martes, 20 de octubre de 2009

El lujito que se dio Rached



Sin publicidad, como corresponde a un militante en serio, Emilio Rached cumplió con su gente; con los productores de Santiago del Estero. Les prometió que para la Exposición de Bandera, departa
mento Belgrano, iba a venir acompañado del vicepresidente de la Nación, el ingeniero Julio César Cleto Cobos, y cumplió.

Cobos, por supuesto, lo hizo con mucha satisfacción. Por varias razones. Una, ratificar su distanciamiento con el kirchnerismo en lo que hace al trato con la gente del campo. Otra, mostrarse como firme referente de lo que en el futuro será un movimiento multisectorial. Y, la tercera, confirmar que en Santiago del Estero el hombre del cobismo no es otro que Emilio Rached.

Gerardo Zamora y el zamorismo, como era de esperar, miraron de reojo al “lujito” que puso en escena el senador Rached. Por ello ni lo declararon huésped de honor, como se estila, y apenas fue a recibirlo el ministro del área (de la Producción), el ingeniero Luis Gelid que, para completar la indiferencia hacia el ilustre visitante, llegó tarde a la ceremonia.

De todo ello estuvieron bien informados Cobos y su senador aliado. El vice vino en avión de Buenos Aires a Reconquista, Santa Fe, y luego se trasladó en automóvil hasta Tostado. Allí lo aguardó Rached. Almorzaron, se pasaron datos sobre los “operativos” zamoristas y arribaron a Bandera.

Cánticos y vítores a favor de Cobos y de Rached fueron los primeros mensajes que la gente del campo santiagueño quiso enviar a los gobiernos provincial y al nacional. Algo así como “estamos con Cobos; les guste o no les guste”.

Lo que no supo calcular la maquinaria oficialista fue la jugada de Rached. No estaba en la lista de oradores y se mostró respetuoso del protocolo pero, de entrada nomás, la gente vivó su nombre y aplaudió reiteradamente. Por ello, cuando terminó el discurso de Cobos y todos creían que finalizó la apertura de la exposición, la fuerza y el entusiasmo del público pudieron más. Los aplausos y los vítores lograron que “El Turco” los saludara.

“Estoy aquí por el compromiso de pertenecer a esta zona, a esta tierra y a los objetivos que tenemos en común. Agradezco a todos, a la casa anfitriona y al vicepresidente también porque tiene un interés que compartimos con mucha gente: que no haya ningún argentino ni ningún pueblo olvidado en este país”.

Los productores lo convirtieron en “la estrella” de la exposición.

Lejos, en el olvido, quedaron los conceptos laudatorios que acababa de formular Gelid a favor del gobierno de Zamora.

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