jueves, 18 de octubre de 2012

Desaguisados

Armas. Marcelo Daniel Cassio, que mató a tiros a su superior Héctor Eduardo Bravo, no andaba bien ni con su jefe en Criminalística ni con la plana mayor ni con el jefe de policía Marcelo Pato. Es que cuando pasó como encargado de la división Armamentos realizó un inventario y llegó a descubrir el faltante de armas y municiones.
El dato es cierto. Se refiere a una licitación millonaria dispuesta por el ministro de Gobierno José Emilio Neder quien, además, acomodó los trámites para que se adjudique a un amigo suyo al que le debía dinero y favores, y que nada tiene que ver con el ramo armamentos.
Contamos esto porque el acoso y la persecución a Cassio fue incesante tanto que desde Pato para abajo habían planificado echarlo como fuere del servicio activo, “porque se hizo el investigador con el tema del faltante de armas y municiones”.

Desprestigio. El ministro de la Producción, Luis “Parano” Gelid, no pierde ocasiones de viajar al interior y llevar algún beneficio a sus “correligionarios” con los que militaba en la UCR. Los intendentes que provienen de este partido esperan a “Parano” porque saben que siempre gestiona ante el gobernador Gerardo Zamora una obra o un emprendimiento para las comunas. Hace días viajó a Tintina y mucha propaganda tuvo la llegada del “camión-trafic-frigorífico”.
Sin embargo, nada se dijo de la sorpresa de Gelid frente a la inexplicable indiferencia de los vecinos de la ciudad y de los parajes adyacentes. El desprestigio del intendente Mario Cantoni no le permitió reunir ni cien personas, y “Parano” se retiró decepcionado.

Envidiada. Artistas, presentadores, periodistas y todo el ámbito del espectáculo porteño habla mal de la cada vez más vigente Susana Giménez. La critican porque pese a que no trabaja conduciendo su programa televisivo, “sigue ganando mucho dinero” gracias a presentaciones sociales o en actos institucionales que organizan algunas gobernaciones.
Y, de paso, le enrostran que por estar en Las Termas de Río Hondo un par de horas, percibió cerca de un millón de pesos.
Pero no hay dudas que los que se molestan con Susana nada dicen de lo que perciben por actuaciones los conocidos artistas del elenco kirchnerista que cantan diez canciones y se llevan una carrada de miles de pesos.

Rivales. Están como disgustados con el gobernador. Son políticos amigos (provenientes del radicalismo o del juarismo), empresarios del entorno, y hasta simples hombres que se hicieron “fuertes” con la prebenda del Estado provincial.
De esa caterva surgen varias voces disonantes contra Gerardo Zamora en razón de que no aceptan un tercer mandato, y porque algunos de ellos aspiraban con ser los elegidos de la sucesión en el famoso sillón de Juan Felipe Ibarra de la Casa de Gobierno.
“No era el trato. Se habló clarito de que tendría dos mandatos sin sobresaltos y luego llegaría nuestro momento, pero resulta que ahora Gerardo parece que buscará la re-reelección y rompe el trato”, reniegan los más ambiciosos.
Un analista, fue contundente: “Zamora no puede aceptar ni respectar ningún pacto porque él es el dueño de los votos; los que son intransferibles”.

Esperpento. Un tonto, no puede ser otro, ideó que se pinte la pared que da a la avenida Belgrano (esquina Lamadrid), en la flamante construcción del hospital Regional, y donde funciona Emergencia. Y, más despistado del que autorizó la pintada es o son los artistas. El colorinche es chocante. Se parece a los mamarrachos de los boliches bailables o del tren fantasma, y no tiene nada alegórico a la Salud o a un hospital. (Acompañamos con la foto a poco de terminarse el mural, y vale la pena que se lo vea personalmente ahora, ya pintado).
Cuando lo vea el gobernador Gerardo Zamora lo hace cambiar de inmediato y ordena borrar esos vampiros que pueden haber surgido de una mente alocada, por más que la “iniciativa” haya surgido de miembros del kirchnerismo.

Piercing. Significa agujerear, perforar, atravesar. Dicen que un piercing refleja valores culturales, religiosos o espirituales, y que parte de la moda, erotismo, inconformismo o identificación con una subcultura. Así, con aretes (aritos, decimos los santiagueños) de oro blanco, se presenta a su oficina el director de Deportes, Ramiro Petros. E incluso visita a su jefe y amigo el jefe de Gabinete, Elías “Sugus” Suárez, cuando va a informarle sobre el pago o no de algún proveedor que se hace el olvidadizo y no deja el retorno de estilo.
Eduardo Zani, subsecretario de Deportes, mira para otro lado, porque no vaya a ser que lo “empúe” con “Sugus” y, al final, Petros termine desplazándolo.
El tal Petros llega a la hora que quiere, se encierra (con los aritos puestos, por supuesto) y “le mete con todo” a su subwoofer (altavoz pasivo), negándose a atender, por ejemplo, a proveedores que llegan con facturas por montos inferiores a los 3 mil pesos.

Impunidad. En Fiscalía de Estado, desde “el jefe” para abajo, se quedaron nomás con las retenciones a la dirección de Rentas y a la Caja Forense. Se trata de claros hechos de corrupción perpetrados por un grupo organizado y avalado por el responsable de tan importante repartición, que se llevó a sus bolsillos las retenciones practicadas a los demandados (en juicios y con el Estado como actor) y que correspondían que se deriven, con los porcentajes legales, a Rentas Generales y a la Caja Forense.
Un amigo de Fiscalía de Estado, que no entró en la joda, dijo a Arena Política que en solo 18 meses se quedaron con 500 mil pesos.
Cuando se conozcan los nombres de los que llenaron sus bolsillos con los porcentajes que no enviaron a Rentas ni a la Caja Forense, muchos se sorprenderán cuando vean enredados en este affaire a abogados que aparentan ser señoritos y honestos.

Negreros. La empresa Inti Publicidad despidió a tres empleados: Ángel Enrique Sayago, Aldo Enrique Villalba y José Fernando Mansilla. ¿Por qué los echó a la calle? Porque se notificó que habían sido elegidos como secretario Adjunto, secretario Tesorero y revisor de Cuentas, respectivamente, del Círculo de la Prensa de Santiago del Estero.
El dueño, que aunque mucho no pone la cara, parece buena y mucha banca con un sector de la Casa de Gobierno, y por ello, al despedirlos, les dijo en el telegrama que lo hacía por “cierre del establecimiento”, seguro de que cuenta con amparo oficial. Pero mintió. Inti Publicidad sigue vivita y coleando.
¿Cómo es esto? Por un lado corre a empleados porque dice que se ve “forzado” a cerrar la agencia, pero por el otro aparece inaugurando nuevos negocios y emprendimientos.

Impresentable. Todo el Consejo General de Educación sabe que luego de la enfermedad (sufrió un accidente cerebrovascular – ACV-) que le costó la vida porque el juez Darío Alarcón le impuso una fianza de 100 mil pesos, Rita, la querida empleada, sigue siendo la bandera de lucha de los trabajadores del organismo. El tal Alarcón, como para detener la bronca, citó a la directora general de Administración, Ana María Campos.
Muchos pensaron que ahora iba a investigar en serio la corrupción y dejaría de darse tanta publicidad por los títulos apócrifos, pero fue una engañapichanga. Alarcón la llamó para que acomode los papeles (facturas, recibos, etc.), de las escandalosas irregularidades y de los abultados fondos públicos dilapidados.

Policías. El subcomisario Marcelo Daniel Cassio, autor del crimen del comisario Héctor Eduardo Bravo, es defendido por Francisco “Pacho” Cavallotti quien, como diputado provincial y alineado en el zamorismo tiene sus influencias. Por ello logró que el detenido fuera trasladado del hospital psiquiátrico a Infantería, sin que estén terminados los resultados de los estudios. El juez, Ramón Tarchini Saavedra, lo había internado en el “loquero” por precaución y al instante. Ahora, al aparecer un diputado como abogado defensor, el juez estaría convencido que Cassio recuperó sus facultades y es un hombre normal y para nada peligroso.
Si Cassio volviera a desbordarse en Infantería, nadie sabe a dónde van a ir a parar el juez y el diputado por este traslado apresurado, sin que tengan las conclusiones de los expertos que examinaron y trataron al policía detenido.

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