sábado, 4 de abril de 2009

Todos confirmados; todos responsables


Por Santiago Contreras

Las cuentas de la provincia no cierran, en medio de inocultable festival de corrupción. Nadie rinde cuentas, nadie explica si hay plata y cuánta. Todo se calla y el rumor, como lógica consecuencia de la falta de libertad de expresión, invade las calles de Santiago, incluso hasta el disparate.

Sin embargo, el ministro de Economía fue confirmado.

El campo de Santiago del Estero agoniza de la mano de Néstor Kirchner y con el desprecio de Gerardo Zamora, que antes destacaba a los productores como el motor productivo de la provincia y “ahora son simples sojeros de grandes capitales foráneos”. Pauny no fabrica ni un tractor en la provincia, y los colectivos más caros del mundo se caen a pedazos. Los representantes de las sociedades rurales alquilan su boca, que calla en Santiago lo que grita en Buenos Aires. Gélidos créditos Pro Carne amenazan a un ministro endeudado hasta la inmoralidad.

Sin embargo, el ministro de la Producción fue confirmado.

La obra pública multiplicó su corrupción a niveles nunca antes alcanzados. Con 90 empresas constructoras, la mayoría sin una pala, y dueños que no pueden explicar qué hacían antes para poder comer. El kilómetro de ruta de Santiago vale lo que el kilómetro de autopista de primera calidad en San Luis. Las casas, valen como si fueran buenas y sin el ahorro que otorga la fabricación en serie. Las escuelas, hospitales, diques, etc., todo vale el doble o el triple, por el retorno del peaje de la corrupción que siempre termina pagando el pueblo.

Sin embargo, el ministro de Obras Públicas fue confirmado.

“La Cárcel de Varones de Santiago del Estero, en la que murieron 39 personas durante un incendio hace casi un año y medio, sigue siendo un lugar bastante parecido al infierno. El edificio superpoblado y en condiciones ruinosas. Los pisos de los baños están llenos de excrementos y, en las duchas, hay ratas y cucarachas”. Así se expresó la Federación Argentina de Colegios de Abogados. Los jueces se callan en comisión permanente, la mujer de un ministro hace y deshace en Tribunales sin disimulo. Las tierras se quitan a algunos y se regalan a otros, bajo la banda de Derechos Humanos que ya no combate al Capital sino que lo roba.

Sin embargo, el ministro de Justicia fue confirmado.

La policía es un escándalo, robos, muertes y hasta secuestros con gente desaparecida que pierde la vida. Nunca una explicación, todo es secreto, oscuro, tenebroso, poco derecho, poco humano. El delito sigue creciendo amparado por el poder políticos y los jueces obedientes. El interior tiene un quiosco corrupto en cada banquina, en cada comisión municipal, en cada intendencia.

Sin embargo, el ministro de Gobierno fue confirmado.

El jefe de Gabinete, que coordina todo este desaguisado de ineficiencia y corrupción, también fue confirmado y a no quejarse porque el principal responsable, que es el gobernador Gerardo Zamora, fue confirmado por el 85% de los que lo votaron. Pero ahora claro, nadie es responsable, como siempre ocurre, todos y nadie lo votó.

Cuando se acabe la fiesta y los bolsillos flaqueen todo será protesta y bronca, pero ya será tarde y nadie podrá decir que fue engañado, por más acallada que esté la libertad de expresión. Se tiene la suficiente información como para saber que no se pueden dilapidar los fondos públicos eternamente. 

La gran mayoría lo sabe, muchos lo votaron a pesar de saberlo, todos pagaremos las consecuencias, incluso los que se beneficiaron.

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