domingo, 10 de abril de 2011

Aquí, los ladrones son los únicos privilegiados

Es hora de actuar y cambiar la cúpula policial, antes que los damnificados reaccionen a tiros con los ladrones, como el propietario de la panadería Mariano II.
Mientras el gobernador Gerardo Zamora confía ciegamente en sus funcionarios, y el ministro de Gobierno, José Emilio “Pichón” Neder manda al jefe de policía, Marcelo Pato, que “haga mucha prensa” en todos los medios oficialistas, los ladrones actúan seguros de que jamás tuvieron tanta libertad para adueñarse de lo ajeno.
Tomemos en cuenta 48 horas: el jueves y viernes pasados. En menos de una hora, los cacos asaltaron dos locales comerciales de la Capital; uno en Aguirre casi Andes y el otro en Belgrano y Alvear. Y a la luz del día.
Veamos en el interior. Un asalto tipo comando se produjo en la zona rural de Guardia Escolta, cuando dos peones y un encargado fueron sorprendidos por sujetos que con armas de grueso calibre los redujeron y maniataron. Fue en el establecimiento “Don Roberto”, ubicado a escasos kilómetros de Guardia Escolta. Los malvivientes los despojaron de teléfonos móviles y el poco dinero que tenían para gastos personales. Los obligaron a llevarlos hasta la casa (en el casco de la estancia), donde robaron una computadora portátil y una camioneta F-100.

Todos roban

Frente a una policía que “está en otra cosa”, los miles de delincuentes y/o también miles de desocupados incrementan sus actividades delictivas, seguros de que no existe vigilancia ni política de seguridad en Santiago del Estero. Aquí, perpetrar un asalto a un banco a 20 metros de la plaza principal de la ciudad, como a un quiosquero del barrio más alejado o a un establecimiento agropecuario, se puede concretar sin ninguna dificultad porque la policía sigue ausente y no cumple, para nada, su misión de salvaguardar los bienes de la ciudadanía.
Como no hay control, se anima y sigue robando a mano armada el hijo de una diputada, y hasta los policías de Salavina dedican sus tiempos libres al cuatrerismo.
Algún día, el gobernador Zamora intentará cambiar la cúpula inepta que conduce la policía provincial en busca de recrear y devolver a la institución el orden, el respeto y la subordinación.
La ciudadanía espera esa decisión política en lo inmediato, antes de que nos armemos todos y respondamos como el panadero Pablo Russo corriendo a tiros a los ladrones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y que podemos esperar de los jueces que tenemos. Ellos son los unicos responsables, junto a la policia y al poder politico. Yo no hago politica, pero en verdad debemos preguntarno ¿ con Carlos Juarez, pasaban estas cosas ?. No duraban en sus puestos un minuto. Hoy roba el de arriba, los del medio y los de abajo; los excluidos del sistema y protegidos por jueces, policias y politicos SALEN A ROBAR. Total, en una semana TODO SE OLVIDA. Que raro no ¿ Nunca roban a funcionarios ?. Pero que podemos hacer¡