viernes, 4 de octubre de 2013

El “cristinismo” decidió cambiar a “Chabay” Ruiz por “Anita” Corradi

“Anita” Corradi, la única espada “cristinista” del distrito Banda.  
Los analistas mejor informados de lo que se “cocina” y se decide en la Casa Rosada, coinciden en que el “cristinismo”, de la mano del influyente secretario Legal y Técnico, el cordobés-santacruceño, Carlos “El Chino” Zanini, le bajó el pulgar al intendente de La Banda, Héctor Eduardo “Chabay” Ruiz.
“Estamos cansados de sus reclamos y quejas contra el gobierno provincial de (Gerardo) Zamora, y de su falta de contracción al trabajo político, tanto que en las últimas internas abiertas figuró en cuarto lugar, detrás del radical Emilio Rached”, fue lo que sintetizó Zanini a su estado mayor de la Casa Rosada. Por ello, con los resultados de las Paso en las manos, el “cristinismo” le soltó la mano al “primer kirchnerista” de la provincia e, incluso, se sabe que hubo un susurro para que renunciara a la candidatura a senador nacional, dejándole la cabeza de lista para la contadora Ana María Corradi de Beltrán.

Lo noqueó el zamorismo

Ni el gobernador Gerardo Zamora ni Héctor Ruiz dieron un paso atrás en procura para limar asperezas e iniciar una ronda de diálogos. Al contrario, identificados ambos con el kirchnerismo, jamás pudieron trabajar juntos detrás de las políticas globales de Néstor o de Cristina. Sus enconos fueron y son superiores, tanto que los convirtieron en dos políticos irreconciliables.
Y, en la política diaria, Zamora se dedicó a trabajar sin desmayos en el distrito bandeño y logró ocupar, literalmente, los bastiones que respondían al “eterno intendente”. Esta ingeniería comenzó a desarrollarse sin disimulo hace cuatro años, luego de que mediante “una mano” que le dio Néstor Kirchner, “Chabay” consiguió su re-reelección, que fue a todas luces inconstitucional. Hay que recordar que fue el ex presidente quien armó la “operación” o la “componenda” para que Zamora mirara para otro lado y no auspiciara ninguna impugnación a la entonces “re re” de Ruiz.
Después de ello, Zamora inició la ofensiva a través de obras públicas y de trabajo político en La Banda. A partir de entonces, Ruiz no ganó ninguna otra elección, y en todas las instancias fue apabullado por el “aparato zamorista”.
Hoy, muerto Néstor, sus operadores le recordaron a “Chabay” que no puede impugnar ni denunciar a Zamora, porque fue “el primero” que violó la Constitución provincial con su tercer mandato consecutivo. Ante la tozudez de Ruiz, el “cristinismo” decidió no intervenir más en esta pugna interminable y optó por esperar los resultados electorales.
“Zamora te noqueó y ha demostrado cómo puede ganarte hasta en tu ciudad, y son los votos los que mandan”, fue el último mensaje subliminal con los que el “zaninismo” se desmarcó del intendente de La Banda.
Hasta su amigo y confidente, el hoy senador nacional Aníbal Fernández, fue obligado “por una orden de arriba” a no intervenir en la política de Santiago del Estero, tanto que no apareció más por las tierras bandeñas hasta donde venía a respaldar a “Chabay”.

La intemperie y el ocaso

Mientras en Buenos Aires decidieron que la referente “cristinista” de La Banda sea “Anita” Corradi y no “Chabay”, el vice intendente Luis Daud se despechó en el programa de los mediodías de Radio Panorama (con Rogelio Jorge Llapur), proclamando que él es un “hombre de diálogo”. Esta definición del “número dos” de la Intendencia de La Banda ha sido una señal clara de que hay que iniciar algún camino de reconciliación con la dirigencia del distrito, con la provincia y con la Nación.
Para la comuna bandeña, todo depende de lo que pase el 27 de octubre. Si “Chabay” repite los resultados de las Paso, o si empeora y ni siquiera alcanza una banca de diputado provincial, es probable que renuncie o lo hagan renunciar, con el pretexto de la “falta de representatividad”.
Por ahora, sin apoyo nacional y con la tropa en estado deliberativo, Ruiz sabe que le llegó el ocaso político. Comprende la crisis e intuye el final. Por ello, renunció a la candidatura a senador nacional, como quien “entra a despedirse”.

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