Llamativa confesión de parte

Por Emilio Rached (senador de la Nación).

El gobernador Zamora, durante su discurso en el Día Internacional de la Mujer.

El gobernador de la provincia ha confirmado, en su discurso por el Día Internacional de la Mujer -sin quererlo y por si hiciera falta-, que el Frente Cívico padece serias tensiones internas que han comenzado a corroerlo y resquebrajarlo.
En efecto, la despiadada lucha por espacios de poder, los episodios de corrupción, la burocratización, los insólitos resultados de las últimas elecciones municipales, el aburguesamiento y la cada vez menos secreta disposición de funcionarios, legisladores e intendentes de origen radical de acompañar la propuesta electoral del Radicalismo en octubre próximo, han exacerbado las disputas intestinas.
No es casual que se hayan acentuado este último tiempo las genuflexiones y las promesas de lealtad eterna al gobierno nacional como un modo de advertencia y de sobreactuación del criterio de autoridad.
Así hemos observado los santiagueños la puesta en escena ridícula de la teleconferencia por la inauguración de Yaciretá, transmitida por cadena nacional y por lo tanto susceptible de ser apreciada en todos los hogares, con el costo adicional de la movilización y los fuegos artificiales, más la clara incomodidad producida a los vecinos.
Pero la táctica indecorosa de ser mas realista que el rey ya produce rechazo en vastos sectores de la ciudadanía y colma el nivel de tolerancia de los subordinados. En esa confluencia, letal para cualquier tentación de perpetuidad, está la clave del llamativo discurso, que es también una inequívoca confesión de temor, del gobernador Zamora.