miércoles, 1 de febrero de 2012

En La Salamanca cantan todos; no hay “listas negras” ni censura

Raly, censurado y prohibido por el gobernador Zamora, actuará en La Salamanca, en La Banda, en otro reencuentro con sus comprovincianos.
Raly Barrionuevo y Juan Saavedra se reencontrarán con el público comprovinciano en el Festival de La Salamanca, en el Club Sarmiento de La Banda, cuyos organizadores los contrataron por su condición de artistas nativos, su relación con la gente, y la trayectoria de cantor, uno, y de zapateador, el otro.
“¡Menos mal que está La Salamanca!”, dicen en la comunidad folklorista de Santiago del Estero luego de que Raly, Juan y Claudia Acosta fueron “prohibidos” por el gobierno provincial por una orden directa del gobernador Gerardo Zamora. Consecuentemente, el “memorándum interno” que remitió el primer mandatario los excluyó a los tres de todas las fiestas y festivales que se realizan desde octubre a marzo de cada año en el ámbito de nuestra provincia, y que auspicia o solventa (casi el 95%) esta administración con fondos del erario público.
Fueron censurados por Zamora a raíz de la adhesión (de siempre, conocida y leal) de Raly, Juan y Acosta a la lucha del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), que se expresó con mayor pujanza a partir del 16 de noviembre del año pasado al jovencito Cristian Ferreyra, dirigente campesino, en su casa de San Antonio, departamento Copo.

El arte y la militancia

Lo de Raly sí que es significativo, porque Zamora que antes lo contrataba, lo aupaba y hasta reconocía que lo había “ayudado” en sus campañas políticas anteriores, siempre supo que el friense acompañó desde un primer momento al Mocase.
Raly se presenta en todo acontecimiento solidario y a favor de la “lucha por la tierra”, en las fiestas de las comunidades indígenas y de pueblos originarios y, sobre todo, en reuniones que organiza el Mocase. Se puede decir que “es un hombre del campesinado santiagueño”. Y, sin ataduras, suelta su talento y su idea de militante entonando canciones como El Activista o Ey, Paisano.
Zamora debería informarse que el artista oriundo de Frías tiene compromisos serios y intransigentes con las causas solidarias. No es nuevo.
Por ello, se equivocó, como tantas veces, o cuando lo contrataba ignorando la militancia de luchados por las causas justas, o ahora al ver que salió al frente a demandar justicia en Santiago del Estero por el inexplicable asesinato de Cristian Ferreyra.
Mucha gente (también debe conocer Zamora), va a llenar el club Sarmiento la noche que actúe Raly, porque va a ir a aplaudirlo cuando cante y se exprese, pública y libremente, a favor de la lucha de los pueblos latinoamericanos”
Lo bueno es que el Festival de la Salamanca lo va a reivindicar frente a la gente y va a respetar (como corresponde proceder a los democráticos) su militancia. Porque en La Banda hay organizadores de festivales que, primero que nada, son democráticos en la contratación de los artistas. Raly estará actuando gracias a su propio esfuerzo y talento, y nadie se va a molestar (mucho menos censurarlo), si durante su concierto reclame justicia por el crimen de Cristian Ferreyra, pegue un grito vivando al Mocase, o se le ocurra hacerse acompañar por el público cuando suelte sus proclamas de “Cristian Ferreyra…presente…ahora y siempre”.
Debe conocerse (porque fue noticia nacional) que Raly Barrionuevo se unió al Mocase también para rechazar la minería a cielo abierto y los desalojos a los pueblos originarios, además de difundir la causa de los campesinos de diversas maneras, como por ejemplo dedicándoles la canción “La lucha del monte”.

Una mácula

Zamora con su “lista negra” no ha hecho otra cosa que incorporar una mácula que ensombrece a la democracia en Santiago del Estero. Y ha elegido, desacertadamente a artistas queridos y de valía, como Raly, Juan y Claudio.
La decisión zamorista, además, nos retrotrajo a épocas infames cuando se hacía “desaparecer” o se obligaba a huir al exilio a artistas representativos, que no le eran simpáticos a los dos o tres militares que usurpaban el poder en la Argentina porque cantaban a favor de la democracia y de la libertad.
Por desgracia, Zamora ha puesto a Santiago del Estero al mismo bajo nivel de países como Irán, donde se prohíbe bailar o que una mujer cante. O como China, país en el que está prohibido divertirse.
Subdesarrollo, resentimiento, venganza, atraso, autoritarismo, abuso de poder. Todo ello encierra la prohibición de Zamora a Raly, Juan y Claudio.

Está la Salamanca

Aunque todos saben y, por ende, es obvio, vale la pena reiterarlo. En el Festival de La Salamanca (inspirado por el intendente Héctor Eduardo “Chabay” Ruiz), no existen las “listas negras” con la que a veces se busca callar a cantores y músicos.
Y si está Rally, mucho mejor. Se sabe, por ejemplo, que, políticamente, el gobierno municipal de Ruiz comparte algunas luchas del cantor de Frías, a través de la senadora nacional Ana María Corradi de Beltrán.
Ella, en sus oficinas de la municipalidad de La Banda y del Senado Nacional, tiene abiertas las puertas para los movimientos originarios y el Mocase. Es autora de numerosos proyectos en defensa de la tierra, y no escatima tiempo ni recursos cuando tiene que concurrir al interior y escuchar las inquietudes y buscar sus soluciones por los campesinos santiagueños.
Última reflexión. Como dicen los folkloristas, “¡menos mal que está en el Festival de la Salamanca”! Es que el país, que tanta difusión brindó al “memorándum autoritario” de Zamora, va a poder comprobar que no todos los dirigentes políticos son iguales en esta provincia.
“Chabay” Ruiz, intendente de La Banda y principal propulsor de La Salamanca, abrió la puerta a todos los artistas en el Festival de La Salamanca.

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