sábado, 10 de diciembre de 2011

Una vergüenza: la droga llega y sale de Santiago, sin control

Los 800 kilos de marihuana que salieron de Santiago del Estero, el jueves por la noche, que estaban ocultos en tachos de un camión.
La policía de Córdoba secuestró el viernes 9, al menos unos 800 kilos de marihuana en cercanías del peaje de Monte Cristo, informó el comisario general Rafael Sosa.
El procedimiento se realizó en un camión Sprinter, que procedía de la provincia de Santiago del Estero. Los "panes" de la droga estaban ocultos en tachos de aceite. De los 13 recipientes, 9 contenían esa sustancia, agregó. El vehículo tenía “pintado” un “logo trucho de YPF”, detalló.
Durante el operativo fueron detenidos dos hombres. Uno de ellos conducía una camioneta Chevrolet S-10, precisó Sosa.
“Hace dos días comenzaron las tareas de seguimiento de estas personas que fueron a Santiago del Estero y se las esperó al regreso”, contó.
Sosa aseguró que el operativo es “producto de una prolongada investigación”. Fue realizado por disposición del Juzgado Federal Número 1, a cargo de Ricardo Bustos Fierro, secretaría Penal de Liliana Navarro.

¿Complicidad?

Si no es Gendarmería Nacional, en Santiago del Estero la policía de la provincia no descubre a nadie que se dedique a la compra, distribución y venta de drogas. En los barrios de cualquier ciudad pululan los vendedores de estupefacientes, a quienes los vecinos conocen e identifican; menos la policía de la administración de Gerardo Zamora.
Este hallazgo de la policía de Córdoba no hace más que confirmar que la repartición santiagueña mantiene una connivencia con los narcos. Toda esta marihuana ingresó a Santiago por algún puesto caminero, y luego pasó hacia Córdoba por otra caminera controlada por la policía santiagueña, sin ningún tipo de control.
Es vergonzante la sospecha de jueces y policías cordobeses que creen que Santiago del Estero es una “zona liberada” para los narcotraficantes, ya que no quedan dudas que actúan en nuestro territorio con total impunidad.
El gobernador Zamora, en tanto, sigue con sus caprichos como el de no cambiar al ineficiente jefe de policía y a toda la cadena de corrupción que Marcelo Pato ha edificado con jefes de comisarías, en puestos camineros, en unidades regionales y, sobre todo, en el departamento de Drogas Peligrosas.

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