sábado, 14 de marzo de 2009

“Caso Lindow”: el video era para el juez Salomón




El fugado de la Cárcel Pública de Varones, detenido por casualidad en una esquina del barrio Huaico Hondo, fue para los muchachos del D6 (mezcla de Delitos Comunes e Investigaciones), la frutilla de la torta. Lo torturaron hasta más no poder y, recién terminó el tormento cuando el preso convino declarar en contra del juez del Crimen de tercera nominación, Jorge Salomón; cuñado del ministro de Justicia, Ricardo Daives.

“Hay que hacerle una cama y vos sos el indicado. Está es una orden del jefe de policía (Marcelo Pato) y mía. Vamos a grabar y pasar por la televisión”.

Fue el mandato frontal del jefe del D6, comisario mayor Ramón Omar del Valle Gorosito; compañero de escuela secundaria del gobernador de la provincia.

El video paseó por la Casa de Gobierno, de la mano del jefe de Gabinete, Elías Suárez, hasta llegar al gobernador Gerardo Zamora. Al final, se convino cortar la parte en la que el detenido acusaba, seriamente, al juez Salomón, y se difundieron por Canal Siete sólo los segmentos en los que el detenido Juan José Simula inculpaba al abogado Diego Lindow de que había arreglado con jefes de los guardiacárceles su fuga.

Además, para dejar bien parada a la repartición que conduce Gorosito, se auto-incriminó de todos y cada uno de los arrebatos, hurtos y robos ocurridos en la provincia en los últimos tiempos.

La bronca del juez Salomón con la dupla Pato-Gorosito viene de lejos.

El magistrado -como el resto de los jueces y hasta de algunos abogados penalistas-, sabe que en una reunión en la Casa de Gobierno y en la narices de Zamora, el jefe de policía ordenó al susodicho Gorosito: “La policía a mi cargo no le da ni cinco de p….a los jueces…”.

También se conoce que en ese encuentro -donde no se debatieron las políticas de Estado sobre seguridad y prevención, sino que se escucharon los improperios de Pato-, participaron el jefe de Gabinete, Elías Suárez y el comisario mayor Gorosito.

Conocedor de esta expresión de Pato y el envalentonamiento de Gorosito, uno de los jueces, Salomón, empezó a controlar seriamente los expedientes provenientes del D6, cuidándose de no dejar “armar” los sumarios en la policía.

Además, se preocupó demasiado por escudriñar cómo es el asunto de las fugas de la cárcel de Santiago. “Debe ser el único establecimiento carcelario del mundo en donde los presos se escapan tan fácilmente”, es la expresión que varias veces repitió Salomón delante de los jerarcas policiales.

Pato y Gorosito, a su vez, son concientes de que Salomón iba a investigar a fondo sobre los cómplices de las fugas, porque de ese modo cubre la figura política, administrativa e institucional de su cuñado, el ministro Daives, justamente el responsable de lo que pasa en los establecimientos carcelarios.

El juez, con seguridad, tiene vehementes sospechas de que algo tiene que ver Gorosito o gente de su entorno en los “arreglos” con abogados, en los “pactos” con detenidos y en “componendas” con los guardiacárceles.

El escándalo ya no tiene control. Está claro que los jueces mordieron el freno y van por los policías envalentonados, amigos de los funcionarios de la Casa de Gobierno y convencidos de que son “dueños” del preso, del sumario y de todo el proceso. Los policías, en tanto, van a seguir, de la mano de Pato, haciendo “camas”, travesuras y chanchullos por doquier contra todos los que se les pongan enfrente; sean jueces o diputados.

Zamora, lamentablemente, no ha podido ponerle coto a una policía manejada por vivillos que se aprovecharon, de entrada, de la falta de idoneidad, desconocimiento e infantilismo de los jueces del Crimen. Urgentemente hay que proceder a una cirugía mayor, haciendo renunciar a los jueces ineptos y poner en disponibilidad a los policías corruptos.

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