miércoles, 16 de septiembre de 2009

Maniobras dolosas de los “capos” del Iosep


Después de seis meses de faltar al pago a unos prestadores médicos, las máximas autoridades del Iosep libraron (el 21 de agosto pasado), dos cheques para saldar la deuda.

Llevan las firmas de Raúl Osvaldo Ayuch (presidente interventor), Carlos Antonio Olivera (gerente general) y Raúl Granda (a cargo de Tesorería), por los siguientes valores: uno, por $91.262,60 y el otro por $76.588,29.

Los “capos” del Iosep se habían informado que los médicos acreedores estaban preparando solicitadas para ser publicadas en los medios tradicionales de prensa, y los llamaron con urgencia a los profesionales para abonarles parte de la deuda, el viernes 21.

Efectivamente, concurrieron y recibieron los dos instrumentos de pago. Pero un contador, un abogado y un funcionario experimentado, (o sea Ayuch, Olivera y Granda), cambiaron sus firmas. Escribieron otros rasgos y, concretamente, colocaron firmas apócrifas.

Por ello, cuando los cheques fueron rechazados por el Banco Credicoop por “defecto formal”, el 24 de agosto, los acreedores pusieron el grito en el cielo por tamaña broma de mal gusto o maniobra delictiva.

A sabiendas, los funcionarios de la obra social de los empleados públicos perpetraron una maniobra clásica que se suele utilizar para dilatar pagos cuando la cuenta no tiene fondos.

La picardía les valió los insultos de los prestadores, pero además de ello algún fiscal debería actuar para comprobar si éstos tres “capos” no habrían incurrido en algún “ardid estafatorio”, (instrumento usado para cometer defraudación) o en otra figura que los abogados conocen bien aunque poco se aplica: “omisión indebida de pago”.

El gobernador Gerardo Zamora ha dicho a sus íntimos que, después del “caso Alegre”, ya no va a perdonar ningún desliz de sus funcionarios. ¿Qué hará entonces con los tres sinvergüenzas que tiene en el Iosep?

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