domingo, 10 de julio de 2011

Mirar el futuro con el compromiso actual

Por Alfio Germán Acosta, estudiante santiagueño, en Córdoba.
Reflexiones sobre la participación de los universitarios en las políticas globales de la Argentina.
Hoy, los jóvenes somos parte y testigos de una gran transformación. Inmersos en un proceso que impacta (los medio de comunicación) y que hace cambiar nuestra forma de vida y de relación con el mundo. Casi sin darnos cuenta se alteran y modifican los significados para entender la realidad -sobre todo si se forma parte de ella- y en consecuencia, más arduo se hace apreciar la magnitud de la pérdida de valores, de la sensibilidad por la cosa pública y el compromiso por el país.
Nuestra falta de educación, cultura cívica y de estimulo, nos han llevado a los argentinos a una situación de crisis, que generó la posibilidad de poner en tela de juicio, la política y a los dirigentes que les toca conducir los destinos de nuestro país. Los argentinos en su conjunto siempre le han atribuido los males de la patria a nuestra política y a la mala calidad de quienes nos representan, ignorando la responsabilidad colectiva que cada uno de nosotros nos corresponde. En ocasiones un sentimiento de rechazo se expresa en términos explícitos, “la oposición o el oficialismo son corruptos y demagogos”; y a veces la acusación es mas general “todos los políticos son mentirosos, hacen lo quieren” o “todos están comprados por grupos de interés”.

Elecciones y votantes

En consecuencia, la mayoría de los votantes concluye que todos los políticos en la argentina se limitan a jugar a la política -como diciendo que estos dirigentes votan o adoptan posiciones contrarias a su conciencia y al interés general de los ciudadanos- basadas en beneficios que reciben en sus campaña o en las encuestas.
En más de una oportunidad escuchamos a nuestros amigos y compañeros las críticas más virulentas sobre quienes nos gobiernan; sin embargo año tras año los siguen votando, manifestando así un interés nulo por participar y comprometerse con la política. De hecho no me parece descabellado pensar y decir que los votantes ya no eligen a sus representante sino que son sus representante quienes eligen a sus votantes, es por eso que todo el tiempo, pero sobre todo en tiempos electorales, nos estudian para decirnos y prometernos lo que queremos escuchar aunque en la práctica sea difícil y hasta imposible llevar a delante lo que prometen en campaña.
Nuestras instituciones se han debilitado enormemente, como consecuencia de la corrupción y la irresponsabilidad de algunos, pero también por nuestra incapacidad colectiva de tomar decisiones difíciles y preparar a la argentina para una nueva era.
Sabemos que es difícil el desarrollo sin un proyecto común, serio, responsable a corto y largo plazo; para ello se necesita estar comprometido, no solo los políticos sino todos nosotros. Comprometidos con el tiempo actual que es el único, verdadero, el pasado ha pasado y el futuro todavía no ha llegado. En consecuencia no queda otro camino que ser fiel al tiempo presente, al compromiso actual. Todos queremos una argentina rica, poderosa, que crezca y se desarrolle. Este será el futuro en la medida que nos comprometamos y trabajemos duro en el presente.

Rol de los estudiantes

Los adultos, los universitarios y quienes hacemos políticas si no asumimos dicho compromiso, y no inculcamos valores y el estimulo por el compromiso y la solidaridad por todas su dimensiones, no vamos a poder entrar a un mundo desarrollado. Nuestros objetivos, nuestros anhelos pueden ser nuevos, las herramientas con los que los encaremos, pueden ser nuevas; pero los valores de los que depende nuestro éxito -el esfuerzo y la honradez, el valor y el juego limpio, la tolerancia y la curiosidad, la lealtad y el patriotismo y el compromiso solidario- son viejos. Han sido el callado motor que hicieron grande a la argentina. Por eso, lo que se necesita es volver a estas verdades. Todos podemos aportar desde el pequeño lugar, con las pequeñas cosas de todos los días, grandes cosas por la patria.
El doctor Albino -medico fundador de CONIN (Cooperación para la Nutrición Infantil)- en una conferencia en donde presencie dijo: “No existen papeles pequeños, existen las torres mediocres; por pequeño que sea nuestro papel en la sociedad si lo hacemos con el corazón otra cosa va ser”.
Pienso que ese debe ser el espíritu que debe abrazarnos a todos. Lo que se nos exige ahora es una nueva era de responsabilidad, de compromiso, un reconocimiento, por parte de cada argentino, de que tenemos obligaciones con nosotros mismos, nuestro país y el mundo; obligaciones que debemos aceptar sin quejarnos.

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