martes, 13 de septiembre de 2011

Carta abierta a los radicales santiagueños‏

Por Emilio Rached, senador nacional por Santiago del Estero.

Foto de archivo con el ex presidente Raúl Alfonsín y el senador Emilio Rached.
Las elecciones presidenciales y para diputados nacionales del próximo 23 de octubre constituyen para los radicales un fenomenal desafío que pone a prueba, por si hiciera falta, nuestro temple, orgullo y autoestima. Conocemos de sobra las condiciones adversas pero también conocemos los 120 años de combate de la Unión Cívica Radical en defensa de los intereses nacionales y populares. Y recordamos los escollos que una y otra vez ha enfrentado y vencido desde que Leandro Alem, el romántico incurable, alzara su prédica insurgente a fines siglo XIX para sostener "la causa de los desposeídos".
En efecto, el Radicalismo enfrentó en su trayectoria, en el llano y en el gobierno, el fraude y la proscripción; los golpes de Estado y los desbordes autoritarios; la persecución y el confinamiento de sus principales dirigentes; las dictaduras y la represión; la difamación y la censura; el escarnio y la conspiración de los poderosos. Y sobrevivió obstinadamente. Pero este mensaje inscripto en su historia no debe servir para ocultar otra certeza: nuestro partido solo sucumbirá arrastrado por sus propios errores y flaquezas. No podemos ser nosotros los culpables de deserción.

Injusticia, corrupción

Las causas que generaron el nacimiento de la Unión Cívica Radical permanecen: ahí están la injusticia, la pobreza, la desigualdad, la corrupción, la censura. En 2005, en Santiago del Estero, encarnamos un proyecto liberador que movilizó las esperanzas del pueblo; pero soñamos con la libertad y hay miedo; prometimos transparencia y hay oscuridad; predicamos una justicia independiente y hay manipulación; juramos cuidar la dignidad del prójimo y hay dádiva; queríamos el debate y la discusión y hay silencio. En suma, teníamos la ilusión de construir el porvenir y repetimos las miserias del pasado.
Invito a mis queridos amigos de toda la provincia a participar con entusiasmo y compromiso militante de la campaña electoral. A los correligionarios les digo que no nacimos para una elección: somos una forma de vida, una manera de ver el mundo, una pasión nacional y provincial que se inspira en los grandes presidentes radicales Hipólito Yrigoyen, Arturo Illia y Raul Alfonsín. A quienes no pertenecen a nuestro partido pero comparten los valores de honestidad, austeridad, libertad, progreso y justicia que él encarna les decimos que aquí tienen la mano tendida, la vocación de servicio, el gesto fraterno, y los convocamos humildemente a compartir con nosotros la construcción de la Patria y la provincia amables, dignas, orgullosas e igualitarias que están en la base de nuestros sueños.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Zavaliaaaa---chabay