sábado, 4 de abril de 2009

Reina el nepotismo en el Registro de la Propiedad


Por Facundo Peñaloza (Nota I)

“El Ministro de Justicia, Ricardo Daives, su esposa, su cuñado, el ex juez del Crimen de cuarta nominación (recientemente despedido) y sobrinos asesores del Registro de la Propiedad, se están llevando las tierras fiscales en sus bolsillos”, confió a Arena Política un empleado de la casa que, obviamente, reservamos su nombre.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         
No paran las irregularidades en el Registro de la Propiedad Inmueble, desde la asunción del gobierno seudo-radical-peronista que encabeza el gobernador “kichnerista” Gerardo Zamora. 

El lugar en donde se encuentra archivado toda la documental pertinente, relativa a la propiedad inmueble de la provincia de Santiago del Estero, ha caído en manos inexpertas y voraces que están llevando la administración de esa dirección a situaciones imprevisibles que pueden originar en cualquier momento escándalos de proporciones, cuando no, un desmadre significativo a cargo no sólo de los empleados que son maltratados, sino de los propios propietarios de tierras, residentes fuera de la provincia, que no encuentran respuesta a sus reclamos, que no sea la soberbia y la prepotencia de quienes tienen a su cargo la administración de la documental allí existente.

Abogada Soria Bussolini 

Primero fue la desorganización generalizada y el arribo a la función publica de una abogada sin ningún antecedente en el Derecho Registral, hoy devenida en concejal capitalina. Me refiero a la abogada Soria Bussolini, quien sin ningún tipo de escrúpulos afectó a un empleado (Gastón) para que cumpla tareas en su domicilio y se haga cargo de la enfermedad de su padre, cuando esta tarea debió estar a cargo de una enfermera rentada con dinero de su bolsillo, no del Estado provincial. 

La ex directora del Registro no solamente utilizó los servicios de este empleado público en beneficio de su padre enfermo, sino que lo tenía afectado a la jardinería de su casa y los quehaceres domésticos, propio de una época militarista y feudal que pensábamos superada.

Esta señora se llevaba las matriculas de folio real a su domicilio y desde allí se confeccionaban las inscripciones pertinentes que al día siguiente se insertaban en las matrices, sin ningún tipo de contralor por parte de los encargados de la dirección, como así se observaba ingresar bolsas de consocios con protocolos de la entidad que eran retirados en horas de la noche y repuestos en horas de la mañana, una vez que se reiniciaba la labor diaria.

Es por esta razón la demora en la realización de las inscripciones en el folio real y en la evacuación de informes solicitadas por escribanos del medio y de otras jurisdicciones, teniendo a Soria Bussolini como conductora de un desgobierno total dentro del ambiente del registro de la propiedad.

Felizmente esta funcionaria resultó electa concejal capitalina, pero no por ello abandonó el edificio del Registro, a donde concurría por la tarde-noche para llevar y traer documentación. Una práctica que se continúa realizando a la fecha.

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