lunes, 13 de mayo de 2013

Rondaría la droga en la desaparición de Leonardo Gallo

Leonardo Exequiel Gallo.

El campo del departamento Pellegrini del que desapareció hace más de un año Leonardo Exequiel Gallo, sería uno de los tantos predios utilizados para el descenso de avionetas con cargamentos de drogas. En ese sentido, causa estupor el silencio y la inacción del juez interviniente en la causa de la “misteriosa desaparición” del joven de 28 años, pues el expediente está “parado” a más de trece meses del hecho.
La historia es, desde su inicio, sospechosa. Gallo y los dos “amigos” que lo “contrataron” para cuidar el campo de Pellegrini (cerca de Nueva Esperanza), consumían sustancias prohibidas y estaban cerca de una de las “más pesadas” “barras bravas” del Club Central Córdoba.
En ese sentido, nunca el juez secuestró la camioneta blanca doble cabina en la que trasladaron a Gallo desde la Capital hacia Pellegrini. Jamás requirió la documentación pertinente a un tal Díaz, domiciliado en La Banda, que “aparece” como el “dueño” del predio y que vive prácticamente en la miseria. Tampoco se pudo ubicar al supuesto dueño de la inmobiliaria que representaba al “dueño” del campo. Cuando fue la policía a lugar indicado advirtió que no funciona ninguna inmobiliaria y el que se decía “el propietario” del negocio se habría fugado a Formosa.
Más curiosidades. Otros dos “amigos” de los que “contrataron” y condujeron al campo al infortunado Gallo, viajaron de la Capital a Pellegrini y formularon la denuncia de la desaparición del muchacho en la comisaría de Nueva Esperanza. Fue así que cuando la madre de Gallo concurrió a la seccional sexta a informar que su hijo no volvía desde hace un mes y que no tenía ninguna información sobre su paradero, la policía le informó que su denuncia debía ser glosada a la que realizaron “otras personas”, en Pellegrini.
Los pesquisas tienen algunas “corazonadas”, como que Gallo fue asesinado porque “vio algo que, quizás, no debía enterarse”, mientras el juez sigue con el sumario “cajoneado”.
Una de las pistas clandestinas entre montes del Norte de Santiago, destino de avionetas que dejan droga.

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