"Si perdemos… se vamo…?”

Por Balban Ortiz

 

¿Quién lo mandó al impresentable piquetero-funcionario Emilio Pérsico -líder del Movimiento Evita y funcionario de primera en el Ministerio de Desarrollo Social-  a decir: ¡Si perdemos se “vamo” y que vengan a gobernar Cobos y el Clarín?

 

Esos dichos, que a nadie del gobierno se le ocurriría decir -si, pensarlo-, suena a mensaje cuasi mafioso, pergeñado por algún “iluminado” del co-comando presidencial, o bien de algún allegado bien cercano de los que se sientan en la mesa chica de las negociaciones.

Lo cierto es que muchos lo tomaron como de quien viene, pero del otro lado de la oposición fue distinta la lectura de los desafortunados dichos que, según algunos, tiene un sello de identidad más acostumbrado al personalismo que al consenso y  a la pluralidad.

El raje en helicóptero, -a lo que tan acostumbrados estamos lo argentinos- no sería en este caso una novedad. Ya trascendió las puertas herméticas de la Quinta de Olivos, hace casi un año, (17 de julio de 2008) que si el campo imponía sus decisorios, la pareja gobernante se tomaba el buque a la primera de cambio.

Según trasciende de sus histéricos discursos, el presidente del Justicialismo está enviando a la comunidad mensajes apocalípticos, vaticinando el caos y el infortunio si es que llegase a perder la próxima elección que tanto se empeñó en adelantar. Hay tanto vaticinio de terror y cataclismo en sus palabras que hasta la opositora Lilita Carrió se quedó sin discurso.

El mensaje Pérsico abrió un espacio de reflexión entre propios y extraños, pero no debemos olvidar que los satélites que giran permanentemente al “astro K” no tienen luz propia y sólo son vivibles cuando se los “ilumina”; ello es cuando se les da una directiva que la tienen que cumplir a rajatabla. 

"No estamos de acuerdo con sus declaraciones", le dijo a La Nación el ministro Florencio Aníbal Randazzo. Luego, en declaraciones a radio Rivadavia expresó: "No comparto que nos tengamos que ir porque no tengamos una elección favorable. En el medio está la democracia". 

Después de esta aclaratoria oficial llegaron las esperadas desmentidas y fue el propio actor de la incoherencia quien manifestó con la mejor cara de piedra: “Lo que yo dije fue mi opinión”. Pero ya era tarde para aclarar semejante oscuridad.