sábado, 6 de agosto de 2011

La diputada de “Iturrito” llevó drogas a su hijo preso

La diputada provincial Mirta Belma Jiménez, madre del detenido Darío Pogonza, fue “sancionada” por las autoridades del Servicio Penitenciario de la provincia, con la prohibición de ingresar a la Cárcel Pública de Varones, de Alsina 850.
No podrá, entonces, visitar a su hijo que está encausado por el robo a mano armada contra el panadero Pablo Salvador Russo.
Ésta legisladora pertenece al bloque de “Iturrito”, y llegó a la Legislatura integrando la nómina que llevaba como cabeza de lista al gobernador Gerardo Zamora.
El domingo 31 de julio, la mujer ingresó sola a la Cárcel Pública en horario de visita a ver a su hijo Darío Pogonza.
Claro que superó la requisa. Sin embargo, en su zona pudenda hizo ingresar droga (cocaína).
Cuando concluyó la visita, las autoridades carcelarias efectuaron una inspección en la celda de Pogonza y encontraron el estupefaciente.
Luego comprobaron que fue la madre la que le proveyó de la sustancia prohibida.

Silencio total

Este escándalo político-delictivo ocurrió el domingo 31. Y el 1 de agosto (lunes), la diputada Jiménez fue citada por los directivos de la Cárcel Pública de Varones que la notificaron de la prohibición de ingreso.
De todos modos, llama poderosamente la atención el silencio total del funcionario responsable del sistema carcelario, como es el ministro de Justicia, Ricardo Daives, así como del titular del Poder Ejecutivo, Gerardo Zamora.
Una cosa es contar con Jiménez y todo el bloque de “Iturrito” como aliados políticos, y otra cosa es esconder un grave hecho delictivo cometido por una parlamentaria.
Deberían advertir Zamora y Daives que sus silencios los convierte en cómplices de un delito.
Si nada se informa, si no se investiga y ésta diputada queda impune, es comprobar que la decadencia ha tocado fondo en Santiago del Estero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chocolate por la noticia, el fondo del tarro hace mucho que se tocó. Los edificios de los nuevos ricos se hacen por la impunidad que sienten de parte de los que más roban, porque no me van a decir que los dejan robar y no saben nada. La droga es corriente en cualquier barrio de Santiago. Los aviones y radares es para alimentar más ahún la abaricia de los políticos y aumentar los precios con el pretexto de la "persecución". Vamos somos grandes, pero se les va acabar más rápido de lo que se esperaban.