martes, 28 de abril de 2009

Rejunados, sin lugares dónde esconderse


Por Deyes Sosa
 
Hace unos días en la última reunión de Adepa, el titular de la comisión de Libertad de Prensa e Información, Carlos Gamond, en el cierre de la 139ª Junta de Directores de la entidad, mencionó que "se observa en varios aspectos de la democracia argentina, que en los últimos seis meses la situación de la libertad de prensa se ha deteriorado gravemente".

Sin dar nombres ni lugares, la entidad entiende, al igual que nosotros, que no hace falta mencionar sitios ni personajes para advertir las serias distorsiones que se vienen acumulando en torno al quehacer periodístico nacional.

La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) tiene demasiado claro lo que está aconteciendo en el país y en especial en Santiago del Estero, cuando menciona el "grave deterioro" de la libertad de prensa en la Argentina, confesando a manera de critica su estupor porque el periodismo sea visto "por una parte del gobierno como un enemigo a derrotar", mientras que también advirtió que cuando "la comunicación oficial es altamente centralizada, los cambios políticos suelen ser convulsivos".

Atento a la denominación del espacio que considera a la prensa como un "enemigo" gubernamental, señaló que, por ese motivo, se produce "la compra de medios a través de adláteres, el financiamiento de grupos adictos y la cooptación económica de otros". Para Adepa, "la cuestión es articular un contrapolo periodístico con los medios del Estado, los propios y los cooptados".

Se alertó también que respecto de las candidaturas testimoniales, se ha dicho que éstas eran inventos de los medios "de incomunicación". Para los editores, dicha "descalificación es absoluta y responde a la vivencia de 'estar en guerra' con todos aquellos que no se someten a la visión y a los designios gubernamentales". Tal como si los periodistas fuesen sus empleados y les debieran el deber de la fidelidad.

En cuanto a la distribución "arbitraria" y "a veces interesada" de la publicidad oficial, la misma que "beneficia o castiga a los medios según el tono de su contenido editorial", sostuvo Adepa que tiene la "cruda certeza de que un diario se acalla mediante el estrangulamiento económico", ya que "con diarios empobrecidos se dificulta la libertad de prensa. Pero, con diarios enriquecidos por el favor oficial la libertad de prensa directamente desaparece".

Por casa todo es conforme y fiel al comunicado. Ya se sabe cómo se distribuye en Santiago del Estero la torta publicitaria del oficialismo. Pareciera que sólo existe la prensa tradicional y cientos de pasquincitos solícitos a “cortar y pegar” en sus ediciones la información interesada que se les transmite desde la sala de prensa de la Casa de Gobierno.

Para los “pagadores de servicios” es suficiente con que se publique solamente el parte publicitario que se les envía a los medios, con fotografía incluida. Sin ningún otro comentario que aclarar, lo que viene a cercenar el deber de informar como corresponde; o sea con con objetividad y absoluta libertad.

Es como dice el pueblo: “los tenemos re-junados, los tenemos”. Y saben que no están mintiendo cuando a diario pueden constatar que los medios de comunicación están vacíos de contenidos y que en sus páginas sólo hay publicidad oficialista (no oficial), pues parece que piensan que son más picaros que los lectores a los que deben informar. 

Y no es así.  Por eso quiero transmitirle a los que reparten la torta oficial que desde que existe Internet,  todo queda al descubierto, nada puede esconderse y menos aún lo que con las prebendas lisonjeras pretenden ocultar.

No hay comentarios: