Bagli se hizo de Gerardo y de “Pichón”

“Angelillo”, el martes, en Actualidad Política de LV11.

Muchos de sus amigos y militantes lo dejaron de frecuentar y, los más dolidos y avergonzados, ya ni lo saludan. Dentro del gran arco peronista santiagueño, directamente ha pasado a formar parte de la larga lista de los cooptados por el gobierno provincial, y convertidos en “oportunistas”.
Se trata del loretano Ángel Ramón Bagli, a quien muchas fracciones justicialistas e independientes consideraban una figura que en una futura reorganización peronista podría integrar un equipo de relevancia para recuperar el gobierno provincial. Muchos decían: “Hay que respaldar a ‘Angelillo’ después de los malos tratos a los que lo sometieron Carlos Juárez y Nina Aragonés, calificándolo muchas veces como un traidor”.
La última aparición pública de Bagli fue el 22 de marzo en el Club Belgrano de la capital santiagueña, cuando vinieron “los adelantados” de Eduardo Duhalde y organizaron un acto netamente peronista y anti-kirchnerista. Justamente, “Angelillo” fue uno de los oradores centrales que bajó línea, criticó a los Kirchner y le dio con un hacha a “los corruptos del gobierno provincial”.
Ahora, para las elecciones comunales del 2 de septiembre, tuvo un acercamiento con su archirrival loretano, el ministro zamorista José Emilio Neder, y juntos le ganaron a los radicales la intendencia del pago. Ahí nomás “Pichón” jugó de operador y lo tentó; justo lo que Bagli había estado esperando. Hoy, es “nederista”, “zamorista” y, sobre todo, “gran kirchnerista” o “cristinista”. También asesora a un empresario allegado al gobierno y al que estaba distanciado en otros tiempos.
Después de esta voltereta corresponde preguntarse: ¿no habrán tenido razón los Juárez cuando insultaban y descalificaban a Bagli?