miércoles, 4 de noviembre de 2009

Las vacaciones de Lalo



Por Marian Marcel

Está más que comprobado que el ingenio del mal es muy superior a los buenos pensamientos, a la hora de hacer el balance sobre las mil y una formas de joderlo al Estado y quedarse con un vuelto.

Piedra libre para el subsecretario de Deportes de la provincia, Eduardo “Lalo” Zanni y familia y, por omisión, para el jefe del Gabinete, Elías “Sugus” Suárez.

Resulta ser que en el mes de agosto apareció en forma de expediente una carta-invitación supuestamente remitida por la Federación Argentina de Basquetboll mediante la cual se invitaba al subsecretario de Deportes para que asista, acompañando a la selección nacional, a su participación “por países de Europa”.

El jefe de Gabinete, sin chequear la misiva -tal vez conociendo que era apócrifa- suscribió el decreto pertinente concediendo licencia y generosos viáticos a su dependiente para que acompañase al elenco nacional. Dicha carta-invitación también fue avalada por la Federación Santiagueña de Basquetboll.

Así resulta que el Zanni recaló con su mujer e hija en las costas de Barcelona desde donde inició envidiado periplo por espacio de un mes por Roma, el Vaticano y Paris, según fotografías que circularon por la dependencia deportiva.

Pero hace unos días se supo que el seleccionado nacional nunca jugó en Europa. Apenas habría llegado a Centroamérica (Puerto Rico), según informaciones vía Internet. Se supo también que nunca se lo invitó a Zanni a ninguna gira, por ninguna parte, lo que despertó más de un comentario al descubrirse una nueva modalidad para embromar al Estado.

Se dice que “el genio” que preparó el ardid defraudatorio sería quien chapea con el cargo de “coordinador general” -que no existe en el organigrama- de la subsecretaria, Carlos Dapello, quien con el beneficiario y su familia convencieron al jefe de Gabinete para que rubricara el pertinente decreto que hoy, a todos, los coloca como sospechosos de una posible asociación ilícita, defraudación agravada, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario publico, entre otras tipicidades del Código Penal.

Pero a “Lalo” Zanni -como él mismo lo reitera a quien lo quiera escuchar- “no le entra ninguna bala” y sigue con su actividad proselitista auto- candidateado para intendente de la Capital, desde el local de Bases Peronistas en la calle Yrigoyen, a pesar de que el gobernador Gerardo Zamora le prohibió “candidatearse” `para ese cargo hasta nuevo aviso.

Yo le aconsejaría a Zanni que no despotrique tanto en contra del gobernador porque si bien “no le entran las balas”, el jefe apunta y anda tirando con “balas de plata” que voltean a cualquier lobisón, por más grande que fuera.

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