viernes, 15 de abril de 2011

Cambios y penetración de la revista Criterio

Por Eduardo José Maidana.

Fundada en 1928 sin interrupciones lleva 84 años al servicio del pensamiento católico dialogal y evolutivo. Es un emprendimiento eclesial (significa asamblea), mas no es de la Iglesia. Ha compartido el campo editorial con publicaciones importantes que, en el mismo campo, discreparon con sus posiciones u opiniones. La leo asiduamente hace más de medio siglo. Digo luego que le debo mucho, aún no coincidiendo en no pocas ocasiones. Vivo por luces, ayudas para entender y anticipos, muy agradecido.
Su voluntad de adecuarse a los tiempos y la progresiva, y sin baches, incorporación de renuevo en su plano mayor, van de la mano con los cambios en su diagramación: hay un intento permanente de sintonizar “los signos de los tiempos” desde su fidelidad al Padre y a la Iglesia de Jesucristo. De las rotuladas “de pensamiento” o “inteligencia” creo que sólo aceptaría encuadrarse en la aristocracia del espíritu. Más claro, aquella a la que Chesterton descubrió en Francisco de Asis que Inglaterra buscó por lo que le faltaba y dolía, viento de humildad humanizadora, simple y llana, agua y yerba, que hacía del hombrecito italiano el viento mismo que barría la peor soberbia: la de la inteligencia.
Su muy buen logrado diagrama de abril presente sumó una noticia que necesitábamos para aligerar malos sabores cotidianos: en 2010 por la web ingresaron a Criterio 361.949 personas que realizaron 403.726 visitas; el 89,13% de esas visitas fueron nuevas y el 10,87% (43.885) de lectores frecuentes. Las personas provienen de 144 países o territorios. Encabeza la Argentina con 167.509 visitas, México con 48.752, España 42.258, Colombia 32.940, Perú 20.472, Chile 18.776, Venezuela 15.677 y Ecuador 8.051. También “compran” (ingresan) por la web: Italia, Francia, Alemania, Rusia, Japón, China, África, Australia y Nueva Zelanda.
El promedio de lectores web en cada uno de las ediciones, en el año 2010, por los 40 ejemplares. En términos puramente técnicos su presentación en un medio argentino de este tipo, lo coloca en una vidriera universal. No sé por qué recuerdo cuando Criterio descubrió en un artículo aquello de “la Argentina secreta”, que rápidamente fue pista al servicio de académicos, periodistas y de simples y atentos del común hombres y mujeres de buena voluntad.
Siempre en la línea de la bien entendida pluralidad a que Edgar Morín se refiere en un papel que tituló “Para un pensamiento del Sur”, cuya discusión presidió en Río de Janeiro en estos comienzos de abril con presencia santiagueña, dice: ”En mi opinión un pensamiento del Sur conciliaría el sentido de la diversidad concreta de la naturaleza expresada por los dioses de los politeísmos antiguos, sobre todo el griego y el latino, así como el sentido de la unidad del Universo que el Dios Único expresa” (sic)

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