El zamorismo y sus aliados ya están militando en la calle y en los pueblos por el candidato a Presidente del kirchnerismo, y tras las cuatro bancas de diputados nacionales. |
El
zamorismo arrancó temprano en la mitad del 2014 su campaña proselitista con los
más puros de su militancia, que aparecieron con el nombre de “Generación Z” y con
pautas claras: acompañar incondicionalmente al gobierno de la doctora Claudia
de Zamora; apoyar incondicionalmente al gobierno de la presidenta doctora
Cristina Fernández de Kirchner; constituir el partido político provincial que
sintetice el sentimiento del pueblo de Santiago del Estero por su líder, el
doctor Gerardo Zamora, y trabajar por la continuidad del proyecto político del
doctor Gerardo Zamora en la provincia.
Luego
fueron los socios de la alianza gobernante, situados bajo el paraguas de Bases
Peronistas, y donde juegan funcionarios, diputados, intendentes y comisionados
municipales del justicialismo. La excusa fue la normalización del PJ-Santiago
que les abrió la tranquera para afiliar, tomar contacto con las bases y
recorrer toda la provincia. Un dato interesante lo registró la CGT que se sumó
con todo a este proceso electoral para elegir autoridades partidarias del
Justicialismo, y que terminó convirtiéndose en la vertiente más visible y con mayor
dedicación en esta interna. Los “perucas” coinciden en que es hora de contar
con la herramienta electoral del PJ para reemplazar a la línea interna Bases
Peronistas por la poderosa estructura partidaria; sin sacar los pies del plato,
por supuesto, sino formar parte, orgánicamente, del Frente Cívico por Santiago.
Frente
a estos datos, salta a la vista que el zamorismo y Bases Peronistas, miembros
preponderantes de la convergencia Frente Cívico por Santiago, ya están en la cancha
y ganan las avenidas proselitistas a lo largo y ancho de la provincia, favorecidos
por la acción político-social del Gobierno de Claudia Ledesma Abdala de Zamora
y del liderazgo del presidente provisional del Senado, Gerardo Zamora.
La estrategia
La
idea central es mantener la unidad monolítica de la confluencia gobernante y
avanzar en dos objetivos electorales comunes para el 2015: sumar la mayor
cantidad de votos al candidato oficial del kirchnerismo a la Presidencia de la
Nación, y consagrar los cuatro diputados nacionales que elegirá Santiago del
Estero.
La
ingeniería política tendría el mismo libreto expuesto en las parlamentarias del
2013, cuando, por un lado, el Frente Cívico por Santiago consiguió dos bancas y
el Frente Popular (CGT más peronistas-zamoristas), la tercera, en la persona
del sindicalista Gerardo Montenegro, para el Senado de la Nación.
Ó
sea, dedicados a colectar votos para el candidato a Presidente del kirchnerismo,
buscarán ubicarse en el primer y segundo lugar de las elecciones de octubre. Si gana el Frente Cívico y lo sigue el PJ, se darían el lujo de obtener las
cuatro bancas a la Cámara baja.
Se cree que de este modo la
alianza gobernante en Santiago presentaría una estructura electoral sin
fisuras, sin admitir grieta alguna, para volver a repetir las últimas elecciones con
plena hegemonía del zamorismo.
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