al mientras Eduardo Duhalde, entre la algarabía de un Carlos Juàrez que aplaude.
Otra vez la plaza Libertad. Ahora el centro de atención es un comisario retirado, pequeño de tamaño pero desafiante en su discurso. Se apellida Gutiérrez y es el líder de un grupo de 300 policías que se han acuartelado en la Jefatura de Policía en un violento reclamo salarial. Durante la semana que dura la protesta, Gutiérrez habla varias veces subido a una de las tantas camionetas y móviles policiales que se han apiñado frente al antiguo cabildo. La plaza es una caldera. Zamora ya no está ahí. Se ha mudado de la municipalidad a la Casa de Gobierno, varias cuadras más lejos. Por primera vez se va a ver que se le frunce el ceño en su cara de bueno. El joven gobernador va a ser puesto a prueba y va a mostrar que es implacable. Llama a su despacho a las cámaras de Canal 7. Dice que el aumento es imposible de dar, reta a los acuartelados y dice que no va a dialogar con ellos. A las pocas horas entra a la plaza una marcha que apoya al gobierno. No es una marcha pacífica. Muchos vienen con palos y piedras. Los policías están encerrados en el edificio y los marchantes empujan un auto hasta la puerta y lo prenden fuego. Mientras, el gobernador pasa a disponibilidad a 115 efectivos policiales de todos los rangos. A las pocas horas el acuartelamiento se levanta, y Zamora acusa a Musa Azar y a algunos efectivos policiales vinculados a la policía juarista. Dice que ahora Santiago es otra provincia y no sólo gana la batalla a los sediciosos, también deja sentada una marca que se volverá una constante: no hay lugar para el conflicto, y el que se enfrenta, pierde. Sólo se negocia y se discute bajo sus términos. Al asumir su gobierno, Zamora sostuvo las mesas de diálogo que habían empezado con la intervención federal. Sólo en ese marco se darán desde entonces las discusiones salariales y sólo ahí se escucharan las demandas laborales, de tierra, o de otro tipo. Afuera, nada. Al poco tiempo, especialista en hacer magia con las ruinas, Zamora convertirá las llamas en fuegos artificiales: va a mandar a la policía a otro edificio y al quemado cabildo lo transformará en un coqueto centro cultural, que inaugurará la propia presidenta en 2010. Para entonces ya estará conjurado el olvido, y nadie se acordará de los policías, de los palos ni del fuego.
Al momento del acuartelamiento, Zamora llevaba poco más de un año en el gobierno. Fue la primera vez que tuvo que demostrar fuerza. Antes, ya había demostrado astucia. Para competir en las elecciones se había aliado con un sector de peronistas díscolos, que se engrosó tras el triunfo de 2005. Sin rencores, les abrió la puerta a varios legisladores que habían entrado de la mano de Figueroa y ensanchó sus filas. Se acomodó al confortable amparo del kirchnerismo y recompuso las relaciones entre la provincia y el gobierno nacional, que en veinte años de democracia habían sido siempre tensas. Para terminar de pararse firme, Zamora había sumado otro aliado clave: el Grupo Ick. Después de la virulencia con la que la intervención federal había investigado y fustigado al acusado de ser el poder económico detrás del régimen juarista, el nuevo gobernador hizo las paces con los empresarios y les devolvió algunos de los beneficios que habían perdido durante el mandato de los federales. Desde entonces el gobernador controlaría el escenario político casi sin turbulencias. Zamora había demostrado fuerza, astucia y control político, y no demoraría en demostrar sangre fría ante la traición, que siempre repta sigilosa entre los poderosos. A él le tocó que las traiciones le llegaran de sus hombres más cercanos. En 2008 el senador Rached votó en contra del proyecto presidencial de retenciones a la exportación de soja y forzó el voto no positivo de Cobos que tumbó la iniciativa. En 2009, el intendente Alegre empezó a preparar prematuramente a sus huestes para una posible sucesión en la gobernación. Zamora borró del mapa político a uno y mandó a la cárcel al otro. En una grabación filtrada que quedará para la historia, el gobernador diría en 2013 que con los traidores era más hijo de puta que Juárez. Y otra vez, no mentía.

La última apuesta

El lanzamiento de Claudia Zamora para aspirar a la gobernación se decidió en unas horas. La Suprema Corte de Justicia de la Nación había tenido que mostrarles de un sopapo a los jueces santiagueños lo que la Constitución provincial decía sin rodeos: el segundo mandato de Zamora era el segundo mandato de Zamora, y no había margen para inventar una re-reelección. Suspendida su candidatura por un tercer mandato, las fuerzas políticas del Frente Cívico habían jugado todas en equipo hasta las elecciones del 27 de octubre, donde se eligieron diputados provinciales, nacionales y senadores. El oficialismo se impuso con un margen cercano al ochenta por ciento y al día siguiente el gobernador, que ya no podía ser candidato, viajó a Buenos Aires a buscar apoyo. Su mandato vencía en menos de dos meses y amenazaba la acefalía. El candidato para reemplazarlo en las inminentes elecciones iba a ser el vicegobernador Niccolai, pero la pata peronista del Frente Cívico se reunió el martes 29 en la CGT, y se negó a apoyar una fórmula conducida otra vez por un radical. A Zamora le marcaban la cancha desde adentro: le hicieron saber que si no había otra opción, se podía separar el frente. En la mañana del miércoles 30, Zamora le pidió a su esposa, nieta de un histórico dirigente radical e hija de un reconocido militante peronista, que asumiera la responsabilidad de encabezar la fórmula con un vicegobernador peronista. Horas después, esa misma tarde, todos transpirados lanzaron la candidatura Zamora-Neder, no sin despertar polémica.
Hoy no importa que Claudia Zamora haya cosechado catorce puntos menos que los que el Frente Cívico obtuvo en las elecciones para diputados hace apenas un mes y medio. Zamora volvió a ganar. En horas críticas recordó a todos que es un experto piloto de tormentas y evitó lo que amenazaba con ser una ruptura interna entre el ala radical y el ala peronista del gobierno. Apostó a su esposa y ganó. Mientras tanto, en las semanas de tensión entre la suspensión de las elecciones de octubre y los comicios del 1 de diciembre una nueva muletilla empezó a sonar en la boca de todos los dirigentes del Frente Cívico. Peronistas, radicales, funcionarios y dirigentes barriales empezaron a hablar de la paz social como el principal valor a proteger. Y sólo un apellido podía garantizarlo. En la mañana del primer domingo de diciembre, Claudia Zamora habló por segunda vez ante las cámaras en su condición de candidata, e insistió en un concepto que repitió en su primer discurso como gobernadora electa pasadas las ocho de la noche: la unidad política de los santiagueños. Paz social y unidad política serán el lema de la nueva etapa que comienza. Palabras delicadas para referirse al control.
El escenario cambia pero, igual que en el diciembre caluroso de 2001, Zamora no se va. Se queda. Aunque es otra la historia, es el mismo protagonista, pero con más poder y con más experiencia. Claudia Zamora pidió que la apoyen para que Santiago siga el camino del desarrollo. El famoso “Sigamos creciendo”, que ha sido uno de los eslóganes favoritos con los que en sus casi nueve años de gobierno, el Frente Cívico ha invitado en tiempos de campaña a continuar apoyando la indiscutible transformación de la provincia. Edificios que crecen como hongos, una terminal futurista y un par de torres que en Santiago sólo se han visto en películas. Hoteles y autódromos que nos hacen sentir que somos más grandes, que hacen que el país nos mire. Un monumental tendido de obras de infraestructura, agua y caminos en el interior, que ha cambiado la vida a miles de santiagueños. Zamora ha cambiado una provincia que estaba en ruinas. Crecimos, pero en la otra cara de esa moneda, Santiago sigue ostentando los índices más vergonzosos en calidad de vida. Hay funcionarios que se han vuelto obscenamente millonarios, a los que algunos miran con desconfianza y otros con retorcido agrado: roban pero hacen. Hay asesinatos de tintes mafiosos sin resolver. Hay un relato único fomentado por medios complacientes y un gobierno que niega el conflicto y el disenso. Es la otra cara del progreso. El costo de un proyecto que Zamora ha llevado adelante convencido, y que la mayoría de los santiagueños ha apoyado cada vez que los han llamado a las urnas. Para más, en la escena política local no parece haber otro dirigente con la fuerza, la astucia y la capacidad de construir poder que ha demostrado Zamora. Con errores y con aciertos, como a él le gusta decir, su proyecto se ha consolidado y la provincia crece. Los santiagueños lo elegimos y elegimos también pagar el precio, asumir las contradicciones. El futuro y la historia juzgarán al gobernador, a su esposa,  y a todos en este cuento: a los que los apoyan, a los que no supieron construir alternativas, a los que conceden, a los que critican con razón o sin ella, a los que les da lo mismo. Por ahora, un par de cosas son seguras: que pasada la tormenta electoral, el Frente Cívico sigue fuerte y de pie; que en la crisis, el gobernador ha encontrado una figura impensada en quién delegar con confianza el poder; y que Zamora tiene mucho tiempo por delante para seguir escribiendo su historia, que seguramente será la nuestra. Tiene 49 años, el pelo todavía bien negro, y es el hombre más poderoso de Santiago. En la foto, Juárez lo mira y aplaude

Zamora senador: ¿llegará a ser presidente provisional del Senado?

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió el lunes a Gerardo Zamora y a Claudia Ledesma Abdala de Zamora y a “Pichòn” Neder, en Olivos, donde pidió a su aliado que asuma como senador.
Todos los mentideros políticos porteños en torno al Congreso Nacional manejan un dato interesante, como es el posible ascenso de Gerardo Zamora a un cargo de relevancia institucional en el país. En efecto, se sabe que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le ha pedido que asuma como senador y, consecuentemente, quiere “premiarlo” por su lealtad y fidelidad al proyecto kirchnerista a lo largo de sus ocho años como gobernador de Santiago del Estero..
Al parecer, los operadores políticos que secundan a la Presidenta, coincidirían en que Zamora se ha hecho acreedor a recibir un buen galardón de rango institucional, como puede ser el de presidente provisional del Senado.
Eso significaría que podría constituirse en la tercera autoridad en la línea de sucesión presidencial: la presidente Cristina, el vice, Amado Boudou y el presidente provisional del Senado; cargo que hoy ocupa la tucumana Beatriz Rojkès de Alperovich.
Los cronistas parlamentario porteños, en sus reuniones off the record, se preguntaban en las jornadas del lunes y martes: “¿Reemplazará el santiagueño Gerardo Zamora, a Beatriz Rojkés de Alperovich como presidente provisional del Senado?”.
La pregunta tendrá su respuesta el 10 de diciembre, cuando los senadores elijan a sus nuevas autoridades.

lunes, 2 de diciembre de 2013

El liderazgo de Zamora, “de taquito”, trasladó los votos a su esposa

Tapa de El Liberal.
Cuando Claudia Ledesma Abdala de Zamora le dijo públicamente a su esposo y todavía gobernador “éste triunfo es tuyo”, dio en la tecla, porque el jefe del Frente Cívico por Santiago se dio el gustazo de demostrar a propios y ajenos que, al menos en nuestra provincia, se puede ejercer el poder de “trasladar” los votos. Es lo que logró Zamora como antes lo hizo Carlos Juárez: ofrendar su caudal electoral hacia la esposa.
“Ganó de taquito”, graficó un zamorista futbolero que quiso explicar que como Zamora es el dueño de los votos, se puede dar el lujo de trasladarlos a donde se le plazca.
Y las elecciones fueron una anécdota; un cuento conocido. Inclusive, Arena Política anticipó que Claudia Zamora iba a ganar por un porcentaje que iba del 63 y el 67 por ciento.
Es que el propio Zamora le dijo a su tropa, una semana antes de las elecciones que, conforme a las encuestas, su esposa triunfaría por el 67 por ciento de los votos.
Puede decirse que estaba cantado que el aparato electoralista del zamorismo actuaría con fuerza y hasta con vehemencia, no sólo con el propósito de ofrendar el triunfo a la esposa de Zamora, sino para “sepultar” a los adversarios. Este domingo funcionó bien aceitado (“hasta con demasiado aceite”, susurró un suspicaz analista refiriéndose a las dádivas que siempre campean en los comicios), seguramente porque fue la apuesta más fuerte que se decidió emprender Zamora y estaba bien atento a que no se le escapara ni un voto.
Al final de la jornada, el propio Gerardo Zamora se confesó: “Todos mis sueños se han cumplido en la política”. Claro, jugó fuerte y se interpuso a las críticas (sobre todo de la prensa nacional), con una decisión temeraria como es experimentar “el traslado” de votos. Lo logró. Con creces.
Todo porque la gran mayoría ciudadana lo respaldó con más de 295 mil sufragios y, además, cuidó demasiado su arco como para que el segundo, en este caso el radical Emilio Rached, quedara lejos con apenas 66 mil votos.
Claro que el gobierno fue “ayudado” con una oposición endeble: radicales que no tuvieron fiscales en todas las mesas de votación; viables que se dividieron a última hora y dispersaron votos, y un Frente para la Victoria destruido y sin ninguna chance electoral.

El imperio zamorista

Tapa del Nuevo Diario.
Zamora se puso al hombro la campaña e impuso a su esposa y al vice José Emilio “Pichón” Neder. Esta vez comprendió que debía jugar el rol de artífice; del triunfo o de la derrota.
Por ello evitó que algunos improvisados asesores o ministros le hicieran llegar ni un solo consejo, confirmando que fueron los que lo equivocaron a comienzos de año cuando optaron por “la resolución judicial” y desecharon la reforma de la Constitución a la hora de aspirar a la re-reelección; todo lo cual terminó en un papelón, a expensas del fallo de la Corte Suprema de Justicia.
Los hizo a un lado y procedió adecuadamente. Se la jugó solo al ofrendar la candidatura a su esposa, encabezar la campaña y coronar la victoria.
Se confirmó, entonces, que Zamora, que era el jefe, se recibió también de conductor; título que estrenó el domingo. Y, con ello, la provincia que hasta hace 8 años era juarista, pasó a ser, definitivamente, zamorista.
Viene ahora la hora de gobernar, y la escribana de Claudia de Zamora necesita el apoyo y el asesoramiento de su esposo que, repetimos, es el jefe y el conductor de esta alianza gobernante.
Ahora, Gerardo debe demostrar que tiene uñas de guitarrero y que es capaz de proteger la administración de su cónyuge, a fin de que el “imperio” que es tan eficaz para recolectar votos, también puede ejecutar una gestión exitosa y con mucha transparencia.
La gente le cree y Zamora no tiene que rifar esa credibilidad. El santiagueño aspira que este gobierno esté impregnado con “el perfume de Claudia”, y la jefa de la nueva administración no tiene que desaprovechar esta extraordinaria oportunidad de consagrarse como “la mejor gobernadora”.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Gana el zamorismo, pero… ¿cuántos votos obtiene el segundo?

Claudia Zamora y "Pichón" Neder, esperan un holgado triunfo el domingo, luego de la intensa campaña que encabezó Gerardo Zamora.
Fortalecido por la campaña intensa en toda la provincia, Gerardo Zamora aguarda tranquilo el desarrollo de los comicios del 1 de diciembre, sabedor de que todas las encuestas otorgan entre el 63 y el 67 por ciento a la fórmula que encabeza su esposa Claudia Ledesma Abdala de Zamora y que lleva como candidato a vice al jefe de Bases Peronista, José Emilio “Pichón” Neder.
La incógnita, entonces, es saber cuántos votos obtiene el candidato que la ciudadanía postule  para el segundo lugar en las elecciones.
Los analistas coinciden en afirmar que “Zamora tiene el triunfo asegurado porque va a poner toda la carne en el asador a fin de garantizar la victoria de su esposa”, con lo que queda explicitado que la ingeniería es utilizar a fondo el poderoso aparato del Frente Cívico por Santiago, nutrido, sobre todo, por el despliegue incansable de la base del justicialismo.
Luego indican que la opción es clara: “kirchnerismo-zamorismo vs. antikirchnerismo-antizamorismo” . Esto significa decir que Gerardo Zamora va a ratificar su condición de “gran mayoría” en la provincia, justamente defendiendo las banderas del Gobierno nacional y del Gobierno de la provincia, y falta aguardar la figura que representará la contracara.
He allí la pregunta capital sobre a ¿quién elegirá la ciudadanía para quedar convertido, a partir del 10 de diciembre, en la oposición al kirchnerismo-zamorismo, y cuántos son los votos que le brindarán ese respaldo?

martes, 26 de noviembre de 2013

Gerardo Montenegro y los “fatales” radicales

La Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, desechó el planteo de la UCR y aprobó los pliegos del senador por Santiago del Estero, Gerardo Montenegro.
Para referirse a las personas, la palabra “fatales” tiene varias acepciones. Optamos por dos: 1) “Que son muy malos o perjudiciales” y 2) “Que hacen todo mal”.
Por ello son “fatales” los radicales. De aquí, de allá y de acullá.
Sobre todo los que se dicen jerarcas del Comité Nacional del Radicalismo, porque se muestran improvisados e inútiles a la hora en que se precisa actuar con sapiencia, astucia y mucha fortaleza (“mucho huevo”, dirían los futboleros), para actuar con jerarquía cuando se tiene que “defender la parada” en cuestiones “institucionales” o “republicanas” como les gusta decir.
Este martes, en la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, por ejemplo, los Sánz y los Morales concurrieron vacíos de conocimiento, de argumentos y hasta de interés por el “caso Santiago”, cuando fueron a impugnar los diplomas del gremialista Gerardo Montenegro pretendiendo que no se lo dejara asumir como tercer senador; por la minoría.
Miguel Ángel Picchetto los paseó como Maradona a los ingleses, en México. ¡Cómo será el baile que ni fue necesario que hablara el locuaz Áníbal Domingo Fernández.
Con mucha habilidad, los perucas del Senado centraron el debate en la legitimidad del segundo puesto obtenido por Montenegro, nada menos que con 129.454 votos obtenidos, o sea el 28,53 por ciento.
Con esta argumentación se pasó a otro tema y la Comisión de Asuntos Constitucionales resolvió “declarar la validez de las actas de proclamación del senador Gerardo Montenegro”.
Lo que hicieron los senadores peronistas es enrostrarles la falta de lucidez de los radicales, porque dejaron que Montenegro se postulara, oficializara su candidatura, ganara (en primarias y generales) y luego reciba la proclamación para formular un planteo totalmente extemporáneo en el seno de la comisión senatorial.
Claro, es que en vez de cuestionar e insultar a Gerardo Montenegro en las redes sociales debieron trabajar, militar y movilizarse en Santiago del Estero en todos los campos, pero cuando el presidente de Quimsa y secretario de la CGT Santiago, se proclamó, participó y ganó.
Hoy es todo tarde. Ya habló el pueblo con su voz soberana y decidió que el tercer senador nacional fuera el dirigente peronista, y ese voto popular es inapelable.
No hay tu tía, radicales, no pueden ganar en la AFA lo que no consiguieron por ineficaces  en la cancha. ¡Aprendan, definitivamente, al menos una de las tantas picardías que tan bien las aplican sus primos peronistas!

Este miércoles 27, jurarán Ada de Cappellini y Gerardo Montenegro

Gerardo Montenegro, jurará este miércoles como senador nacional.
En la sesión de este miércoles 27 de noviembre, jurarán como senadores nacionales por Santiago del Estero, la reelecta Ada Iturrez de Cappellini y el gremialista y dirigente peronista Gerardo Montenegro.
Queda claro que el también senador nacional electo por este distrito, Daniel Brué, decidió posponer su juramento hasta después de las elecciones a gobernador y vice de Santiago del Estero, que se realizarán el domingo 1 de diciembre.
Es posible que Brué decida renunciar para ocupar la cartera de Obras Públicas u otro cargo importante en el nuevo gabinete que asumirá el 10 de diciembre, dejando, en consecuencia, la posibilidad de que el escaño en la Cámara Alta fuese ocupada por el actual gobernador, Gerardo Zamora.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Murió Ricardo Nazer: periodista deportivo que era toda pasión

Se fue Ricardo Durval Nazer, uno de los más destacados periodistas deportivos de Santiago del Estero.
Tenía un vivo interés por la actividad de periodismo deportivo; o sea, sentía un apego y una pasión incomparables por su oficio de cronista. Ese fue Ricardo Durval Nazer, un destacadísimo hombre de la prensa deportiva de la provincia  que falleció a las tres de la madrugada de este domingo  24, víctima de un paro cardíaco mientras dormía en su hogar en compañía de su esposa.
Contaba con 67 años y hace menos de un mes logró completar los trámites y alcanzar los beneficios de la jubilación. Ese día se despidió (“para cobrar mi primer mes a fines de noviembre de la Anses”), de la que fue su última gran segunda casa, el diario El Liberal.
Ricardo padecía una malformación congénita con retracción dactilar, que hacía que la mano derecha la tuviera prácticamente colgando. No la podía estirar, y era la más útil, porque siempre fue diestro. Sin embargo, de pequeño recibió buenos consejos en el hogar y gran comprensión en la escuela, que lo educaron hasta que aprendió a usar la izquierda.
Era un espectáculo verlo elaborar sus crónicas, sobre todo en las viejas máquinas de escribir Olivetti porque los dedos de su mano izquierda eran rapidísimos  desplazándose por el teclado, mientras la defectuosa (la derecha) se ocupaba de ayudar, sin perder una milésima de segundo, para que el periodista pasar al siguiente renglón de sus escritos.
Esa dificultad no le preocupaba.  Incluso, él mismo inventaba bromas. Claro, se daba el lujo de reírse de sí mismo sabedor que podía compensar todo con su gran pasión deportiva y su capacidad de buen analista en lo deportivo y de observador prudente a la hora de formular sus opiniones. A todo ello le agrega su gran talento.
Además de buen cronista, Ricardo era un fanático de la estadigrafía.
Recordamos sus compañeros que en la época en que no existían métodos digitales, él confeccionaba manualmente todos los resultados con los datos más insólitos, tanto del fútbol como del boxeo (segunda de sus pasiones), y llenaba cuadernos con las recolecciones de datos más precisas y completas.
Y, como persona, exhibió siempre un espíritu fraterno que le permitía congeniar con todos. Su gran corazón era otro de sus mejores valores.
Ricardo Durval Nazer fue distinguido por distintos organismos provinciales y nacionales, así como entidades deportivas y el Círculo de Periodistas Deportivos de Santiago del Estero.
El último galardón de nuestro querido amigo y hermano Ricardo, se lo otorgó el Senado de la Nación como “maestro y pionero de la profesión”, junto a otros nueve colegas de otras provincias argentinas.

jueves, 21 de noviembre de 2013

O’Mill y Daives: un gran acierto y un gran error

Expectativa por los funcionarios que acompañarán a la escribana Claudia Ledesma Abdala, y temor a que mantenga en funciones a desleales e incapaces.
En los pasillos de la Casa de Gobierno hay mucha gente bien informada que maneja datos certeros. Como que el gobernador Gerardo Zamora (tal como ya lo adelantó Arena Política), optó por ocupar su banca de senador nacional. En efecto, este miércoles 27, jurará junto a los otros dos senadores nacionales electos, Ada Iturrez de Cappellini y Gerardo Montenegro (éste último como tercer senador; de la minoría). El ascenso de Zamora (que fue electo como senador nacional suplente), se concretará con la renuncia del titular, el ocho años diputado nacional Daniel Brué, quien con seguridad pasaría a desempeñarse como ministro de Obras Públicas debido a que el arquitecto Argentino Cambrini estaría dispuesto, desde hace tiempo, a dejar el cargo “por cansancio” y aquejado por una dolencia en su salud.
Otra posta: el diputado provincial Ángel Adalberto Llamazares, quien termina su mandato el 10 de diciembre, pasará a desempeñarse como secretario de Trabajo reemplazando al gremialista de los viales, Andrés Ernesto Bernasconi. Como se sabe, el “Gringo” Bernasconi se recupera en Buenos Aires de una enfermedad que le imposibilita continuar con el estrés y el esfuerzo que exige esta cartera de gobierno.
El ministro de Economía, Atilio Chara, seguirá en su puesto como premio a su eficiencia y lealtad expresada al gobernador Gerardo Zamora y que se extenderá ahora hacia la casi segura gobernadora, escribana Claudia Ledesma Abdala de Zamora.
Los que se quedarían fuera del Gobierno provincial serían Ángel Niccolai (actual vice gobernador), Elías Suárez (actual jefe de Gabinete) y Luis Fernando Gelid (actual ministro de la Producción).

O’Mill y Daives

La abogada Matilde O’Mill, considerada como una funcionaria de prestigio por su contracción al trabajo, seriedad y capacidad de gestión, pasaría a ocupar el cargo de vocal del Superior Tribunal de Justicia, reemplazando al bandeño Lionel Armando Suárez, quien habría dispuesto dejar las funciones públicas.
Esta decisión a favor de O’Mill ha sido recibida con beneplácito en casi todos los segmentos de la ciudadanía, especialmente en los ámbitos políticos y judiciales de la provincia. Se coincide en que “es un buen premio hacia una funcionaria ejemplar”.
Ahora, la situación del actual ministro de Justicia, el termense Ricardo Daniel Daives, tenía pronósticos parecidos a los de “Viruta” Niccolai, “Sugus” Suárez y “Parano” Gelid; o sea que se iba a su casa.
Sin embargo, la “¡última!” es que sería designado también como vocal del Superior Tribunal de Justicia, para reemplazar a Raúl Juárez Carol, quien al igual que Lionel Suárez habría dispuesto dejar sus funciones.
Bueno, la versión de este traslado de Daives a la justicia ha provocado un verdadero revuelo, tanto que se coincide que sería “un gran error” esta postulación y que no debería “pasar” de la Cámara de Diputados, en razón que los legisladores tienen el deber de examinar la pésima gestión del abogado termense.
Sería largo de enumerar los desaguisados (algunos gravísimos) en los que Daives aparece como directo responsable y que causaron repercusión nacional e internacional, gracias a una incapacidad e irresponsabilidad enormes que mucho han afectado la imagen del Gobierno santiagueño. Se suman los verdaderos atropellos que, en su nombre, hicieron y hacen en los estrados del Poder Judicial parientes abogados directos de quien ahora suena como futuro vocal del Superior Tribunal.
Además, como ministro, en su despacho, ha sido todo un misterio. No se le conoce un proyecto. No se le cayó nunca una idea.
La gente de a pie, esa que por razones comunitarias o sociales está obligada a concurrir a la Casa de Gobierno y exigir gestión (mucha gestión) a los ministros (que deberían ser eficientes gerentes del gobernador), sabe cómo ha padecido con éste muchacho Daives. Nunca ha atendido a nadie proveniente del pueblo.
Un graciosísimo ordenanza graficó: “¡Éste Daives no tiene hechura…hace más de ocho años que asumió y sigue ‘reunido’. Nadie puede explicarse qué está tratando o analizando desde hace tanto tiempo y con quién o con quiénes. En ocho años, la gente común siempre ha recibido la misma respuesta de su escuadrón de secretarias y secretarios: ‘El ministro está reunido…’”. 

lunes, 18 de noviembre de 2013

El kirchnerismo quiere a Zamora como senador

El Gobierno Nacional aspira a que Gerardo Zamora sume su lealtad al proyecto nacional y popular, desde el Senado.
El pedido provino de la Casa Rosada y, en directo, se lo transmitieron el ministro de Planificación Federal,  Inversiòn Pùblica y Servicios, Julio De Vido, y el jefe de Gabiente, Juan Manuel Abal Medina (h), en sus recientes visitas a nuestra capital.
“El Gobierno Nacional te quiere en la banca de senador nacional, por tu lealtad con el proyecto que lidera Cristina (Fernández de Kirhcner), y la efectividad de tu gestiòn en la provincia”, fue el mensaje concreto que recibiò el gobenador Zamora, quien el 10 de diciembre concluirà su segundo mandato.
De este modo, en las tiendas zamoristas no se descarta que el 27 de este mes, en el Senado, Gerardo Zamora “podrìa” prestar juramento junto a Ada Iturrez de Cappellini y Gerardo Montenegro.
Lógicamente, el senador electo titular (en primer término), el hasta ahora  diputado nacional Daniel Brué tendría que abdicar ante el juzgado Electoral (con sede en el juzgado Federal de Santiago del Estero), y dejar expedito el camino para que asuma el suplente electo, Gerardo Zamora.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Los saltos de “Chabay” Ruiz son el peor ejemplo para la política

Por Juan Elías Robles, médico y dirigente peronista.

El dirigente bandeño Héctor “Chabay” Ruiz, una vez más fue noticia por sus sorpresivos y llamativos saltos de la política.
Hoy, cuando la sociedad reclama cambios de conductas de transparencia y de definiciones políticas claras, es difícil encasillar a Ruiz, porque a lo largo de su carrera política, desde hace más de 22 años, privilegió sus estrategias personales en detrimento de las ideologías y de los principios. Para él, estos valores son laxos y se acomodan a las circunstancias y conveniencias del momento.
Nació en el seno de la Unión Cívica Radical y llegó a su primer mandato como un diputado provincial más, sin trascendencia en su banca, en un bloque en el que descollaron los legisladores Héctor Rodolfo Farías y Eduardo Antonio Abalovich. Fue el tiempo en que la bancada radical marcó un verdadero hito en la historia parlamentaria de Santiago del Estero.

Pacto e Intendencia

Luego, en el acuerdo de los años 90/91 en el seno de la UCR, se evitó una interna en procura de fortalecer al partido y las posibilidades de competir con chance en aquellas cuestionadas elecciones. Se logró coincidir en la fórmula a gobernador y vice de José Luis Zavalía y de Ricardo “Pololo” Abdala, y como candidatos a intendente de Capital, Mario Bonacina, y Ruiz, en La Banda.
Poco tiempo después, “Chabay” comenzó un camino de enfrentamiento con las autoridades partidarias y terminó negociando con sectores justicialistas la intervención de la provincia, que concluyó con el desembarco de Juan Schiaretti. Por supuesto, Ruiz fue el primer aliado del cordobés.
Esos saltos de Ruiz terminaron con la fractura de la UCR, por cuando en 1995, en las elecciones provinciales, “alquiló” la fórmula del MID, y se presentó con el Movimiento Viable. El tándem a gobernador y vice era Ruiz-Marcelo Lugones.

Otros rumbos

En el medio de este proceso, “Chabay” hizo un acuerdo con el entonces diputado nacional Carlos Raimundi, y  se incorporó al Frepaso, liderado por Carlos “Chacho” Álvarez. Desde su nuevo “partido”, Ruiz se convirtió en el más duro adversario y crítico de la histórica UCR, a extremos de ser más virulento que las distintas expresiones del peronismo.
Más tarde, de nuevo electo diputado provincial, y a días de la renuncia del presidente Fernando De la Rúa, llegó a una connivencia con el entonces gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner. De ahí que para el cierre de la campaña electoral, lo acompañó la entonces diputada nacional Cristina Fernández de Kirechner.

Vergüenza bandeña y santiagueña

Estas piruetas de “Chabay” avergonzaron y avergüenzan a los bandeños y a todos los santiagueños. Sobre todo porque su travestismo político siempre fue justificado con el argumento de “la gobernabilidad” de su ciudad de La Banda.
Hoy, afortunadamente, la sociedad, que en las últimas elecciones le viene dando la espalda, ha comprendido que esos saltos le sirvieron únicamente a su proyecto personal y nada a su ciudad. En la actualidad, las pruebas saltan a la vista. Todas las ciudades de Santiago del Estero tuvieron y tienen un grado de desarrollo, mientras que La Banda quedó descolgada de esta etapa de crecimiento y esplendor.
Ya en 1999, “Chabay” fue desenmascarado por los militantes radicales de la línea interna Convergencia Radical, Héctor Farías y Eduardo Abalovich, quienes lo calificaron como “una persona carente de principios y ausente de posiciones ideológicas”.
Ahora, en otra muestra de lo que no debe hacer un dirigente político, abandona el barco kirchnerista y olvida todos los elogios y pleitesías que formuló (sobre todo en las teleconferencias), al matrimonio Kirchner.
Desde ese kirchnerismo al que decía “amar tanto”, rumbeó para el “massismo”. Se dispone a “representarlo” con su Movimiento Viable como candidato a gobernador de la provincia. Vale la pena transcribir sus argumentaciones: “Sergio Massa me llamó varias veces, por lo que decidí acompañarlo en su proyecto de superación con sus propuestas de luchar contra la inflación y la inseguridad”.
¡Pobre Massa si viene a la Banda! Va a pasar de ganador absoluto en la provincia de Buenos Aires a ser “padrino” de “Chabay” Ruiz, quien en las últimas dos elecciones fue el gran derrotado, figurando en cuarto lugar.

jueves, 7 de noviembre de 2013

La recompensa de Zamora al peronismo

Neder, candidato a Vice gobernador y Montenegro, senador nacional electo, los dos principales referentes del peronismo y amigos personales de Zamora.
Pasaron más de ocho años (desde marzo de 2005, mes que asumió Gerardo Zamora su primer período gubernamental), y la gran mayoría de la dirigencia peronista supo respetar el liderazgo del hombre que venía del radicalismo. Pocas veces, la fuerza arrolladora de lo que fue el juarismo o el iturrismo conformó un bloque monolítico que se mantuvo leal (rayando con la sumisión) hacia el gobernador Zamora, a pesar de que la paga se parecía a una migaja: el Ministerio de Gobierno en la persona del loretano José Emilio “Pichón” Neder, un dirigente que fue de César Eusebio Iturre y que de Carlos Arturo Juárez, pero de medio pelo, sin ninguna posibilidad de llegar a cargos importantes; excepto su paso por una diputacía provincial. En este punto, vale la pena recordar que llegó al Ministerio de Gobierno por una amistad casi fraterna con Zamora y no porque fuera un referente y mucho menos un líder de alguna fracción del peronismo.
A poco de andar, Zamora sorprendió al contexto nacional cuando se alineó en el “proyecto nacional y popular” de Néstor Kirchner, y “Pichón” Neder, silenciosamente y con mucha prudencia, sacó a relucir su diplomacia y su política de mano suelta para arrimar punteros. Uno se convirtió (Zamora) en principal referente kirchnerista en la provincia, y el otro (Neder) en el armador que juntó a todos los peronistas y supo ponerlos al lado del Frente Cívico por Santiago. De este modo, los dos fueron artífices de la maciza estructura y del imbatible aparato que obtuvo triunfos rotundos de hasta el 76 por ciento de los votos.

Tropezón y llegada del peronismo

Zamora, embalado por algún mal ministros y otros ineficaces asesores, encaró el proyecto del tercer mandato o la “re re”, a sabiendas de que una cláusula transitoria de nuestra Constitución se lo impedía con una claridad meridiana. Tres planteos llegaron a la Corte Suprema de Justicia. Los dos primeros fueron rechazados por “mala presentación”, pero fue el tercero, presentado por el Comité Nacional de la UCR, que por su enjundiosa fundamentación abrió la instancia de una medida cautelar que hizo trastabillar al zamorismo; a pesar de que el nulo ministro-asesor repetía al gobernador que  “todo está bien…que “todo es un mero trámite”. Desconocía este oscuro colaborador del gobernador que la Corte Suprema, al “avocarse”,  iba a leer la famosa cláusula transitoria y que se caería todo;  tal como ocurrió.
Zamora sorprendió al país y conmovió a los santiagueños con el as que tenía en la manga: aceptar el pedido de la CGT para que fuera su esposa la candidata.
El gobernador marcó la cancha varias veces al decir: “No me voy de Santiago. Me quedó para que el proyecto siga adelante y podamos continuar concretando obras y terminar otras importantes que están en ejecución”.
Y seguro que empezaron los cambios, porque le dio el lugar que el peronismo se venía mereciendo al nominar como vicegobernador al referente de Bases Peronistas y de la CGT-Santiago. Lo dijimos en otras notas: Zamora se ha peronizado porque otorgó a los “primos” dos cargos de valimiento político: Gerardo Montenegro (de Bases Peronistas y de la CGT), es el tercer senador nacional electo, y “Pichón” va a llegar a la Vice gobernación sin ningún contratiempo. Asimismo, no será extraño que Zamora decida incorporar a otros dirigentes provenientes del peronismo en otras responsabilidades de relevancia dentro del Poder Ejecutivo.

La “era de Claudia”

Además, la postulación de Claudia Ledesma Abdala de Zamora a la primera magistratura es una seña clarísima de que se piensa producir un giro copernicano en el Gobierno, desalojando a los ineficaces, a los improvisados y a los impresentables, para encarar una administración prolija y alejada de toda sospecha.
Es lo que correspondería hacer en procura de que la escribana Ledesma Abdala de Zamora deje la huella de una gobernadora seria, responsable que, con el invalorable apoyo de la Nación, ponga el sello distintivo con políticas de Estado que incluyan a todos y pueda ejecutar obras fundamentales que beneficien a los que menos tienen. Estos objetivos están al alcance de su mano.
Y Zamora, de atrás, oficiará de operador político capaz de mantener su lazo con el Gobierno Federal, y custodie, a nivel local, su alianza con los peronistas a los que, en este nuevo período, los ha puesto a la par.

domingo, 3 de noviembre de 2013

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La dirección de este medio alternativo es de Santiago Fernán Díaz. 

Corradi llevó a 400 alumnos santiagueños a Tecnópolis

Un grupo de los niños santiagueños, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Cuatrocientos alumnos pertenecientes a la escuela Normal de La Banda, el colegio Nuestra Señora de Lourdes,Mater Dei,  el Instituto Jesús el Maestro, el Instituto Bernardino Rivadavia, el Colegio Los Pinos y la Escuela 1119 de Estación Robles visitaron el Senado de la Nación y conocieron Tecnópolis, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Esta experiencia, totalmente gratuita para los alumnos, fue gestionada por la senadora Ana Corradi quien expresó: “Siempre es un placer gestionar para fortalecer la educación de los niños y jóvenes que son el futuro de Santiago. Es maravilloso tener la posibilidad de brindar a los chicos una experiencia que resultará inolvidable, ya que muchos de ellos, por cuestiones económicas, no tenían la posibilidad de conocer la Ciudad de Buenos Aires”.

miércoles, 30 de octubre de 2013

La fórmula, con el apellido Zamora como bandera de triunfo

La abogada y escribana Claudia Ledesma Abdala, su esposo Gerardo Zamora y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el Centro Cultural, en julio pasado.
El duro revés que le propinó la Corte Suprema de Justicia al derribar su proyecto de la “re re”, obligó a Gerardo Zamora a replantear estrategias y tácticas que le garanticen la continuidad de su liderazgo dentro de la alianza gobernante del Frente Cívico por Santiago.
Difícil empresa. Sobre todo cuando fue el lunes a la Casa Rosada y escuchó las reiteradas expresiones: “Néstor Kirchner, primero, y Cristina Fernández de Kirchner, ahora, te eligieron como referente leal del proyecto nacional y popular y, en consecuencia, tienes que buscar como cabeza de la fórmula a una persona que siga garantizándolos esa adhesión y lealtad”.
Allí nomás, Zamora explicitó el nombre de la abogada y escribana Claudia Ledesma Abdala, justamente su esposa, como candidata a la Gobernación, y a su amigo y acompañante incondicional, el ministro de Gobierno, José Emilio “Pichón” Neder, como candidato a la Vicegobernación.
El estado mayor del “cristinismo” dio el visto bueno, con lo que la delegación santiagueña (integrada por Zamora, Neder y el secretario general de la CGT-Santiago, José Gómez), regresó eufórica.

El único camino seguro

Desde el martes pasado, cuando se conoció el impedimento constitucional emanado de la Corte Suprema de Justicia que trabó su “re re”, Zamora abrió ojos y oídos para escuchar los runrunes de adentro y de afuera. De los que soñaban con la fórmula de dos radicales, quienes incluso se reunieron en una confitería de Chacabuco e Yrigoyen y luego en una finca de El Zanjón, y que pergeñaron un “gobierno de radicales puros” que no “incluyera ni ‘a los peronistas de Neder’ ni ‘a los peronistas de la CGT’”.
Fue cuando Zamora abrió también la puerta de los recuerdos, recientes, comprobando que fueron los radicales de Comité Nacional, encabezados por Mario Barletta, los que “consensuaron” con “amigos” de la Corte Suprema de Justicia para abrir la medida cautelar interpuesta y terminar suspendiendo las elecciones para las categorías de Gobernador y Vicegobernador.
Todos saben que Barleta y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, se conocen bien y son del mismo pago (ciudad de Rafaela, Santa Fe), y ambos “pactaron”, como vecinos y amigos, varias cuestiones. Por ejemplo, declarar constitucional la Ley de Medios, sin críticas de la UCR Nacional, pero, a cambio de ello, “voltear a Zamora” y “sobreseer total y definitivamente” a don Fernando de La Rúa de la causa de las coimas en el Senado. Fue el pacto que la única que se animó a explicitarlo fue la intransigente Elisa Carrió, ayer, martes, cuando anticipó que le iniciará juicio político a Lorenzetti.
Todo ello obligó a Zamora a abroquelarse en el poderío de su Frente Cívico y cuidar que nadie lo lastime ni fracture. Porque está casi seguro que los radicales santiagueños, en poco tiempo, podrían terminar a los tiros con “los primos peronistas” y empezar a desintegrar la alianza que le dio todos los triunfos, con consecuencias imprevisibles, incluso de una intervención federal. También es conocedor de que hay “gente” de la política nacional (radicales y/o kirchenrista), que ya está “operando” y buscando enturbiar el contexto provincial y abrir la picada que desemboque en el tan conocido “remedio federal” para apoderarse del botín santiagueño.
Con la candidatura de su esposa, Claudia Ledesma Abdala (nieta de un radical, Ricardo “Pololo” Abdala,  e hija de un peronista, Oscar Ledesma Patiño), Zamora cree que tiene asegurado el futuro porque mantendría las buenas relaciones con la Nación, seguirá liderando monolíticamente al Frente Cívico por Santiago y, sobre todo, aseguraría la gobernabilidad en la provincia. (Vale la pena recordar que “Pololo” Abdala es un radical de mucho prestigio y que fue protagonista del resurgimiento histórico de la UCR santiagueña, mientras que “El Negro” Ledesma Patiño fue candidato a primer concejal en 1995, de la lista peronista “La Banda Vive”, que llevaba como candidato a intendente al médico Juan Elías Robles, en la vecina ciudad).

La fuerza del apellido

La “jugada” de Zamora tiene mucho que ver con el modo de hacer política en Santiago del Estero, y se acerca a los estilos de caudillos que supieron mantener sus liderazgos por décadas, usufructuando de la idiosincrasia del santiagueño que, culturalmente, tiene la costumbre de apegarse al gobernante de turno, endiosarlo y respaldarlo en tanto y en cuanto se comporte como el sostén, el “tata” y sea capaz de entregar el “aparato” estatal en beneficio de sus votantes.
Las propagandas con la candidatura de su esposa se destacarán por las letras grandes con su apellido.
Definitivamente, Gerardo Zamora se ha “peronizado”. Hoy, más que nunca, actúa como un peronista cabal. Sintoniza mejor con “los primos” que con “los hermanos”, y por ello, entregó los cargos más apetecibles de esta etapa comicial: un senador, nacional, Gerardo Montenegro, y una candidatura a Vicegobernador, a José Emilio “Pichón” Neder.

¿Se queda, o se va?

A partir de ayer, conocida la nueva fórmula del Frente Cívico por Santiago, comenzaron a rodar versiones por doquier. Se dice que seguirán funciones tres ministros: Luis César Martínez, Luis Fernando Gelid y Atilio Chara.
Otra versión anuncia que Ángel “Viruta” Niccolai tendrá un importante cargo en el futuro gabinete.
Lo que nadie sabe es qué hará Zamora. ¿Decidirá quedarse? ¿Optará por la banca de senador nacional?

lunes, 28 de octubre de 2013

El aparato de Zamora gritó retruco a la Corte y al Gobierno nacional

Tapa del diario El Liberal.
Tapa de Nuevo Diario.
Faltaban cien horas para las elecciones cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación suspendió la elección de gobernador y vice en Santiago del Estero, cerrándole el camino a Gerardo Zamora que venía cabalgando tranquilamente en la búsqueda de su tercer mandato o “re re”.
Duramente golpeado, dijo que respetaría el fallo y, de inmediato, se encargó de poner en marcha, con más fuerza que nunca, una contundente respuesta política a los cuatro ministros del máximo tribunal judicial de la Nación que, cuando se jugaba tiempo de descuento, interrumpieron la ingeniería política de Zamora.
Acudió a su hegemónico aparato que supo construir en ocho años de gestión gubernamental y, animado por la premisa de que en las elecciones “se expresa y habla el pueblo”, logró una victoria aplastante con alrededor del 76,44 por ciento  de los votos.
Repartió respuestas para todos lados, políticamente, como líder de un gran segmento y de un impresionante aparato donde son copartícipe radicales y justicialistas, dentro del Frente Cívico por Santiago.
Con los resultados en la mano, exhibió la clara supremacía de su poder político, y lo publicitó, sobre todo, para quitar tranquilidad a la Corte Suprema de Justicia.
Es que Zamora no está apurando a la Corta para que cambie su opinión y lo rehabilita a un tercer mandato, sino que está buscando "meterle prisa" y que resuelva el fondo de la cuestión, a fin de que pueda convocarse a las elecciones a gobernador y vice en los próximos días.
Esto es lógico, una demora que supere el 10 de diciembre pondría una espada de Damocles sobre la institucionalidad de la provincia, y los riesgos serían enormes sobre otro desmadre que destruya los ocho años de democracia en la provincia.
El otro envío que quiso expresar está dirigido hacia el kirchnerismo o cristianismo, sabedor de que el abrumador triunfo lo convalida como el primer árbitro a la hora de elegir a su sucesor y al vice, desalentando a algunos intrépidos que podrían estar pergeñando designar candidatos “a dedo”.
Y, como se sabe, Zamora consiguió lo que parecía imposible: obtener las tres bancas de senadores nacionales, dos por el Frente Cívico y uno por la colectora del Frente Popular. Fue el “ingeniero” de esta estrategia y el jefe de campaña de las dos listas. (Tampoco hay que soslayar el triunfo en la categoría de diputados nacionales, donde los tres electos van a integrar el bloque de siete legisladores que responden incondicionalmente al oficialismo nacional).
Entonces, tiene sobradas razones para seguir siendo “el referente” único del kirchnerismo en la provincia. Todo porque el Gobierno nacional perdió una banca en el Senado (la de Daniel Filmus, por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), pero Zamora la recuperó, justamente, a través de la colectora y con la figura del gremialista Gerardo Montenegro.