sábado, 30 de marzo de 2013

Los pobres proveen de órganos a los ricos

Por Carlos Adolfo Rojas, médico cardiólogo de Santiago del Estero.
El Incucai no hace nada frente a la tendencia que en los trasplantes renal, hepático y cardíaco los donantes provienen de hospitales públicos y los receptores se implantan en centros privados. 
Un sueño de la medicina en el siglo pasado fue el de sustituir un órgano dañado y no funcional por otro sano. Este sueño se ha tornado realidad en ésta centuria y, para alcanzarlo, hubo que solucionar de diferentes formas innumerables problemas.
Entre 1950 y 1955 se hizo el primer esfuerzo clínico sistematizado para trasplantar un órgano humano en el Peter Bent Brigham Hospital de Boston. Sir Peter Medawar, quién ganó el Premio Nóvel en 1960, describió las bases inmunitarias para el rechazo del injerto. En 1963 el Dr. Thomas Starzl realizó el primer trasplante de hígado humano y en 1967 el Dr. Cristiaan Barnard trasplantó un corazón en un paciente.

Problemas técnicos

En los comienzos de 1950, nuevos progresos técnicos y tecnológicos permitieron el primer trasplante de riñón en pacientes gemelos histo idénticos, que Lawer y Dubóst hicieron en 1954. Lower y Shumway en sus laboratorios, con el empleo de la circulación extra corpórea, pudieron colocar un corazón en forma orto-tópico. Lillehei en 1966, trasplantó un páncreas, y en 1967 intestino delgado. De estas consideraciones se desprende que el problema técnico fue resuelto hace más de medio siglo.

Barrera inmunitaria

Una vez controlado técnicamente el trasplante, se notó que surgían reacciones biológicas en el sistema del receptor y el tejido injertado. El primer rechazo clínico de aloinjerto se observó en 1952 en París, días después que un niño recibió un riñón de su madre. En Boston, al realizarse el primer trasplante de riñón entre gemelos idénticos, la ausencia de rechazos entre los dos tejidos genéticamente compatibles, constituyó una prueba indirecta de la importancia de las defensas inmunitarias en el receptor, contra el tejido heterólogo, que permitía la aparición de rechazo.
Una vez definida la importancia de los linfocitos como factores básicos en el rechazo, el empleo de diferentes tratamientos y drogas anti rechazos, han mejorado sustancialmente la calidad y cantidad de sobrevida de los receptores.

Conceptos éticos

La aplicación del concepto de muerte cerebral, después de años de discusión, y actualmente de paro cardiaco, dio comienzo a una nueva era en la procuración de órganos y tejidos, como así también, incrementó sustancialmente el número de órganos donados.
Estos problemas se han manifestado a posteriori, fundamentalmente con los donantes vivos, que ofrecen sus órganos, riñón, ojo, pulmón, hígado, a través de diferentes medios de difusión, e inclusive en internet. La situación se agrava con el turismo de trasplante, donde un paciente puede comprar un órgano y, viajar a implantárselo, o hacer viajar al donante hacia donde se encuentra el receptor o, finalmente, viajar ambos hacia el centro de trasplante.

Aspectos económicos

Sin lugar a dudas, el crecimiento demográfico, el incremento de la demanda de órganos, como así también el empobrecimiento de las franjas críticas y el desplazamiento del mercado mundial hacia el huevo asiático -China, India, Rusia y Sudáfrica-, ha creado un mercado de órganos que exige una pronta legislación mundial para detener el tráfico.
El arte y la ciencia de la inmuno modulación, se han transformado en los pilares de todo comentario, en relación con el trasplante. La preservación del paciente receptor, mediante mecanismos de hemodiálisis, sistema de soporte de la función hepática, asistencia ventricular y corazón artificial, han contribuido a aumentar exponencialmente el número de receptores, creando una demanda casi incontenible de órganos a nivel mundial.
En nuestro país, a partir de la Ley de Trasplante de Órganos y Tejidos Nº 24.193, se establece la normativa que determina el funcionamiento para satisfacer la demanda de los pacientes que esperan un trasplante. Además, mediante el esfuerzo del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante que impulsa, normatiza, coordina y fiscaliza, la actividad de donación, trasplante de órganos, tejidos y células, mediante políticas sanitarias y programas institucionales, se ha conseguido el incremento de órganos donados para la extensa lista de receptores en espera.
Pero hemos notado en la “memoria 2010” una tendencia en trasplante renal, hepático y cardíaco: los donantes provienen de hospitales públicos y los receptores se implantan en centros privados.
Razón por la cual proponemos, para equilibrar esta tendencia, la creación y apoyo científico-económico de centros de trasplante de órganos en hospitales públicos, de preferencia hospitales escuela en cada una de las regiones que agrupan provincias con realidades y problemáticas sociales, sanitarias y económicas similares.
Región Noroeste: Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero, bajo coordinación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán.
Región Noreste: Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa, bajo coordinación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Noreste.
Región de Cuyo: La Rioja, Mendoza, San Juan y San Luis, bajo coordinación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Mendoza.
Región Centro: Córdoba, Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, bajo coordinación de la Facultades de Medicina de las Universidades Nacionales de: UBA, y Rosario.
Región Sur: La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, bajo coordinación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata.

No hay comentarios: