miércoles, 13 de marzo de 2013

La “re-re” con reforma constitucional y “Operación Clamor”

Los asesores zamoristas se hayan ensimismados en la “ingeniería” que implementarán para lograr la “re-re”, y estaría prevaleciendo el criterio de una reforma constitucional.
Dos cuestiones fundamentales surgen del reportaje que el gobernador Gerardo Zamora concedió a El Liberal. Una, quizá la principal, consiste en adoptar como política central para el futuro gobierno la provisión de agua potable a todos los santiagueños. Se trata de un reclamo antiquísimo que sólo recibió promesas de los distintos poderes ejecutivos, hasta hoy, por lo que aparece oportuno y ponderable que se haya advertido que es hora de comenzar a brindar soluciones, en razón de que es inconcebible que Santiago del Estero sea una de las provincias donde cerca del 70 por ciento de su población carezca de agua.
La otra es de índole político-electoral y surgió cuando admitió que decidirá unificar la fecha de las elecciones a gobernador y vice y diputados provinciales con las legislativas de la Nación (de senadores y diputados), previstas para el domingo 23 de octubre.
Salta a la vista que Zamora irá por su tercer mandato llevando como compañero de fórmula (por lo menos hasta hoy), al actual vice, el añatuyense Ángel Niccolai.
Por ello salió a la palestra anticipando algunas de las principales políticas de Estado que tiene preparadas para los próximos cuatro años. Fue clarísimo y lo sentenció como una promesa electoral de alguien que irá, indudablemente, por la “re-re”: “Un objetivo primordial es trabajar para que todo el territorio provincial tenga agua”.

La reforma

Arena Política anticipa que los asesores de Zamora están convencidos que el mejor camino para conseguir la re-reelección es legitimarla con el voto de la gente a través de una reforma constitucional. Además, los eruditos abogados cercanos al gobernador opinan que “es la manera de no provocar el temido ‘agravio federal’ y los planteos jurídicos de algunos opositores dispuestos a llegar hasta la Corte Suprema de Justicia”. (Justamente, un agravio federal habilitaría a la intervención del máximo tribunal del país).
Concretamente, estos argumentos se estarían imponiendo entre los operadores allegados a la Casa de Gobierno y, en consecuencia, ganaría la disputa el grupo que opina que “no es conveniente lanzarse a la ‘aventura’ de conseguir un fallo judicial para que, a través de la famosa ‘declaración de certeza’, habilite un tercer mandato”.
La idea, entonces, consiste en llamar  a una reforma constitucional de modo que la “re-re” se alcance con legitimidad plena que solamente llega con el voto de las mayorías. Sobre todo porque hoy por hoy el gobernador cuenta en la Legislatura con una abrumadora mayoría (37 de los 40 diputados), lo que le posibilitará sin ningún tropiezo sancionar la ley de “la necesidad de una reforma constitucional”. Además, alcanzaría una intención de voto superior al 80% entre los santiagueños según las distintas encuestas acercadas por consultoras contratadas por el Poder Ejecutivo.
Con estos números a la vista, los asesores políticos y de imagen de Zamora coinciden en que “ese caudal electoral debe ser utilizado para conseguir un tercer mandato a través de una ‘ingeniería’ prolija e irreprochable como es la reforma de la Constitución provincial.
Además, la estrategia elegida traerá consigo una “fuerte apuesta” del zamorismo y sus aliados, quienes se disponen a recorrer todos los circuitos electorales con el eslogan de la “re-re”.

Impacto nacional

Existe la convicción de generar una movilización cívica como pocas veces se consiguió en Santiago, para que la campaña por el tercer mandato termine por convertirse en una “Operación Clamor” de la gran mayoría de ciudadanos  (en ciudades y pueblos), respaldando la “re-re”.
De paso, esa “Operación Clamor” será muy bien difundida en nuestro medio y también a nivel nacional como un modo de demostrar que la elección a diputados constituyentes, primero, y la “consagración” de Zamora, después, equivaldrían a “un contundente respaldo” a las políticas globales de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a su “modelo nacional y popular”.
El “vamos por todo” que pergeñan los zamoristas a través de la “Operación Clamor” se basa en el hecho de que Santiago del Estero es la única provincia que elige gobernador y vice (más los cuarenta diputados provinciales), en octubre, mientras  que el resto de las provincias argentinas solamente irá a las urnas por la renovación de diputados y senadores nacionales.
Así las cosas, en la Casa de Gobierno se juegan a que el zamorismo pueda brindar una doble ofrenda al cristinismo, a través del primer test de la elección por la reforma constitucional y, el segundo, cuando se postule por el tercer mandato.
Claro, suponen que en las dos contiendas el Frente Cívico por Santiago ganaría con “altísimos porcentajes de votos”.

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