viernes, 8 de mayo de 2009

La culpa no es del chancho, muchachos



Los santiagueños desconfían de la carne porcina por temor a la gripe porcina. ¿Aqué le tienen miedo? ¿Al cuchi?


Los santiagueños tendríamos que tener un diario nacional para que nos lean en todo el pais.


Nosotros estamos casi siempre a la vanguardia de lo que acontece en el mundo y al mismo tiempo en que se desencadenan los hechos. Lo vamos anticipando desde la arena política Los consumidores de carne porcina interrogan a sus vendedores con relación a la calidad del producto y muchos deciden no comprarse la chuleta, no quieren comer chorizos caseros, le dicen chau a las costeletas del cuchi, sin que sepan las razones de tanta negatividad.


Seguramente algún foráneo les comentó que lo de la "gripe porcina" se contagia con la comida del cerdo. Y bueno, se ve que las comunicaciones no están surtiendo efecto, y para el mal de muchos, se ve que el gobierno es un pésimo en comunicación. Los comerciantes santiagueños se muestran preocupados ante una posible caída abrupta en la comercialización del porcino.


Siguen influenciados por los casos de dengue y por ese otro flagelo denominado "hambruna zamora", y eso que ya no están entre nosotros ni el Cuchi Leguizamón, ni el chancho Alzogaray. Tal vez sea por eso que lo andan mirando con desconfianza al doctor Darío Alarcón, juez del Crimen de tercera nominación, que ayer andaba preguntando en la sala de periodistas: ¿Y, a mí, por qué me miran?
Acá en Santiago cuidamos a nuestros cerdos, les damos antibióticos.

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