jueves, 8 de marzo de 2012

A la mujer en su día

Por Jairo Oyaga Armenta.
 La vida es hermosa a pesar de los tropiezos que nos brinda,
igual que la mujer es como una rosa, tierna, delicada y sensual
a pesar de las espinas.

 Todas son extraordinarias, nos dan vida, nos hacen sentir felices
y nos cautivan, aunque algunas nos lastiman.

 Somos lo que somos gracias a ellas
que en su plan de madres, hermanas o de hijas,
son los seres más preciosos
que ha creado Dios en sus días.

 Y ni qué decir de las esposas o amigas que nos quieren,
nos perdonan y nos miman o, nos recogen, nos amasan
y nos tiran, somos suyos mientras vivan.

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