sábado, 2 de febrero de 2013

Adicionales policiales: un robo organizado

Más corruptela en la policía provincial conducida por Marcelo Pato.
Marcelo Camaño era jefe de Operaciones y Humberto Ibáñez el subjefe. Los dos ya implementaban las maniobras ilícitas para perpetrar el robo de dinero en los que se denominan los servicios de adicionales en la policía provincial.
El modus operandi es bien sencillo; pero muy eficaz.
Al policía fulano de tal, que cumple tareas en una comisaría, lo asignan para realizar un servicio adicional en las puertas de una repartición pública. Por supuesto, ese agente se retira una vez que concluye con su horario habitual y, consecuentemente, no percibe nada en concepto de extras.
Lo que hacen sus jefes es robarle al Estado, que es el que le paga al policía fulano para que realice tareas en una seccional y no en servicios adicionales.
Además, ese policía fulano es engañado y burlado porque desconoce que aparece percibiendo emolumentos extras por ese adicional. Ocurre que son los jefes de Operaciones los que lo registran, le cobran esos dineros extras y le falsifican la firma del recibo de la paga.
Ahora, Camaño pasó a desempeñarse en la Dirección de Inteligencia Criminal, y Operaciones está conducida por Ibáñez, a quien secunda como su subjefe, Mario López, y los ilícitos se repiten en contra de reparticiones públicas, empresas privadas y organizadores de acontecimientos deportivos o sociales que contratan policías “para adicionales”.
Lo mismo sucede en canchas de fútbol o en otras fiestas populares, donde los jefes de Operaciones “afectan” a 50 policías pero envían a 20. Los organizadores de estos acontecimientos pagan por los 50, y los jefes de Operaciones se quedan con 30 “adicionales” falsificando recibos y firmas de los supuestos policías que ni saben que figuran en listados apócrifos.
Esto que ocurre en comisarías, se repite en el denominado Comando Táctico de la policía.
Un dato interesante: Camaño, Ibáñez y López, integran el grupo selecto de mayor confianza del jefe de la policía, Marcelo Pato.

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